Nuestros sentimientos son influenciados por la postura. Una postura adecuada genera una disposición feliz.
Activemos nuestros músculos, desde la zona lumbar hasta el estómago. Sigamos hacia la parte superior de la espalda. Cuando arqueemos la espalda, la cabeza debe quedar alineada de forma natural con la columna.
Nuestro encontrará su centro natural y todo nuestro peso se distribuirá uniformemente desde arriba hasta abajo.
Conforme nuestro cuerpo se vaya familiarizando con las posturas correctas, nos iremos sintiéndonos cada vez más alerta y socialmente activo, y con mayor seguridad y estabilidad emocional.
Es importante también que hagamos ejercicio, éste nos libera del estrés y genera la secreción de endorfinas, que hacen que nos sintamos bien.
Miremos siempre hacia arriba y solo podremos reír, pues no conozco a nadie que haya podido llorar en esa postura.
Cariños y sonrisas
Irene
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Cariños y sonrisas