lunes, 30 de noviembre de 2020

CÓMO MEJORAR MI AUTOCONFIANZA?

La confianza en nuestras capacidades y en nosotros mismos es un pilar fundamental para la automotivación, para avanzar y sacar la mejor versión de nosotros mismos y desarrollar nuestras potencialidades.
Pero todos sabemos que hay muchos factores que pueden afectar nuestra autoconfianza: malas experiencias, fracasos, críticas negativas o "etiquetas" que nos acompañan desde hace tiempo..
Hay algunos factores a tener en cuenta para mejorar nuestra autoconfianza: Compararnos solamente con nosotros mismos:
De nada sirve comparar nuestras cualidades o rendimiento con otras personas,  muchas veces incluso idealizamos a los demás.. imaginamos que tienen vidas perfectas, extremadamente felices, o no vemos todo el esfuerzo que hay detrás de los éxitos (las redes sociales y la publicidad tienen mucha culpa de esta idealización del éxito, la belleza y la felicidad..) no podemos comparar nuestro camino con el de otra persona.
Sí podemos buscar inspiración, consejos.. pero sin compararnos: nosotros somos nosotros, y tenemos que centrar nuestra atención en nuestro camino, la atención ha de estar en nosotros mismos.
Te pongo un ejemplo: si estoy preparándome para una competición deportiva, no puedo estar comparando mis marcas con la de atletas mucho mejores que yo o que están en otro nivel.. no es productivo. 
Para avanzar he de comparar mis marcas de hoy con mis marcas del pasado: mejorar mis propias marcas y ver hasta donde llego. 
Sí puedo inspirarme por atletas que admiro, ver qué planes de entrenamiento han seguido, etc. 
Pero el centro de mi atención ha de estar en mi propio camino, en mis entrenamientos y en mejorar mis propias marcas.
Inspírate en los demás para aprender, pero compárate sólo contigo mismo.
Querer ser otra persona es un desperdicio de la persona que eres.-Marilyn Monroe.
Cariños y sonrisas
Irene

viernes, 27 de noviembre de 2020

COMO MANEJAR LOS MIEDOS QUE TENEMOS A LA HORA DE VOLVER A LA "NORMALIDAD"

Después de un periodo inimaginablemente largo de confinamiento por la pandemia de Covid-19, nos empezamos a enfrentar ahora al periodo de desconfinamiento.
Aparentemente, este deseado momento debería estar pleno de alegría desbordada, entusiasmo y otras emociones parecidas.
Sin embargo, se detecta con cierta facilidad, que no siempre es la alegría la emoción que monopoliza el momento. 
Nuestro viejo conocido, el miedo, vuelve a hacer su aparición y por partida doble, al menos.
Ante la situación de salir del confinamiento nos invade el miedo al contagio. 
Hemos permanecido durante mucho días en un entorno en el que podíamos controlar bastante los riesgos. 
Salíamos a comprar con guantes, mascarilla reutilizada y nos manteníamos a distancia de la gente en el supermercado. Veíamos a los vecinos desde el balcón o la ventana, etc. Y al regresar de la fugaz salida realizábamos el ritual del lavado de manos, los zapatos, … la rutina que nos daba seguridad y, por lo tanto, nos quitaba el miedo.
Pero ahora saldremos a la calle de forma paulatina, no para comprar o para ir al trabajo y volver, sino para reiniciar nuestra vida. 
Es casi inevitable que sintamos miedo o reparo a pararnos a hablar con alguien, a compartir un ascensor para ir al octavo piso o a subir a un autobús.
Este miedo a contagiarnos estará muy presente. 
Pero no es el único miedo que nos acompañará en el desconfinamiento: saldremos con miedo a lo que vendrá, a cómo será ahora nuestro trabajo y a si nuestra empresa, negocio, etc. saldrá adelante.
Son como dos fuerzas contrapuestas que tiran de nosotros, una busca evitar al máximo el contagio que puede llegar al salir y relacionarnos, y por otro lado, la otra fuerza que nos obliga a salir ya, cuanto antes, y retomar nuestra actividad para salvar nuestra economía.
No resulta fácil conciliar esas dos fuerzas, ambas manifestaciones de la misma emoción: el miedo, que nos llevan a cumplir con tareas pero no a ser creativos, a segregar cortisol y activar el circuito del estrés.   
Esta situación hace que nos sea mucho más difícil utilizar nuestros recursos ligados a la emoción alegría, que nos proporcionaría la creatividad.
¿Cómo podemos activar estos recursos?
Nos encontramos en la parte final de un largo túnel, la travesía está siendo mucho más dura de lo que pensábamos o podíamos imaginar, y hemos perdido mucho más de lo esperado, desgraciadamente, vidas de seres queridos y otras pérdidas que, comparadas con esas, no tienen ni lugar en este artículo.
Pero aquí estamos, superando la crisis y en la mayoría de los casos, siendo más resilientes.
Ése es el punto de partida para conseguir nuestra dosis de alegría. 
Si hacemos balance de nuestros logros y le añadimos el esfuerzo y el sacrificio de todos, tendremos elementos positivos suficientes para sentir esa alegría.
Para ello podemos utilizar las siguientes pautas:
1. Para evitar el rechazo al contacto con otras personas:
• Tomar precauciones para protegernos y proteger a los demás
• Alegrarnos de poder hablar en directo con otras personas, aunque sea manteniendo la distancia de seguridad de dos metros que indican las autoridades sanitarias
• Disfrutar de volver a movernos al aire libre, con el impacto de endorfinas que eso conlleva
• Por último, el citado rechazo está en nuestra mente, podemos ver a la persona que nos encontramos como un “compañero de viaje” al que procuramos proteger y entender
2. Para vencer al miedo a lo que nos depare el futuro y la viabilidad de nuestro trabajo:
• Hagamos un balance de lo más positivo y lo más negativo de la situación laboral de nuestro negocio. Detectemos los peores augurios y busquemos posibles respuestas. 
Con eso pasamos de vivir la situación con miedo, como si se tratara de una amenaza, a vivirla con actitud de afrontar un reto, lo que automáticamente activa los sistemas positivos y de creatividad antes citado
• Analicemos qué cosas tenemos que cambiar como resultado de la pandemia y pongámonos en marcha
Con estas acciones podemos plantearnos el desconfinamiento con mejores herramientas para salir adelante.
En conclusión,
Debemos recuperar la confianza, en nosotros mismos y en los demás. Todos somos vulnerables y eso nos aúna.
Tenemos que dedicar tiempo y esfuerzo para ver el lado positivo de la nueva situación y alegrarnos de haber llegado hasta aquí.
Esta actitud positiva pondrá en marcha nuestro cerebro en mejores condiciones y con más recursos para afrontar con éxito este nuevo reto del desconfinamiento.
Cariños y sonrisas
Irene

martes, 24 de noviembre de 2020

TRES PASOS PARA ELIMINAR EL MIEDO DE NUESTRA VIDA

La fórmula consta de tres simples pasos.
1. Reconocer nuestros miedos
Para ello, basta con hacerse constantemente las preguntas siguientes: ¿Hago lo que hago por causa del miedo? O, por el contrario: ¿Dejo de hacer lo que realmente quiero hacer a causa del temor?
Hagámonos estas preguntas a lo largo del día a día cada vez que te encuentres ante una situación que nos incomode, nos bloquee o nos paralice. 
Preguntémonos cuando no nos atrevemos a entablar una conversación con un desconocido que nos resulta atractivo, cuando no tenemos valor de dejar ese trabajo que detestamos, cuando no somos capaces de decirle a la chica que la amamos o cuando no tenemos valor de responder a los hijos cuando nos gritan como si fueran nuestros padres.
No paremos de hacernos estas dos preguntas para poder identificar qué situaciones nos producen miedo. 
Lógicamente, debemos ser honesto con nosotros mismos cuando las contestemos y, por tanto, dejar a un lado el autoengaño de la mente.
2. Reflexionemos sobre ellos
Una vez hayamos identificado una situación que nos produce miedo, tomémonos el  tiempo y reflexionemos sobre ella: 
¿Qué me da miedo exactamente y por qué motivo? 
Identificar qué es exactamente lo que nos genera miedo y por qué motivo nos lo genera.
Cuando seamos capaces de responder a estas dos cuestiones descubriremos dos cosas: la fuente que activa nuestros miedos y la carencia personal que lo permite. 
Sea lo que sea, cada persona es distinta, así que tomémonos tiempo y exploremos cada uno de nuestros miedos. 
Cuando identifiquemos uno y hayamos reflexionado sobre él, al vez entonces nos demos cuenta que, probablemente, ese miedo es inútil e injustificado. 
Es decir, que no nos sirve para nada y, encima, limita nuestra vida y nuestra felicidad.
A veces basta con seguir los dos primeros pasos para eliminar el miedo. El hecho de ser conscientes de nuestros miedos nos permite identificarlos. Y el hecho de realizar un trabajo reflexivo al respecto puede crear de forma automática ciertas actitudes que nos ayudan a afrontarlos de forma más eficaz cuando vuelven a aparecen en nuestra vida.
En otros casos, sin embargo, los miedos están demasiado enquistados u ocultos y nuestras actitudes están demasiado interiorizadas para que cambien con un simple trabajo introspectivo. 
En ese caso, tal vez necesitemos la ayuda de un profesional cualificado 
3. Pasemos a la acción y afrontémoslos
Para eliminar el miedo les propongo un ejercicio muy simple: 
Hagamos una lista de los miedos que hemos trabajado en los primeros dos pasos que les he explicado. 
Elijamos uno de ellos, algo que no sea muy complicado, ya tendremos tiempo para trabajar con los más difíciles.
Ahora, inventemos una tarea que nos permita contrarrestarlo y que sea factible de realizar, lo cual no debería sernos difícil. 
Repite este ejercicio con regularidad para trabajar uno de tus miedos, y luego otro, y otro…hasta que logres eliminar de tu vida los que te resulten más molestos. 
Cuando haya pasado cierto tiempo, echemos la vista hacia atrás y observemos qué ha ocurrido: ¿Qué cambios positivos ha habido en nuestra vida? ¿Qué objetivos o logros hemos conseguido? ¿Cómo nos sentimos contigo mismo?…Probablemente nos llevemos una agradable sorpresa.
Deshagámonos de los miedos que nos limitan!!!!
Cariños y sonrisas
Irene

jueves, 19 de noviembre de 2020

QUITÉMONOS LOS MIEDOS

Qué es el miedo?"El miedo o temor es una emoción caracterizada por una intensa sensación desagradable provocada por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente, futuro o incluso pasado. ... " Ante esta definición, creo que nadie quiere solucionar las cosas por miedo a las consecuencias que puedan traer las soluciones que pensamos.
Cuando andamos depres por algo que ya pasó, debemos también quitarnos el miedo de lo que pasó, o el miedo de que vuelva a pasar.
Cuando nos enfrentamos a nosotros mismos y descubrimos porque le tenemos miedo a las cosas que nos deprimen, encontramos respuesta segura.
Ahora, que ya sabemos a que le tememos… debemos enfrentarlo por completo y hacer algo al respecto.
Cariños y sonrisas
Irene


lunes, 16 de noviembre de 2020

NOS FALTAMOS EL RESPETO A NOSOTROS MISMOS?


Normalmente la falta de respeto por nosotros mismos viene dada por una baja autoestima. 
Si no nos amamos, queremos, estimamos a nosotros mismos, no somos capaces de reconocer nuestras capacidades y habilidades, y nos descalificamos continuamente, hablando negativamente de nosotros mismos. 
Es en estos casos cuando permitimos que los demás abusen de nosotros y nos maltraten, y nosotros, como estamos seguros de no valer nada, aceptamos ese comportamiento como el único posible que podemos recibir.
Si no nos respetamos a nosotros mismos acabamos ignorando lo que deseamos y necesitamos y tomamos decisiones solo basándonos en los estímulos o peticiones que nos llegan del exterior: 
estudiamos determinada carrera porque nuestros padres así lo quieren 
o nos casamos y tenemos hijos solo porque a nuestra pareja lo quiere.
Para respetarnos a nosotros mismos debemos reconocer nuestras necesidades y anhelos y satisfacerlos. 
Normalmente esto se equipara con egoísmo, pero no es así. No se trata de ir pisando a los demás mientras satisfacemos nuestras necesidades, solo debemos darles la misma importancia que a las de los demás.
También debemos reconocer nuestros propios sentimientos, saber cuándo estamos enojados o defraudados y expresarlos, siempre respetando a los demás.
Una vez que hayamos hecho esto, deberemos intentar invertir más tiempo y energía en lo que realmente queremos, quitándoselo a lo que en realidad no nos importa. 
De ese modo nos daremos la oportunidad de ser felices y sentirnos satisfechos y respetados, por nosotros mismos y por los demás.
Cariños y sonrisas
Irene

viernes, 13 de noviembre de 2020

ESTÁS SANO MENTALMENTE?


Hoy les traigo una serie de definiciones que son importantes, sobre todo en estos momentos de aislamiento ya sea parcial o total:
¿Qué es la salud mental?
La salud mental abarca nuestro bienestar emocional, psicológico y social. 
Afecta la forma en que pensamos, sentimos y actuamos cuando enfrentamos la vida. 
También nos ayuda a determinar cómo manejamos el estrés, nos relacionamos con los demás y tomamos decisiones. 
La salud mental es importante en todas las etapas de la vida, desde la niñez y la adolescencia hasta la adultez y la vejez.
¿Qué son las enfermedades mentales?
Las enfermedades mentales son afecciones graves que pueden afectar la manera de pensar, su humor y su comportamiento. Pueden ser ocasionales o de larga duración. 
Pueden afectar su capacidad de relacionarse con los demás y funcionar cada día. 
Los problemas mentales son comunes, más de la mitad del mundo será diagnosticado con un trastorno mental en algún momento de su vida que van desde la angustia, la depresión hasta  problemas de personalidad,
Sin embargo, hay tratamientos disponibles. 
Las personas con trastornos de salud mental pueden mejorar y muchas de ellas se recuperan por completo.
¿Por qué es importante la salud mental?
La salud mental es importante porque puede ayudarte a:
- Enfrentar el estrés de la vida
- Estar físicamente saludable
- Tener relaciones sanas
- Contribuir en forma significativa a su comunidad
- Trabajar productivamente
- Alcanzar su completo potencial
Tu salud mental también es importante porque puede afectar su salud física. 
Por ejemplo, los trastornos mentales pueden aumentar su riesgo de problemas de salud física, como accidente cerebrovascular, diabetes tipo 2 y enfermedades cardíacas.
¿Qué puede afectar mi salud mental?
Hay muchos factores diferentes que pueden afectar tu salud mental, incluyendo:
= Factores biológicos, como los genes o la química del cerebro
= Experiencias de vida, como trauma o abuso
= Antecedentes familiares de problemas de salud mental
= Su estilo de vida, como la dieta, actividad física y consumo de sustancias
También puedes modificar tu salud mental tomando medidas para mejorarla, como hacer meditación, usar técnicas de relajación y ser agradecido.
Con el tiempo, tu salud mental puede cambiar. 
Por ejemplo, puedes estar enfrentando una situación difícil, como tratar de controlar una enfermedad crónica, cuidar a un pariente enfermo o tener problemas de dinero. 
La situación puede agotarte y abrumar tu capacidad de lidiar con ella. 
Esto puede empeorar su salud mental. Por otro lado, recibir terapia puede mejorarla.
¿Cuáles son las señales de tener un problema de salud mental?
Cuando se trata de sus emociones, puede ser difícil saber qué es normal y qué no. 
Pero los problema de salud mental tienen signos de advertencia, como:
1. Cambios en los hábitos alimenticios o de sueño
2. Aislarse de las personas y actividades que disfruta
3. Tener nada o poca energía
4. Sentirte vacío o como si nada importara
5. Tener dolores y molestias inexplicables
6. Sentirte impotente o sin esperanza
7. Fumar, beber o usar drogas más de lo habitual
8. Sentirte inusualmente confundido, olvidadizo, enojado, molesto, preocupado o asustado
9.Tener cambios de humor severos que causen problemas en tus relaciones
10. Tener pensamientos y recuerdos que no puedes sacar de tu cabeza
11. Escuchar voces o creer cosas que no son ciertas
12. Pensar en lastimarte a sí mismo o a otros
13. No poder realizar tareas diarias como cuidar a tus hijos o ir al trabajo o la escuela
¿Qué debo hacer si creo que tengo un problema de salud mental?
Si crees que puedes tener un problema de salud mental, busca ayuda. 
La terapia de conversación y / o los medicamentos pueden tratar los trastornos mentales. 
Si no sabes por dónde comenzar, habla con tu médico.
Cariños y sonrisas
Irene




lunes, 9 de noviembre de 2020

UN TIP PARA TENER UNA VIDA EMOCIONAL SALUDABLE EN ESTAS ÉPOCAS

¿Hace mucho que no haces algo por primera vez? 
Sorprenderse haciendo algo nuevo o simplemente dejando que la vida o las personas te presenten cosas nuevas. 
Mirar el mundo desde una perspectiva diferente puede hacer mucho por tu salud mental. 
Escuchar a los demás, dejarse sorprender por las novedades.
Hacer algo por primera es un estimulante natural que protege tu salud mental del estancamiento. 
Esa sensación de inquietud (a veces miedo) por no saber cómo va a salir la cosa. Es que es la primera vez y estamos nerviosos, pero no son los nervios que paralizan, sino los que nos motivan a descubrir nuestros límites y a superarnos.
Carinos y sonrisas
Irene

jueves, 5 de noviembre de 2020

LA COMUNICACIÓN ES LA BASE DEL EQUILIBRIO EMOCIONAL


Resulta imprescindible saber comunicarnos, entendernos y comprendernos los unos a los otros. 

Una buena o mala comunicación puede marcar la diferencia entre tener una vida feliz o tenerla llena de problemas. 
Para que la comunicación sea efectiva y emocionalmente sana, partiremos de las siguientes premisas: 
  1. Tendremos la actitud adecuada para dialogar, 
  2. nos centraremos en un tema en concreto, 
  3. escucharemos con atención, 
  4. nos expresaremos de forma clara y directa,
  5.  diremos lo que pensamos y sentimos, 
  6. aceptaremos la opinión del otro, 
  7. no daremos nada por supuesto, preguntaremos, 
  8. seremos coherentes con lo que decimos y lo que expresamos de una manera no verbal.
  9. Cariños y sonrisas
  10. Irene

martes, 3 de noviembre de 2020

REACCIONES FRECUENTES DE LOS ADULTOS MAYORES FRENTE AL VIRUS


Hay en ellos una gran preocupación acerca de cómo protegerse del virus porque corren mayor riesgo de enfermarse gravemente

También hay preocupación por la posible interrupción de los servicios comunitarios y de atención médica a causa del cierre de establecimientos o la reducción de servicios y como usar el transporte público.
Se Sienten socialmente aislados, especialmente si viven solos o en una casa de reposo que no admite visitas a causa del brote.
Se culpan porque sus seres queridos los tienen que ayudar con sus actividades de la vida cotidiana.
Y todavía hay mayores niveles de angustia si:
1.- Tienen problemas de salud mental anteriores al brote, como depresión.
2.- Viven en hogares de bajos recursos o tienen barreras idiomáticas
3.- Sufren estigma a causa de su edad, raza o grupo étnico, discapacidad, o porque se los percibe como posibles agentes de propagación del COVID-19.
Brinde apoyo a sus seres queridos, comuníquese con sus seres queridos con frecuencia. 
Los sistemas de comunicación virtual pueden ayudarle y ayudar a sus seres queridos a sentirse menos solos y aislados. 
Conéctese con sus seres queridos por:
Teléfono, Correo electrónico, Whatapps, Videoconferencia, mensajes de texto, Redes sociales, hasta Cartas o tarjetas que envía por correo, 
Ayude a sus seres queridos a mantenerse protegidos.
Sepa qué medicamentos toma su ser querido. 
Intente ayudarlo a contar con un suministro para 4 semanas de sus medicamentos recetados y de venta libre, y vea si puede ayudarlo a tener un extra a mano.
Monitoree otros suministros médicos (oxígeno, artículos para la incontinencia, diálisis, suministros para curar heridas) necesarios para crear un plan de respaldo.
Mantenga una reserva de alimentos no perecederos (comidas enlatadas, legumbres secas, pasta) para tener a mano en casa y no tener que salir de compras tan seguido.
Si cuida a un ser querido en un establecimiento geriátrico, monitoree la situación y hable con los administradores del establecimiento o su personal por teléfono. 
Consulte con frecuencia acerca de la salud de los demás residentes y conozca el protocolo en caso de un brote.
Y además cuide su propia salud emocional. 
Cuidar a un ser querido tiene consecuencias emocionales, especialmente durante un brote como el del COVID-19. 
Existen formas de encontrar apoyo para usted.
Cariños y sonrisas
Irene