lunes, 24 de diciembre de 2018

EN ESTOS DÍAS PRACTIQUEMOS LA GRATITUDS

En estos días de Navidad debemos practicar especialmente la gratitud.
Esto de practicar la gratitud no es sólo dar gracias a personas, sino a la vida, al universo, o al Dios en el que creamos. 
Es como que mientras más agradecido uno es, la vida nos retribuye con más de eso por lo que agradecemos.
El acto de agradecer, es también una correlación de estar focalizado, de vivir el ahora, es un acto del presente, de estar viviendo la vida hoy, porque está nuestra conciencia en cada una de las cosas que nos están sucediendo, y en lo que tenemos.
Parece tonto, pero es fundamental agradecer tener todas nuestras extremidades: dos piernas, dos brazos, dos orejas (eso no es una extremidad pero por el estilo), y cuando lo hago, automáticamente siento un alivio y felicidad de que cada cosa está en su lugar y que si quiero puedo salir a correr y ser libre. 
Podemos ver, podemos oler, podemos escuchar, podemos degustar los sabores del mundo, podemos sentir la textura de las cosas. 
Y eso realmente no tiene precio. 
¿O no les ha sucedido de golpearse una pierna o quemarse un dedo, y que toda la rutina del día se vuelva un “infierno”?
Feliz Noche buena y cariños y sonrisas
Irene

miércoles, 19 de diciembre de 2018

CÓMO PREVENIR LOS CELOS 3

Ya sabemos que existen algunas estrategias psicológicas que nos permiten controlar y gestionar los celos, hasta el punto en que sepamos interpretarlos correctamente. Hoy terminamos:
6. ¿Aceptamos sus límites?
También hay que trabajar para aceptar que no podemos serlo todo para el otro, de la misma manera que el otro no puede serlo todo para nosotros. 
La relación se nutre de espacios propios y espacios compartidos. 
En cada pareja varía la proporción, pero lo común a todas es la necesidad de espacios propios.
7. Reenfoquemos las situaciones
Volvamos a contemplar las situaciones desde lejos y enfoquemos hacia “lo que a mí me pasa”, y no tanto hacia lo que el otro hace. 
Seguramente, si somos absolutamente sinceros, descubriremos que debajo de los celos está la duda: “¿Soy suficiente?”, “¿soy merecedor de amor?”.
En el caso de que realmente no te sientas suficiente, busca un lugar tranquilo, toma lápiz y papel, y haz un listado sincero de todas las razones por las cuales lo crees.
8. Revisa tus creencias erróneas
Repasemos las razones que nos dicen que somos inferior y démonos cuenta de que son viejas ideas sobre nosotros mismos, que nos han acompañado toda la vida y nos impiden ser merecedores de amor.
Son esas creencias las que fomentan los celos. 
Nadie necesita ser perfecto, cada uno es digno de amor tal cual es!
Y  ya está! Terminamos con las estrategias para evitar los celos.
Pongámoslas en práctica.
Cariños y sonrisas
Irene

domingo, 16 de diciembre de 2018

CÓMO PREVENIR LOS CELOS 2

Dijimos que existen algunas estrategias psicológicas que nos permiten controlar y gestionar los celos, hasta el punto en que sepamos interpretarlos correctamente.
Y habíamos dicho que como eran varias se los iba a dar, como es habitual, de a pocos. Bueno acá están unos más y mañana terminamos:
4. ¿Admitimos su mundo?
Preguntémonos: “¿Puedo admitir que mi pareja encuentre situaciones de placer fuera de mí?”. 
Por ejemplo, la diversión que le proporciona esa cena mensual con sus amigos o unas vacaciones por su cuenta para practicar su deporte favorito.
5. Determinemos qué es ‘aceptable’
Los límites entre “lo aceptable” y “lo inaceptable” en lo que la pareja hace serán siempre materia de eterna discusión. 
Naturalmente, no es lo mismo aceptar que converse amablemente con una compañera de trabajo a que salga con ella por la noche.
Es necesario ponerse una mano en el corazón para cuestionarse si se desea poner prohibiciones a conductas que no tienen nada de objetables. 
La pregunta sería: “¿Qué me está pasando?”, “¿qué pasa con mi seguridad?”
Existen algunas estrategias psicológicas que nos permiten controlar y gestionar los celos, hasta el punto en que sepamos interpretarlos correctamente.
Cariños y sonrisas
Irene

martes, 11 de diciembre de 2018

COMO PREVENIR LOS CELOS


Existen algunas estrategias psicológicas que nos permiten controlar y gestionar los celos, hasta el punto en que sepamos interpretarlos correctamente.

Pero, como son varios se los voy a dar, como es habitual, de a pocos.
Observemos en qué circunstancias nuestra pareja “se pone” celoso. 
A veces se trata de una persona; otras veces, de situaciones o actividades. 
Determinemos qué elementos se dan ahí que puedan atraer a  nuestra pareja.
2. Analicémonos a nosotros mismos
Dejemos que la intensidad de los celos se calme y, en soledad, preguntémonos: “¿Qué tiene esa persona que yo no tengo?”. Si se trata de una actividad: “¿Qué obtiene ahí que yo no puedo darle?” o “¿qué le da a esa actividad que no te da a ti?”. Por ejemplo: “Me siento celosa de la pasión que pone en el fútbol”.
3. Busquemos soluciones
Observemos si las respuestas anteriores nos estimulan nuevas formas de crecer o de volver a cuidar aspectos que habíamos descuidado y revitalizar así la relación. Por ejemplo: “Cuando observo su pasión por el fútbol, puedo preguntarme: ¿qué ha pasado con la pasión que alguna vez experimentamos?, ¿cuál será la mejor manera de volverla a encontrar?, ¿qué actividades en común podríamos desarrollar que nos gusten a ambos?”.
No se trata de competir con su pasión por el fútbol. No es necesario llegar a meta alguna, solo trabajar para disfrutar más juntos.
Hasta manana, carinos y sonrisas 

sábado, 8 de diciembre de 2018

QUÉ SON LOS CELOS?

Los celos nos traen un mensaje claro: tenemos miedo a que otro ocupe nuestro lugar.
Y también nos marcan el camino, las inseguridades que debemos mejorar
¿Por qué sentimos celos?
Los celos se dan cuando imaginamos que alguien puede darle a nuestra pareja aquello que no obtiene de nosotros y, a consecuencia de ello, perderemos su amor.
Lo cierto es que siempre habrá alguien que pueda cubrir mejor que nosotros nuestros aspectos menos desarrollados, pero esto no quiere decir que se pierda el amor por ello.
En todo caso, podemos observar que cuando nos “pican” los celos, seguramente se trata de algo en que “nos sentimos menos” y quizá sería bueno tomarlos como un incentivo para desarrollar aquellas partes de la relación que nos quedan por descubrir o que habíamos descuidado.
Cuando otro tiene algo que no tenemos –o así lo creemos– y se acerca a nuestra pareja, comienza cierta picazón. 
Cuando esta es leve, puede ser un estímulo para estrechar la relación en alguno de sus aspectos: como compañeros de vida, en el área sexual o aumentando la intimidad en los encuentros del alma.
Sin embargo, cuando la picazón resulta inaguantable, nos sentimos mal y la relación comienza a verse afectada.
Empezamos a vigilar a nuestra pareja porque creemos que lo esencial es lo que hace, sin darnos cuenta de que el alimento de los celos son nuestras carencias e inseguridades.
“Si me quisiera, solo tendría ojos para mí”, dice para sí el celoso. Y, por debajo, suelen ocultarse otros pensamientos: “Si mira a otra persona, es que yo no valgo”. Y muy, muy adentro: “Si yo fuera él, elegiría a otra”.
Siempre estamos expuestos a que el amor se extravíe. No es posible guardarlo en una caja fuerte; pero cuando nos sentimos especialmente inseguros, el miedo al abandono no nos deja en paz. Entonces, vemos el peligro en todos lados: cualquier mirada afuera puede convertirse en una amenaza.
No vemos que en los celos no sólo se trata del otro sino de nuestra propia sensación de que somos “abandonables”.
Ese sentimiento es el que nos hace ser posesivos y estar vigilantes de cada movimiento. Pero a nadie le gusta ser poseído como un objeto. 
Entonces, sin quererlo, estamos favoreciendo su huida.
A veces, sentimos la maravillosa experiencia de fundirnos con el otro, como en la relación sexual, pero no podemos pretender que ese estado sea permanente. 
Pasado este instante, cada uno vuelve a estar en su propia piel y es preciso sentirse bien y seguros en ella, mas allá de la pareja.
El amor, que es hijo de la libertad, nace con el riesgo de su pérdida. 
Pero también nos brinda la magnífica posibilidad de elección: necesitamos sentir que somos plenamente “elegibles” y que también nosotros decidimos elegir al otro cada día. 
Es justamente este riesgo y esta certeza lo que lo convierte en un juego hermoso y emocionante.
Carinos y sonrisas
Irene


jueves, 6 de diciembre de 2018

VIVAMOS EL AHORA

“La verdadera felicidad es disfrutar el presente, sin la ansiedad dependiente del futuro” –  Seneca
Un estudio publicado en Sciencemag , indica que las personas pasan divagando un 47% de su tiempo, lo cual implica una constante ausencia del presente, de las decisiones que tomamos, de los momentos memorables… y luego nos preguntamos ¿cómo fue que llegó navidad tan rápido? ¿Cómo fue que todo esto sucedió este año?
Uno de los factores más relevantes para la felicidad, es estar enfocado en el hoy, abrazar el momento presente, tener conciencia de lo que nos rodea, y de cada sensación que vamos atravesando ahora, ya, en este instante.
El pasado no está, ya no contamos con el ayer, menos aún con el futuro. 
Lo que tenemos es el presente, y es lo que debemos aprender a vivir.
Si uno piensa esto dos o tres veces, suena hasta de poco sentido común, querer experimentar o vivir algo que ya no está, o inclusive fantasear o preocuparse por cosas que ni siquiera aún han ocurrido, pero es así como, aparentemente, se nos pasa la vida. 
Por eso la nostalgia pesa tanto, por eso tantos arrepentimientos, tantos miedos sin sentido…
¿Por qué seremos tan insensatos y nos privamos del hoy? 
Hoy tenemos salud, ahora estas tomando un café caliente, riquísimo, ahora estamos abrigado, ahora el sol da en nuestra cara y podemos respirar, ahora tenemos una pareja que nos acompaña, una amiga que nos llama, un jefe que nos alienta, hoy es hoy.
¿Mañana tendremos esas cosas aún? 
Y… No sabemos, pero con certeza, vivir pensando en el pasado, o preocupados por el futuro, nos sacan de la vida que tenemos hoy, que es quizás la vida que nos puede hacer feliz, pero con tanto ruido, no podemos darnos cuenta.
Carinos y sonrisas
Irene


miércoles, 5 de diciembre de 2018

CÓMO SER MÁS FELICES: RODEARSE DE GENTE POSITIVA Y FELIZ

La felicidad es como una linda enfermedad o virus que se propaga a nuestro alrededor.
Estar con gente positiva, agradecida, entusiasta, nos contagia bienestar, y nos transmiten esa energía especial, que permite que el día rodeados de ellos, sea más placentero, reconfortante, e inclusive más productivo.
Un estudio realizado por BMJ Group concluye que la felicidad de la gente, depende en gran medida, de la felicidad de las personas con quién se conecta, pudiendo ser inclusive, un fenómeno colectivo.
Por eso, es necesario saber elegir quiénes estarán a nuestro lado, ya que la influencia tanto positiva como negativa, es muy grande.
¿Acaso no resulta agotador estar cerca de personas que lo único que hacen es quejarse, o que cualquier cosa los pone tristes, o que sienten insatisfacción con su vida, transfiriendo esa frustración con actitudes poco pacientes, poco amables y egoístas?.
Estas personas, lamentablemente, no hacen más que tirarnos hacia atrás, porque pareciera que, para ellas nada es perfecto, ni demasiado bueno, ni demasiado lindo, ni demasiado justo, ni demasiado prometedor, ni demasiado seguro,etc.
Ya sea hacer un viaje, empezar un proyecto, iniciar una relación, armar una fiesta, o elegir un restaurante para ir a cenar, todo se vuelve demasiado complicado y el día pareciera estar lleno de trabas. 
Estas cosas no nos ayudan a crecer, a avanzar, en síntesis, no aporta en nada en la vida de alguien que busca como ser feliz.
Si el agua que no fluye libremente, al estancarse se pone fea, así también sucede con la energía que nos rodea, con las situaciones que se nos presentan.
¡Pero,Ojo! Con lo anterior, no espero que confundamos “negación”, con el optimismo. 
Tampoco sirve estar con personas negadoras de la realidad, de los problemas, ya que la vida está llena de cosas buenas y malas, pero lo importante es cómo nos enfrentamos a esas circunstancias.
Las personas positivas y optimistas, no niegan los problemas, ni una realidad poco placentera, sino que tienen la suficiente seguridad personal, amor propio, para saber que pueden cambiar el curso de las cosas, y transformar un momento triste, doloroso, o un fracaso, en una experiencia que nos hará más sabios, o fuertes para seguir avanzando.
Carinos y sonrisas
Irene

miércoles, 28 de noviembre de 2018

PARA AUMENTAR LA AUTOESTIMA ACEPTÉMONOS Y PERDONÉMONOS

Escribamos una carta en la que describamos todo aquello que no nos gusta de nosotros, y todo aquello de lo que nos sentimos culpables.
No nos dejemos nada!
Que todo lo que te escribamos sirva para mejorar, no para estancarse y culpabilizarnos.
Asimismo, aprendamos a encajar las críticas, aunque sean las propias, de forma que no nos afecten.
Luego leamosla con atención y valoremos lo que podemos mejorar. Despidamos de esa carta y la partimos mil pedazos. 
A partir de ese momento empecemos de cero, dejando atrás la culpabilidad.
A cualquier edad  estamos a tiempo de hacer borrón y cuenta nueva.
Pero, por sobre todo, debemos tratarnos con cariño y respeto, siempre
Somos lo mejor que nos ha pasado, así que debemos demostrarlo a nosotros mismos.
Tenemos derecho a ser feliz.
Y a hacer feliz a los demás contagiándoles nuestro optimismo.
 y sonrisas
Irene


PARA AUMENTAR LA AUTOESTIMA REGALÉMONOS TIEMPO Y SUPERÉMONOS NUESTROS LASTRES

Regalémonos tiempo, hagamos actividades que nos hagan felices.
Es la mejor manera de encontrarse con uno mismo y desarrollar nuestras habilidades sin prisa pero sin pausa.
Y superemos nuestros lastres
Hay personas que viven arrastrando mochilas llenas de peso: trabajos que no les satisfacen, relaciones que no les aportan nada, hábitos que no les gustan… Para superar todos estos lastres, es preciso tomar cierto control sobre la situación, pensar en positivo y tratar de cambiarlas.
Y cada noche antes de acostarnos…
…Pensemos  y escribamos en las cosas buenas que nos ha traído el día, los retos superados, los errores que hemos cometido y cómo podemos mejorar.
Carinos y sonrisas
Irene


martes, 27 de noviembre de 2018

PARA AUMENTAR LA AUTOESTIMA HAY PONERSE METAS REALISTAS Y NO COMPARARSE

3. Ponerse metas realistas
Y que podamos cumplir. Metas a las cuales sea relativamente fácil llegar. 
Poco a poco las podemos aumentar, y veremos que paso a paso estamos consiguiendo lo que nos proponemos. 
Si fracasamos, aprendamos de ello sin culparnos de nuestros errores, ya que fallar es una manera de saber cómo hacerlo de manera distinta la siguiente vez. Atrevámonos a afrontar retos.
4. No te compares
Cada persona es un mundo y nosotros somos el dueño del nuestro. 
Centrémonos en nosotros. En nuestra vida. 
Envidiando e idealizando la vida del resto lo único que conseguiremos es sentirnos desgraciados. 
Todos tenemos algo bueno que aportar, y de nosotros depende encontrar el camino indicado.
Carinos y sonrisas
Irene

domingo, 25 de noviembre de 2018

CÓMO SE PUEDE PUEDE AUMENTAR LA AUTOESTIMA

Muchas personas se preguntan si hay alguna manera de mejorar su propia autoestima.
Obviamente no existe ninguna poción mágica, sino que debemos tomar conciencia de que solo cada persona puede mejorar en este sentido a base de constancia y siguiendo algunos consejos basados en la evidencia científica. Hoy vamos a ver los dos primeros.
1. Dejemos de torturarnos
Tenemos que ser realistas tanto con nuestras virtudes como con nuestros defectos.
No somos perfectos, pero la intención no es serlo.
El objetivo es ser feliz.
Así que para lograrlo debemos aceptar las cosas que no hacemos tan bien y aprender de ello.
Y por supuesto, no restarle importancia a las cosas que sabemos hacer bien, sino valorarlas como se merecen.
Vamos a observar y ser conscientes de lo bueno que tenemos, de lo bueno que somos, de lo bueno que hacemos.
¿Por qué seguir pensando que soy un desastre?
¿A dónde me ha llevado este tipo de razonamiento?
2. Empecemos a pensar en positivo
Cambiemos nuestros pensamientos. El ”no puedo” por “voy a intentarlo”, “voy a tener éxito” “me va a ir bien”. Parece un tópico pero forzarse un poco a mirar las cosas buenas de la vida nos puede ayudar a salir de la dinámica negativa.
Si nos damos cuenta de que tenemos muchas cosas a valorar, es más fácil que salgamos del bucle negativo.
Cariños y sonrisas
Irene

sábado, 17 de noviembre de 2018

QUE ES LA BAJA AUTOESTIMA Y CÓMO RECONOCERLA

Uno de los problemas más frecuentes en mi consulta es la baja autoestima.
¿Qué es la autoestima?
La autoestima es el conjunto de creencias, percepciones, evaluaciones y pensamientos que tenemos acerca de nosotros mismos, la valoración que realizamos basándonos en nuestras experiencias.
La baja autoestima conlleva una percepción negativa sobre uno mismo, y es un factor que nos puede limitar mucho en nuestra vida diaria.  
Lo cierto es que, en muchas ocasiones, los pacientes no saben identificar que sufren una autoestima baja. ¿Por qué?
Porque unida a la baja autoestima aparece otro tipo de problemas que son la supuesta causa por la que acuden al psicólogo, problemas como síntomas de ansiedad, de depresión, problemas de conducta, estrés, adicciones, etc. y aquí van unos consejos para saber identificar qué es lo que nos están pasando y cómo podemos solucionarlo.
Es fácil aumentar la autoestima, solo hay que ponerle un poco de empeño.
¿Qué síntomas me pueden avisar de que tengo la autoestima baja?
Algunos de los síntomas principales que nos pueden advertir de que nuestra autoestima no está en el mejor momento son los siguientes:
  1. No tengo seguridad en mí mismo
  2. No expreso mis gustos u opiniones por miedo a ser rechazado o por pensar que mis opiniones no tienen el mismo valor que las opiniones de los demás
  3. No me siento merecedor de las cosas buenas de la vida
  4. No me esfuerzo por conseguir lo que quiero ya que de antemano creo que no lo voy a lograr
  5. No me relaciono con los demás como me gustaría ya que pienso que no voy a hacerlo bien y me van a dejar de lado
  6. Necesito la aprobación de los demás con mucha frecuencia
  7. Me dejo pasar a llevar con facilidad ya que no me atrevo a imponerme cuando es necesario
  8. Veo al resto de personas como superiores a mí y me gustaría ser como ellos
  9. Temo decir lo que siento ya no que tal vez no les guste a los demás lo que digo
  10. Suelo atribuir a causas externas mis logros y a causas internas mis fracasos
  11. Casi nunca estoy contento con lo que hago ya que creo que podría estar mejor
  12. No me siento feliz
  13. Me cuesta acabar lo que empiezo ya que me desmotivo con mucha facilidad
  14. La toma de decisiones se convierte en algo muy difícil ya que creo que decida lo que decida va a ser la opción incorrecta así que me dejo llevar por lo que decidan los demás, aunque sea de mi propia vida
  15. Pienso en mis debilidades y casi nunca me paro a pensar en mis fortalezas
  16. Me siento nervioso la mayor parte del día
  17. Me es casi imposible tomar la iniciativa
  18. Me siento evaluado casi constantemente en situaciones sociales
  19. Me siento culpable
  20. Me siento poco atractivo
  21. Envidio la vida de los otros
  22. Siento que no tengo nada que aporta
Si se han sentido así en varias ocasiones, puede que el resto de los problemas vengan a raíz de tener una baja autoestima.
Podríamos llegar a sorprendernos mucho de nuestras capacidades si nos esforzamos en mejorar nuestra autoestima y empecemos a valorarnos y a creer en nosotros.
Cariños y sonrisas
Irene

jueves, 15 de noviembre de 2018

QUERERSE UNO MISMO.

¿Qué significa exactamente “quererse a uno mismo”?
Quererse a uno mismo está muy ligado a saber darse la oportunidad de sacar la mejor versión de cada uno, descubriendo el potencial que tenemos a todos los niveles: afectivo, romántico, espiritual…
Quererse a uno mismo también significa ser honestos con nosotros mismos y con los demás, y comprometernos con la vida y el bienestar propio y ajeno.
Además, quererse a uno mismo también implica estar atento a nuestras necesidades vitales y aceptarnos, respetarnos y amarnos por ser quienes somos.
Hay una frase muy dicha que es como "Si tu no te quieres, nadie te podrá querer", y aunque no es una frase absoluta, si tiene mucho de cierto. 
Quererse a una mismo no significa que seamos hipócritas o egoístas. 
Quererse a una mismo se refiere a respetarse primero uno para luego ser respetado.
Quieranse antes que nadie y veremos que tan seguros y estables nos sentiremos.
Cariños y sonrisas
Irene




miércoles, 14 de noviembre de 2018

LA IRONÍA DEL MIEDO

Qué ironía, ¿no?
El miedo nos protege de lo nuevo haciendo que lo percibamos como algo amenazante.
Pero en realidad, la “amenaza” de la que nos protege es precisamente lo que nos hace evolucionar y lo que hace que nuestra vida merezca la pena de ser vivida.
No obstante, el miedo ni se inmuta cuando se trata de seguir como siempre, cuando se trata de llevar una vida monótona o cuando estamos dilapidando nuestra juventud sentados frente al sofá.
El miedo nos aparta de aquello que hace que la vida merezca la pena ser vivida
Así pues, vamos a eliminar el miedo definitivamente de nuestras vidas y empecemos, sin dudas ni temores, a perseguir nuestros sueños e ilusiones.

domingo, 11 de noviembre de 2018

EL ÉXITO NO NOS HACE MÁS FELICES

Esto nos afecta a todos, porque es un paradigma que aún sigue instalado en la sociedad.
La presión cultural y social al respecto, nos ha llevado a creer que un título, un rol, una posición en una empresa, un cheque gigante a fin de mes, un proyecto que funciona, es lo que nos da la felicidad.
Pero: ¿qué seríamos nosotros entonces, si todo eso desaparece?
En realidad, no está mal ni el cheque, ni la posición, ni el proyecto, lo que está errado es condicionar nuestra vida, y nuestra “felicidad” a eso, porque son cuestiones demasiado efímeras para que funcionen como único sostén de nuestra vida.
Por eso, el camino hacia el éxito, es completamente el inverso al que creemos, e inclusive, se puede obtener mucho, pero mucho más de lo que imaginamos, si lo recorremos de esta manera.
“El éxito no es la clave de la felicidad. La felicidad es la clave del éxito. Si amas lo que estas haciendo, entonces serás exitoso” ― Albert Schweitzer
Quién hace cosas para todos los días poder estar en paz, en plenitud y vivir momentos de felicidad, puede triunfar en el resto de los desafíos de la vida: en las relaciones, en el trabajo, en la familia, etc.
Según un estudio realizado por Sonja Lyubomirsky, Ph.D., de la Universidad de California, indica que cuando las personas se sienten felices, tienden a ser optimistas, energéticos y a tener confianza en uno mismo, lo cual conlleva a que el resto encuentre a estas personas más agradables, sociables y confiables.
Estos aspectos amplían las oportunidades para: concretar un negocio, para cumplir objetivos exitosamente, crear o desarrollar nuevas cosas, inclusive para conocer a una pareja, hacer más amigos, etc.
Entonces para ser más felices, intentemos dejar esa ciega ambición, ya que el cheque llegará, el auto, y el status, también llegará, si primero encontramos la pasión, la plenitud en lo que somos y hacemos.

viernes, 9 de noviembre de 2018

LA FELICIDAD DIARIA Y LA ZONA DE CONFORT

“Felicidad es cuando lo que piensas, lo que dices y lo que haces, está en armonía” Mahatma Gandhi.
¿Por qué parece tan complicado ser feliz?
Quizás nos sucede que, la famosa “zona de confort” ya no es suficiente, sino que más bien, resulta una “incómoda comodidad”.
O quizás, sólo tenemos esa sensación de que, debe haber alguna manera de que se sienta mejor la vida.
Ya el que nos encontremos aquí, leyendo estas líneas, ya es un buen signo de que estamos dispuest@s a cambiar.
PRIMERO, ELIJAMOS SER FELICES, LUEGO  PENSEMOS EN EL CÓMO SER FELIZ.
Los que trabajan en cuidados paliativos acompañando a pacientes a quiénes les quedan pocos meses de vida siempre dicen que, el arrepentimiento que comúnmente manifiestan esas personas, era: “Ojalá hubiese tenido el valor de vivir una vida propia, no la vida que otros esperaban de mi“.
La vida es una sola y demasiado corta para que esperemos ingenuamente ese momento perfecto, en el cual creemos que la felicidad bajará de algún cielo, e ingresará a nuestra vida en forma de dinero, oportunidad, persona, etc.
Y que simplemente con abrazar ese instante, juntaremos la fuerza para: ¡empezar a ser felices!.
No!!! La felicidad es un viaje mucho más largo que ese, más profundo, y más reconfortante, por cierto.
Es una decisión diaria ser feliz, y como cualquier otro hábito, requiere un compromiso constante para internalizarlo.
Entonces, tengamos primero la INTENCIÓN, la predisposición para salir de la zona de confort, para dejar viejas costumbres y pensamientos atrás, y ahora mismo empecemos a realizar simples modificaciones, que irán aportando esa sensación de bienestar y plenitud, que nos permitirán ser más felices.
Es decir: dejemos de buscar la felicidad, y empecemos a vivir la felicidad.
La verdad, es que la felicidad, no es producto de hacer una cosa, sino de un cambio en el estilo de vida, y no siempre se lo consigue por arte de magia.
Podemos empezar ahora mismo realizando simples cambios como:

  1. perdonemos
  2. dejemos ir
  3. relajémonos (no podemos controlarlo todo),
  4. prioricemos la paz y no siempre la razón (es mucho más saludable),
  5. redefinamos  nuestros valores,
  6. sonriamos un poco más,
  7. digamos gracias,
  8. no nos presionemos,comamos despacio y disfrutemos  cada bocado
  9. etc. 

Cariños y sonrisas
Irene





lunes, 5 de noviembre de 2018

AGRADEZCAMOS LO QUE YA TENEMOS

Con demasiada frecuencia, nos encontramos viviendo en nuestros deseos. 
Centrados en aquello que nos falta, en lo que no tenemos. 
Entonces nos invade una sensación de insatisfacción difícil de gestionar.
Debemos enseñar a nuestra mente a centrarse más en lo que ya tiene que en lo que le falta, porque sino corremos el riesgo de convertirnos en el eterno insatisfecho. 
Porque voy a decirles un secreto: siempre habrá algo que nos falte.
Una vez más, el desapego será nuestro gran aliado. 
Cuando no nos aferramos a las cosas convirtiéndolas en el centro de nuestra vida, soy más feliz y más libre. 
Porque no generamos una necesidad. 
Podemos tener objetivos, podemos querer tener algo que ahora mismo todavía no tenemos y forjar un camino para conseguirlo. 
Lo que no podemos es aferrarnos a ese objetivo como si fuera indispensable para felicidad.
“Si no eres feliz con lo que tienes, difícilmente lo serás con lo que te falta”
Hagamos un ejercicio para ayudarnos a hacerlo, el ejercicio de los agradecimientos: durante dos semanas, cada día antes de irte a dormir, agradece  (y anotemos) a la vida por tres cosas que tienes y no repitas ni uno en esos 15 días. 
Descubriremos la cantidad de cosas que ya tenemos y que nunca valoramos. 
Sentir agradecimiento por lo que tenemos nos acerca más a la felicidad que sentir solo anhelo de lo que todavía no tenemos.
CONCLUSIÓN:“ Todo lo que necesitamos para ser feliz ya va con nosotros, dejemos de buscarlo fuera ” 😉
Cariños y sonrisas
Irene

domingo, 4 de noviembre de 2018

CHANTAJE EMOCIONAL

Aceptemonos tal como somos
Aceptar amorosamente que somos quienes somos es un requisito indispensable para que la culpa no nos invada.
Aceptarnos tal cual no quiere decir que no podamos cambiar y mejorar o que no podamos crecer como personas, pero seguro que no lo lograremos por el camino de la culpa y el reproche.
¿Dónde nace la culpa?
Las semillas de la culpa surgen desde nuestra niñez y crecen a lo largo de nuestra vida.
1. Los jueces paternos
Cuando nuestros padres no nos validan tal y como somos, construimos la idea de que está mal ser lo que somos y pretendemos ser otros, para acercarnos a ese modelo que nuestros padres dicen que debemos ser.
Un ejemplo sencillo y conocido es cuando al niño se le advierte: “Los hombres no lloran”. De forma inconsciente ese niño saca sus primeras conclusiones: “Está mal llorar, está mal lo que siento”.
A partir de ahí, cada vez que llore se sentirá culpable.
Las ideas que adquirimos de los padres se potencian con lo que la sociedad nos indica como bueno y debido
Pero, lo que somos siempre es mucho más sólido que cualquier idea, por brillante que sea, de lo que deberíamos ser.
2. El juez interno
Los efectos de la culpa son interminables.
Es como si lleváramos un juez interno que nos murmura al oído sus acusaciones cada vez que nos apartamos del modelo.
Bastaría con convertirnos en observadores de nosotros mismos para descubrir que este juez interno la mayoría de las veces no nos guía por el buen camino, y además nos perjudica.
Un alcohólico no dejará de beber por culpabilidad.
Solo lo hará cuando se acepte tal cual es y aun así le parezca que se merece ser querido, que es digno de recibir ayuda y de pedirla.
El juez externo (reforzado por el interno)
Muchas veces le recriminamos a al otro, que “nos hace sentir culpable”.
Pero esto es imposible a menos que nosotros mismos compartamos esa “acusación”.
Es por ejemplo cuando a una madre que trabaja y debe asistir a cursos, y su madre, “inocentemente”, le preguntaba si era realmente “necesario”, apuntando argumentos del tipo “si el avión se cae tus hijos quedarían sin madre”.
Pero este chantaje, sólo tiene efecto, cuando la joven  madre también, internamente, se siente culpable.
carinos y sonrisas
Irene

jueves, 1 de noviembre de 2018

APRENDER DEL CAMBIO

La vida está en constante cambio, nada perdura y todo se mueve. 
El mundo sigue girando y los días pasan y ninguno es exactamente igual. 
Saber adaptarse al cambio es esencial para la supervivencia, porque es la forma natural de las cosas.
Los amigos se irán y otros vendrán, las personas a las que queremos desaparecerán o morirán, los niños crecerán y nosotros envejeceremos, es una ley universal
Cuando todo a nuestro alrededor cambia, nosotros también debemos hacerlo, no podemos aferrarnos al pasado, ni a las cosas, ni a las personas, porque nos quedaremos anclados, aferrados al dolor de la pérdida.
Todo cambio y toda crisis nos van a ayudar a crecer como personas. 
Debemos aprender a aceptar los cambios y a sacar el mayor provecho de ellos. 
Esto no significa que no lloremos una pérdida, debemos llorarla, aceptarla, secarnos las lágrimas y seguir andando.
Por eso el desapego es tan necesario.

Cariños y sonrisas
Irene

miércoles, 31 de octubre de 2018

LO QUE OCURRE CUANDO VIVIMOS DESDE EL DESAPEGO




Cuando vivimos desde el desapego, acabamos gestionando y sintiendo la vida de otra forma.
Pongamos algún ejemplo: Recordemos los casos anteriores: 
Si la chica que nos interesa no nos hace caso, ya no nos entristecemos. Cuando hemos luchado lo suficiente, la dejaremos ir sin rencor. 
Puede que entendamos que no era la persona adecuada. 
Y, en lugar de sentirnos frustrados o deprimidos, nos lanzaremos con entusiasmo a buscar a alguien más afín a nosotros. 
Si el trabajo no nos hace feliz (esté o no bien remunerado), en lugar de seguir en él indefinidamente y quejarnos, lo usas como una oportunidad para aprender.
Y, cuando llega el momento adecuado, daremos el paso de dejar la empresa (o crear la tuya propia)
Cuando hemos sufrido un accidente o percance, como cuando nos fracturamos, o entraron a robar en nuestra casa, no perdemos el tiempo en lamentarnos y blasfemar contra el mundo o contra Dios. 
Simplemente, nos adaptamos a la situación, luchamos por salir adelante y aprendemos las lecciones necesarias para que no vuelva a ocurrir. Incluso, dedicamos el tiempo y energía en ayudar a otros a que no les pase lo mismo. 
Cuando nos encontramos en una relación tóxica que no nos hace ser felices, no pasamos demasiado tiempo en ella, pues no sentimos miedo a la soledad, sino ilusión por volver a estar solo y tener la posibilidad de encontrar alguien más compatible. 
Y en lugar de mostrar agresividad, resentimiento o venganza hacia la otra persona, nos nace mostrar cariño, respeto y comprensión. 
Cuando vivimos desde el desapego, nuestra visión del mundo cambia.
Cambian las emociones, las reacciones corporales y nuestros análisis racionales.
Cambia nuestra forma de percibir la realidad y nuestras prioridades en la vida.
Es como si hubiéramos estado al borde de la muerte y, al volver, muchas de las cosas que nos parecían importantísimas, se vuelven secundarias para nosotros. Es como si volviéramos a nacer.
Somos personas diferentes. 
Ya no sentimos con el cuerpo ni pensamos con la mente, lo hacemos desde el corazón y desde el alma. Y entonces nada es lo mismo.
Tratemos de hacerlo porque esta forma de vivir acaba transformándose en liberación, libertad, optimismo, alegría, entusiasmo y plenitud.
Cariños y sonrisas
Irene

martes, 30 de octubre de 2018

RELATIVICEMOS LAS COSAS Y APRENDAMOS A VERLAS DESDE LA DISTANCIA Y DESDE EL ALMA

La palabra relativizar no significa dejar de darle importancia o querer ignorar la realidad. Etimológicamente, relativizar significa “poner en relación con otra cosa”.
Porque una cosa tiene que quedar clara: un mismo suceso puede ser altamente importante para una persona pero puede no significar tanto para otra. 
Y es que cada uno tenemos un sistema de valoración que hace que nuestras vivencias sean o no importantes para nosotros.
Entonces, aprendamos a ver las cosas desde otro punto de vista.
Nuestro cuerpo reacciona mediante la ira, la rabia, la tristeza, la frustración, la alegría…en función de los estímulos externos.
Nuestra mente, a través de un análisis racional, valora dichos estímulos externos, analiza datos y genera diferentes conclusiones, generalmente negativas y esa forma de vivir produce sufrimiento. 
Si ampliamos nuestra visión y adoptamos una postura más espiritual nuestra visión del mundo cambia y empezamos a encontrar pensamientos más positivos.
Cariños y sonrisas 
Irene



domingo, 28 de octubre de 2018

PRINCIPIOS ESPIRITUALES DEL DESAPEGO


El desapego. Conoce los principios espirituales para desapegarte

Hoy vamos a ver el primer principio
Para comprender y aplicar el desapego en nuestra vida tenemos que saber, tenemos que sentir que:
Nuestro cuerpo es el medio material que usa nuestra alma para interactuar en el mundo físico
Nuestro ego y nuestro cuerpo se preocupan por lo mental, por lo material. 

Es decir, por el trabajo, por comer, po r no ser humillado, por sobrevivir, por la búsqueda de placer, para evitar el conflicto (o provocarlo), para encontrar soluciones racionales a problemas…
Nuestra naturaleza es espiritual.
Nosotros, en Esencia,somos espíritu, somos alma.
Nuestro cuerpo y, especialmente, nuestro carácter se transforman cuando están conectados a nuestra alma o Esencia. 
Cuando logramos esa conexión nos comportamos, nos movemos e incluso cambiamos físicamente al conectar con nuestros propósitos más profundos.
Nuestra Esencia se preocupa por lo espiritual. Ello incluye las acciones altruistas, la mejora de las habilidades y capacidades, la colaboración, la cooperación, el hecho de mejorar el mundo y ayudar al prójimo…

Cariños y sonrisas
Irene

sábado, 27 de octubre de 2018

VIVAMOS NUESTRO PRESENTE Y ACEPTÉMOSLO

Hemos oído hablar del mindfulness
Vivamos aquí y ahora. 
Dejemos de vivir en el pasado o en el futuro porque un exceso de pasado es tristeza y un exceso de futuro ansiedad.
Vivir y ocuparse solo del presente es mucho más fácil que vivir pensando en aquel pasado que ya no podemos arreglar o ese futuro que es incontrolable y a veces incierto. 
Solo podremos disfrutar de lo que hacemos, cuando nuestro cuerpo y nuestra mente estén alineados.
Para ayudar a tu mente a centrarse en el presente, nada mejor que empezar a practicar la relajación para conseguirlo.


Aceptemos que las cosas son así, no todo está bajo nuestro control. 
La vida fluye y nada prevalece. 
Todo está en constante cambio y debemos aprender a aceptar y dejar de intentar cambiarlo todo y de controlarlo todo. 
Muchas veces las cosas son como son, por su orden natural y solo debemos sentarnos y mirar. Debemos aprender a hacer más de observadores que de jueces. No juzgar tanto a las personas o a las cosas y entender que son como son, ni mejor ni peor, simplemente son.
“Si vivo en el presente y lo acepto, sin juzgarlo, lograré vivir en paz”
Cariños y son risas
Irene

viernes, 26 de octubre de 2018

COMO PONER EN PRÁCTICA EL DESAPEGO?


Difícil poner el práctica el desapego?, ¿no?
¿CÓMO LO PONEMOS EN PRÁCTICA?
Aquí vemos algunos de los pasos que yo misma he seguido. No siempre es sencillo pero los resultados son maravillosos. 
Y como son varios los consejos, como siempre se los voy a ir dando de a una
1. CUIDEMOS NUESTRA COLUMNA PERSONAL 
Somos responsables de nosotros mismos. 
No pretendas dejar en los demás esta responsabilidad. 
Nadie debe cuidar de nosotros, salvo nosotros mismos. Nadie debe retirarnos las piedras del camino, ni andar por nosotros. 
Si queremos ir al gimnasio, vayamos, no esperemos que alguien nos apunte, nos busque un espacio en nuestra agenda y además nos anime a ir. Eso es nuestra responsabilidad.
Somos los únicos artífices de nuestra vida y de cada paso que damos.
Cultivemos nuestra propia felicidad, sintámonos responsables, maduros, tomemos conciencia de nuestras decisiones y de sus consecuencias, 
elijamos por nosotros mismos y no dejemos nunca que nuestro bienestar y nuestra salud mental dependan siempre de corazones ajenos.
Ya está bien de esperar que los demás hagan nuestro trabajo y que nos hagan felices, porque eso no va a pasar. 
Tomemos las riendas de nuestra vida y de nuestro bienestar personal, porque tal y como su nombre indica, nuestro bienestar es personal e intransferible. 
Cariños y sonrisas
Irene


jueves, 25 de octubre de 2018

AHORA SÍ, ¿QUÉ ES EL DESAPEGO?

El desapego mal entendido puede parecer puro egoísmo, pero nada más lejos de la realidad. Practicar el desapego no significa romper vínculos con todo aquello que es importante para mí, ni siquiera significa dejar de tener objetivos o de querer cosas. 
Más bien significa que aunque queramos algo, no lo necesitamos para vivir feliz.
Podemos querer una casa más grande, pero podemos a la vez aprender a apreciar la que tenemos, a valorar lo que tiene de bueno, a mejorar lo que no nos gusta, a agradecer la suerte de tener un techo y entender que aunque queramos una casa más grande, no la necesitamos para vivir. 
Esta casa que tenemos ahora, ya nos hace felices, cumple con todas nuestras necesidades. Tal vez, algún día me compremos una casa más grande, pero aún así, no habremos vivido solo pensando en eso, habremos disfrutado del camino. 
O tal vez, nunca la compremos y aún así seamos felices con lo que tenemos
Este es el poder del desapego, no dejamos de querer cosas o a personas, simplemente dejamos de aferrarnos a ello como si fuera lo único importante. 
Es andar mirando el camino y no el resultado. Los excesos nos ponen cadenas y no nos dejan ser libres.
En nuestras relaciones personales, el desapego es clave para nuestro bienestar. 
Podemos relacionarnos con el otr@ de una manera más libre, dejando espacios para la individualidad. 
Elijo al otr@ pero no lo necesito, preferimos estar con él(ella) pero puedo estar sin el otr@. 
Disfrutamos de compartir nuestro tiempo con el otr@, pero no vivo con el miedo a perderlo. 
El amor deja de ser necesidad para ser solo amor.
“Desapego es aprender a amar, a apreciar lo que tenemos y a involucrarnos en las relaciones de una manera más sana y equilibrada”

Cariños y sonrisas
Irene

miércoles, 24 de octubre de 2018

EL DESAPEGO COMO ANTÍTESIS DEL APEGO


El desapego es la antítesis del apego.
Es la capacidad de dejar ir. De rendirse.
De dejar que la vida y el universo sigan su curso libremente.
Es la capacidad de fluir con la realidad en lugar de ir contracorriente.
Es saber aceptar las cosas que no puedes cambiar y dejarlas marchar.
No estamos diciendo, ni mucho menos, que dejemos de luchar.
Al contrario, tenemos que seguir dándolo todo, en todo momento.
Tenemos que continuar persiguiendo nuestros objetivos y nuestros sueños. Tenemos trabajar duro por lo que queremos, y jamás debemos renunciar a nuestros proyectos e ilusiones.
Pero debemos poder hacerlo sin apegarnos, sin aferrarnos, sin obsesionarnos, sin volvernos adicto y, por supuesto, sin sufrir.
Porque, cuando logramos desapegarnos, dejamos, automáticamente de sufrir.
Y entonces nos damos cuenta de que nuestro cuerpo recupera toda su energía, que nuestra mente elimina de un plumazo sus miedos y limitaciones, y que nuestra alma vuelve a estar en armonía con su Esencia.
En ese momento, dejamos de sentir miedo, estrés, preocupación, ansiedad, frustración, tristeza…
Y todo ello deja paso a sensaciones de alegría, tranquilidad, armonía y plenitud.¿Cómo es eso posible?
Para entender y aplicar el desapego en nuestra vida tenes que llegar a un punto en el que nos importa muy poco lo que tiene relación con lo material y con el ego.
Sonará muy radical, pero así es, porque el desapego es un concepto espiritual, muy espiritual. 

EL EGO O CARÁCTER NO somoS nosotros. NI TAMPOCO nuestro CUERPO.

Cariños y sonrisas
Irene


martes, 23 de octubre de 2018

EL DESAPEGO Y LA ZONA DE CONFORT

Un día, el desapego llama a nuestra puerta. De hecho, siempre está llamando, pero no siempre escuchamos.
Pero entonces nuestro ego se resiste. Se resiste con todas sus fuerzas, porque no quiere cambiar, no quiere que cambiemos.
Y es que cambiar lo mataría, y el ego, como cualquier ser vivo, tiene su propio instinto de supervivencia.
El ego hace que nos apeguemos a todo aquello que nos mantiene dentro de nuestra zona de confort.
Y, para lograrlo, utiliza a todos sus secuaces: el miedo, la dependencia, la pereza, la inseguridad…
Pero, como bien sabemos, la zona de confort es un lugar donde no hay progreso, crecimiento personal o evolución de cualquier tipo (más bien involución).
Es un lugar que ‒como la misma palabra indica‒ es cómodo.
Y ese lugar nos va bien para descansar, para tomar una pausa o para digerir experiencias pasadas.
Pero no para pasar la vida entera ahí metido.
Por ello, cuando llevamos demasiado tiempo en esa zona de confort, empezamos a sufrir, a degradarnos y a sentir el daño y los efectos colaterales de los que hemos hablado al principio.
Por tanto, la pregunta es, ¿Cuánto vamos a esperar a salir de zona de confort? ¿En cuánto tiempo vamos a desapegarnos de lo que nos ata a ella?
¿Cuánto vamos a tardar en renunciar a esa persona que no nos hace caso para empezar a buscar a alguien que realmente nos ame? ¿Cuanta incertidumbre y frustración vamos a aguantar?
¿Cuánto tiempo vamos a tardar en dejar ese trabajo en el que nos explotan y que apenas nos da para vivir? ¿Cuántos sueños e ilusiones somos capaces de enterrar?
¿Cuánto tiempo pretendemos vivir con una pareja que no nos ama y que hace que nuestra vida sea un suplicio? ¿Cuántos días felices en los que podríamos estar con el amor verdadero vamos a malgastar?
¿Cuánto tiempo vamos a insistir en defender nuestro punto de vista sólo para tener razón (aun sabiendo que no la tenemos)? ¿Cuántas buenas ideas dejaremos escapar por culpa de nuestro orgullo?
¿Cuántas decisiones somos capaces de tomar para contentar a nuestra familia en lugar de a nosotros mismos? ¿Cuántas veces somos capaces de traicionar a nuestra persona?
Espero que no muchas…
Cariños y sonrisas
Irene

lunes, 22 de octubre de 2018

A QUÉ NOS APEGAMOS EN LA VIDA?

A lo largo de nuestras vidas nos apegamos a muchísimas cosas, tantas que resulta fácil encontrar ejemplos con los que, casi con toda seguridad, nos sentiremos identificados
Nos apegamos a ciertas amistades cuando somos niños. 
Tanto, que el miedo a separarnos de ellos puede condicionar nuestras decisiones, desde nuestros estudios a nuestro futuro lugar de residencia. 
Nos apegamos a un amor platónico. 
Tanto, que pasamos horas pensando en ella (o él), en cómo la conquistaremos y en cómo será una futura vida conjunta. 
Finalmente, si no somos correspondidos, acabamos por sentirnos tristes, frustrados y decepcionados. 
Nos apegamos a un trabajo estable que nos permite sobrevivir haciendo algo que no nos gusta. Tanto, que somos capaces de pasar una vida entera realizándolo mientras dejamos escapar nuestra felicidad, nuestros sueños y nuestras aspiraciones. 
Nos apegamos a una pareja. Tanto, que a veces, incluso cuando sentimos que la relación es tóxica para nosotros, seguimos con ella por miedo a la soledad y por temor a no encontrar nunca a alguien que nos quiera. 
Nos apegamos a una idea o punto de vista. Tanto, que cuando alguien nos lleva la contraria, acabamos montando en cólera. Y nos apegamos a nuestros planes. 
Tanto, que cuando las cosas no salen como esperábamos, maldecimos al mundo entero y a cualquiera que se cruce en nuestro camino. 
Nos apegamos a nuestro smartphone o a nuestro computador. 
Tanto, que acabamos construyendo una vida alrededor de estos objetos. Y un día, cuando no los tenemos, actuamos como drogadictos sin su dosis. 
O peor, hemos olvidado lo que es salir a dar paseo o relacionarnos con personas de carne y hueso. 
Nos apegamos a nuestra familia. 
Tanto, que para no separarnos de ellos somos capaces de dejar pasar una oportunidad laboral en el extranjero. 
O de ejercer un trabajo que les gusta más a ellos que a nosotros mismos. 
O incluso de elegir a una pareja buscando su beneplácito. 
¿Nos suena de algo alguno de estos ejemplos?
¿HASTA CUANDO VAMOS A APEGARNOS?
Cariños y sonrisas
Irene

domingo, 21 de octubre de 2018

QUÉ ES EL APEGO?

El apego ‒del verbo apegarse‒ es sinónimo de aferrarse, de atarse e incluso de establecer dependencia u obsesión hacia algo o alguien.
Cuando nos apegamos a un objeto, idea, actividad o persona, acabas generando con ellos fuertes vínculos. 
Tan fuertes que podemos volvernos adictos a ellos.
Y, cuando somos adicto a algo, nuestra vida acaba por girar entorno a esa adicción. 
Estamos dispuestos a todo para no dejar ir ese objeto, actividad o persona. 
Hacemos todo lo que esté en nuestra mano para seguir a su lado y alimentar los vínculos que os unen.
No tiene nada de malo tejer y alimentar vínculos con personas, ideas, actividades e incluso objetos. 
El problema de las adicciones es que suelen acabar por limitar nuestra vida, e incluso por dominarla. 
Y toda limitación acaba por causarnos ciertos daños o, si lo preferimos, efectos colaterales.
Uno de estos efectos colaterales es la ansiedad, amiga íntima del estrés. 
Otro efecto colateral es el miedo, que suele ser primo-hermano de la ira y la violencia. 
También podríamos añadir la frustración, la decepción o la depresión. 
Y, finalmente, nos encontramos con la enfermedad, consecuencia última de todas las formas de sufrimiento.
Lógicamente, todo ello nos aparta de nuestro camino y hace que nos sintamos infelices y perdidos en la vida, ¿no es así?
Cariños y sonrisas
Irene

viernes, 19 de octubre de 2018

QUÉ ELEGIMOS VIVIR?

Hay dos tipos de personas: las que aprovechan la vida al máximo marcándose constantemente nuevos objetivos, retos y desafíos, y las que tienden a quedarse siempre tal cómo están para vivir una vida de perfil plano.
Es decir, una vida ausente de estímulos, ilusiones y nuevos proyectos.
¿Acaso no es esto último el peor destino que puede tener una vida humana? Para mí sí.
Para mí, lo peor no es ni la muerte ni una larga enfermedad.
Para mí, lo peor sería pasarme la vida víctima del miedo sin hacer nada, sin perseguir mis sueños y sin aprovechar las oportunidades que van apareciendo por el camino.
¿Y cuál suele ser la diferencia entre vivir un tipo de vida u otra? Muchas veces sólo una: el miedo.
cariños y sonrisas
Irene

jueves, 18 de octubre de 2018

EL MIEDO NOS PROTEGE O NOS INMOVILIZA?

Dicen que el miedo está ahí para protegernos, cuando somos demasiado arriesgados.
Yo opino, sin embargo, que lo que hace es sabotear la mayoría de nuestros intentos por labrarnos un futuro mejor.
El miedo impide que llevemos a cabo proyectos ilusionantes o viajes repletos de aventuras.
El miedo nos frena a la hora de adquirir nuevos aprendizajes, realizar nuevas inversiones o establecer nuevas relaciones.
En definitiva, el miedo frena en seco nuestra evolución personal.
Pero la pregunta es: ¿de qué tenemos miedo?, ¿qué es lo peor que podría pasarnos?
Para algunos, lo peor que puede ocurrir es la muerte. Pero la muerte, según nuestro punto de vista y creencias personales, puede que sea, simplemente, la antesala de un nuevo inicio.
Para otros lo peor sería una larga enfermedad o una gran limitación física de por vida, dos situaciones extremas difíciles de gestionar.
A lo largo de la vida, uno ve personas que han sufrido cualquiera de estas circunstancias y algunos se hunden irremediablemente fruto de la rabia y la frustración. Otros, sin embargo, se adaptan a su nueva realidad, dan lo mejor de sí mismos y acaban siendo felices mientras inspiran y sirven de ejemplo a los demás.
Ellos demuestran una cosa: que toda situación extrema, también puede aportarnos aprendizajes extremos y, por tanto, una evolución personal extrema.
Así pues, no vivamos presos del miedo!!
Hagamos lo que realmente queramos hacer, con prudencia, eso sí, pero jamás con temor.
Y si pasa algo, enfrentémonos a ello de la mejor forma posible.
¿De qué nos sirve, pues, el miedo?
Sólo para una cosa: para limitarnos.
Cariños y sonrisas
Irene


martes, 16 de octubre de 2018

COMO ELIMINAR EL MIEDO DE NUESTRA VIDA

Hoy vamos a hablar de cómo eliminar el miedo en nuestra vida, una emoción con la que todos hemos tenido y tenemos que lidiar constantemente en nuestro día a día.
¿Por qué queremos hablar precisamente del miedo? Porque esta emoción es una de las peores interferencias que tiene el ser humano a la hora de lograr sus objetivos y realizar sus sueños.
Por tanto, vale la pena realizar algunas reflexiones al respecto para comprenderlo y saber manejarlo de la mejor forma posible, pero como son varias las iremos dando de a una.
La razón más importante por la que deberíamos eliminar el miedo de nuestra vida es porque…
1. El miedo nos limita
Actuar sin miedo es sinónimo de actuar forma libre y fluida.
Y es el primer paso a la hora de escucharnos a nosotros mismos, marcarnos nuestros objetivos y luchar por lo que queremos.
Por tanto, sólo sin miedo podemos saber quiénes somos, desarrollar todo nuestro potencial y ejercer plenamente nuestro libre albedrío.
La mayoría de conductas erráticas, como la inseguridad, la timidez excesiva, la mentira, el aislamiento, la sumisión, la agresividad o la violencia parten del miedo. Así pues, uno de los primeros pasos para ser feliz es eliminar el miedo, pero, -¿miedo de qué?, ¿acaso hay algo que temer?.
Cariños y sonrisas
Irene