lunes, 23 de agosto de 2010

Miedo a ser feliz


Estamos empezando una nueva semana de trabajo, de obligaciones, pero no hay que verlo como un peso, porque eso nos provoca no rendir al cien por cien y no ser felices. Hay que verlo como un nuevo desafío: - qué de nuevo o emocionante nos traerá esta nueva semana, esta nueva oportunidad de ser felices!!!
He encontrado este artículo que me gustó como para ser el primero de este lunes, fue publicado por la Profesora Grahasta, Managua, Nicaragua:
"Todos tenemos miedo de vivenciar nuestras potencialidades más positivas, tenemos miedo de llegar a ser lo que podemos atisbar en los momentos de mayor perfección y coraje.
Seguramente, para muchas personas es así; ser feliz se convierte en algo inalcanzable porque les asusta conseguirlo. Pero, ¿a qué se debe este miedo? La respuesta está en las creencias en las que basamos nuestra identidad más profunda.
Hay muchas personas que tienen un concepto de sí mismas muy negativo, creen que no merecen nada o que no pueden hacer cosas valiosas e, incluso, que no tendrían que existir.
Estos conceptos negativos de uno mismo son más comunes de lo que pensamos. Cuando un niño no encuentra en sus padres una respuesta afectiva, es muy fácil que desarrolle la idea de que no tiene derecho a ser amado o que no tiene capacidad para conseguir nada.
Alguien con estas ideas negativas no intentará ser feliz. Es como si partiera de la posición del perdedor.
Son estas creencias las que logran que el miedo nos paralice y que no nos arriesguemos a hacer cosas nuevas, a conseguir nuestros deseos.
Y si no nos arriesgamos, no aprendemos, no generamos experiencias gratificantes, nos quedamos bloqueados y estancados, con la consiguiente frustración.
Para salir de este círculo vicioso es necesario pasar a la acción, hacer las cosas que uno desea despacio y a pesar del miedo, atreverse a realizar nuevos aprendizajes.
También hay personas capaces de llevar a cabo todo lo necesario para conseguir sus sueños, pero cuando están a punto de lograrlo, abandonan. Exageran la responsabilidad del éxito. Es como si estuvieran preparados para el esfuerzo pero no para el disfrute.
Creer que tenemos tanto la capacidad de experimentar el sufrimiento como el placer, y que las dos cosas pueden ser igual de buenas, nos puede ayudar a no tener miedo a ser felices".
Creámonos merecedores de la felicidad, todo ser humano tiene derecho a disfrutar de la vida. Esta creencia es la base para poder llevar a cabo nuestros sueños.
Tenemos que darnos pequeños placeres de vez en cuando.
Así, aumentará nuestra satisfacción y al comprobar que no somos castigados por ello, iremos por deseos más grandes.
Buena semana, maravillosa gente
cariños y sonrisas
Irene

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario.
Todo me alienta para seguir buscando y compartiendo artículos que nos hagan sentir mejor y con mayor bienestar psicológico.
Cariños y sonrisas