miércoles, 31 de octubre de 2018

LO QUE OCURRE CUANDO VIVIMOS DESDE EL DESAPEGO




Cuando vivimos desde el desapego, acabamos gestionando y sintiendo la vida de otra forma.
Pongamos algún ejemplo: Recordemos los casos anteriores: 
Si la chica que nos interesa no nos hace caso, ya no nos entristecemos. Cuando hemos luchado lo suficiente, la dejaremos ir sin rencor. 
Puede que entendamos que no era la persona adecuada. 
Y, en lugar de sentirnos frustrados o deprimidos, nos lanzaremos con entusiasmo a buscar a alguien más afín a nosotros. 
Si el trabajo no nos hace feliz (esté o no bien remunerado), en lugar de seguir en él indefinidamente y quejarnos, lo usas como una oportunidad para aprender.
Y, cuando llega el momento adecuado, daremos el paso de dejar la empresa (o crear la tuya propia)
Cuando hemos sufrido un accidente o percance, como cuando nos fracturamos, o entraron a robar en nuestra casa, no perdemos el tiempo en lamentarnos y blasfemar contra el mundo o contra Dios. 
Simplemente, nos adaptamos a la situación, luchamos por salir adelante y aprendemos las lecciones necesarias para que no vuelva a ocurrir. Incluso, dedicamos el tiempo y energía en ayudar a otros a que no les pase lo mismo. 
Cuando nos encontramos en una relación tóxica que no nos hace ser felices, no pasamos demasiado tiempo en ella, pues no sentimos miedo a la soledad, sino ilusión por volver a estar solo y tener la posibilidad de encontrar alguien más compatible. 
Y en lugar de mostrar agresividad, resentimiento o venganza hacia la otra persona, nos nace mostrar cariño, respeto y comprensión. 
Cuando vivimos desde el desapego, nuestra visión del mundo cambia.
Cambian las emociones, las reacciones corporales y nuestros análisis racionales.
Cambia nuestra forma de percibir la realidad y nuestras prioridades en la vida.
Es como si hubiéramos estado al borde de la muerte y, al volver, muchas de las cosas que nos parecían importantísimas, se vuelven secundarias para nosotros. Es como si volviéramos a nacer.
Somos personas diferentes. 
Ya no sentimos con el cuerpo ni pensamos con la mente, lo hacemos desde el corazón y desde el alma. Y entonces nada es lo mismo.
Tratemos de hacerlo porque esta forma de vivir acaba transformándose en liberación, libertad, optimismo, alegría, entusiasmo y plenitud.
Cariños y sonrisas
Irene

martes, 30 de octubre de 2018

RELATIVICEMOS LAS COSAS Y APRENDAMOS A VERLAS DESDE LA DISTANCIA Y DESDE EL ALMA

La palabra relativizar no significa dejar de darle importancia o querer ignorar la realidad. Etimológicamente, relativizar significa “poner en relación con otra cosa”.
Porque una cosa tiene que quedar clara: un mismo suceso puede ser altamente importante para una persona pero puede no significar tanto para otra. 
Y es que cada uno tenemos un sistema de valoración que hace que nuestras vivencias sean o no importantes para nosotros.
Entonces, aprendamos a ver las cosas desde otro punto de vista.
Nuestro cuerpo reacciona mediante la ira, la rabia, la tristeza, la frustración, la alegría…en función de los estímulos externos.
Nuestra mente, a través de un análisis racional, valora dichos estímulos externos, analiza datos y genera diferentes conclusiones, generalmente negativas y esa forma de vivir produce sufrimiento. 
Si ampliamos nuestra visión y adoptamos una postura más espiritual nuestra visión del mundo cambia y empezamos a encontrar pensamientos más positivos.
Cariños y sonrisas 
Irene



domingo, 28 de octubre de 2018

PRINCIPIOS ESPIRITUALES DEL DESAPEGO


El desapego. Conoce los principios espirituales para desapegarte

Hoy vamos a ver el primer principio
Para comprender y aplicar el desapego en nuestra vida tenemos que saber, tenemos que sentir que:
Nuestro cuerpo es el medio material que usa nuestra alma para interactuar en el mundo físico
Nuestro ego y nuestro cuerpo se preocupan por lo mental, por lo material. 

Es decir, por el trabajo, por comer, po r no ser humillado, por sobrevivir, por la búsqueda de placer, para evitar el conflicto (o provocarlo), para encontrar soluciones racionales a problemas…
Nuestra naturaleza es espiritual.
Nosotros, en Esencia,somos espíritu, somos alma.
Nuestro cuerpo y, especialmente, nuestro carácter se transforman cuando están conectados a nuestra alma o Esencia. 
Cuando logramos esa conexión nos comportamos, nos movemos e incluso cambiamos físicamente al conectar con nuestros propósitos más profundos.
Nuestra Esencia se preocupa por lo espiritual. Ello incluye las acciones altruistas, la mejora de las habilidades y capacidades, la colaboración, la cooperación, el hecho de mejorar el mundo y ayudar al prójimo…

Cariños y sonrisas
Irene

sábado, 27 de octubre de 2018

VIVAMOS NUESTRO PRESENTE Y ACEPTÉMOSLO

Hemos oído hablar del mindfulness
Vivamos aquí y ahora. 
Dejemos de vivir en el pasado o en el futuro porque un exceso de pasado es tristeza y un exceso de futuro ansiedad.
Vivir y ocuparse solo del presente es mucho más fácil que vivir pensando en aquel pasado que ya no podemos arreglar o ese futuro que es incontrolable y a veces incierto. 
Solo podremos disfrutar de lo que hacemos, cuando nuestro cuerpo y nuestra mente estén alineados.
Para ayudar a tu mente a centrarse en el presente, nada mejor que empezar a practicar la relajación para conseguirlo.


Aceptemos que las cosas son así, no todo está bajo nuestro control. 
La vida fluye y nada prevalece. 
Todo está en constante cambio y debemos aprender a aceptar y dejar de intentar cambiarlo todo y de controlarlo todo. 
Muchas veces las cosas son como son, por su orden natural y solo debemos sentarnos y mirar. Debemos aprender a hacer más de observadores que de jueces. No juzgar tanto a las personas o a las cosas y entender que son como son, ni mejor ni peor, simplemente son.
“Si vivo en el presente y lo acepto, sin juzgarlo, lograré vivir en paz”
Cariños y son risas
Irene

viernes, 26 de octubre de 2018

COMO PONER EN PRÁCTICA EL DESAPEGO?


Difícil poner el práctica el desapego?, ¿no?
¿CÓMO LO PONEMOS EN PRÁCTICA?
Aquí vemos algunos de los pasos que yo misma he seguido. No siempre es sencillo pero los resultados son maravillosos. 
Y como son varios los consejos, como siempre se los voy a ir dando de a una
1. CUIDEMOS NUESTRA COLUMNA PERSONAL 
Somos responsables de nosotros mismos. 
No pretendas dejar en los demás esta responsabilidad. 
Nadie debe cuidar de nosotros, salvo nosotros mismos. Nadie debe retirarnos las piedras del camino, ni andar por nosotros. 
Si queremos ir al gimnasio, vayamos, no esperemos que alguien nos apunte, nos busque un espacio en nuestra agenda y además nos anime a ir. Eso es nuestra responsabilidad.
Somos los únicos artífices de nuestra vida y de cada paso que damos.
Cultivemos nuestra propia felicidad, sintámonos responsables, maduros, tomemos conciencia de nuestras decisiones y de sus consecuencias, 
elijamos por nosotros mismos y no dejemos nunca que nuestro bienestar y nuestra salud mental dependan siempre de corazones ajenos.
Ya está bien de esperar que los demás hagan nuestro trabajo y que nos hagan felices, porque eso no va a pasar. 
Tomemos las riendas de nuestra vida y de nuestro bienestar personal, porque tal y como su nombre indica, nuestro bienestar es personal e intransferible. 
Cariños y sonrisas
Irene


jueves, 25 de octubre de 2018

AHORA SÍ, ¿QUÉ ES EL DESAPEGO?

El desapego mal entendido puede parecer puro egoísmo, pero nada más lejos de la realidad. Practicar el desapego no significa romper vínculos con todo aquello que es importante para mí, ni siquiera significa dejar de tener objetivos o de querer cosas. 
Más bien significa que aunque queramos algo, no lo necesitamos para vivir feliz.
Podemos querer una casa más grande, pero podemos a la vez aprender a apreciar la que tenemos, a valorar lo que tiene de bueno, a mejorar lo que no nos gusta, a agradecer la suerte de tener un techo y entender que aunque queramos una casa más grande, no la necesitamos para vivir. 
Esta casa que tenemos ahora, ya nos hace felices, cumple con todas nuestras necesidades. Tal vez, algún día me compremos una casa más grande, pero aún así, no habremos vivido solo pensando en eso, habremos disfrutado del camino. 
O tal vez, nunca la compremos y aún así seamos felices con lo que tenemos
Este es el poder del desapego, no dejamos de querer cosas o a personas, simplemente dejamos de aferrarnos a ello como si fuera lo único importante. 
Es andar mirando el camino y no el resultado. Los excesos nos ponen cadenas y no nos dejan ser libres.
En nuestras relaciones personales, el desapego es clave para nuestro bienestar. 
Podemos relacionarnos con el otr@ de una manera más libre, dejando espacios para la individualidad. 
Elijo al otr@ pero no lo necesito, preferimos estar con él(ella) pero puedo estar sin el otr@. 
Disfrutamos de compartir nuestro tiempo con el otr@, pero no vivo con el miedo a perderlo. 
El amor deja de ser necesidad para ser solo amor.
“Desapego es aprender a amar, a apreciar lo que tenemos y a involucrarnos en las relaciones de una manera más sana y equilibrada”

Cariños y sonrisas
Irene

miércoles, 24 de octubre de 2018

EL DESAPEGO COMO ANTÍTESIS DEL APEGO


El desapego es la antítesis del apego.
Es la capacidad de dejar ir. De rendirse.
De dejar que la vida y el universo sigan su curso libremente.
Es la capacidad de fluir con la realidad en lugar de ir contracorriente.
Es saber aceptar las cosas que no puedes cambiar y dejarlas marchar.
No estamos diciendo, ni mucho menos, que dejemos de luchar.
Al contrario, tenemos que seguir dándolo todo, en todo momento.
Tenemos que continuar persiguiendo nuestros objetivos y nuestros sueños. Tenemos trabajar duro por lo que queremos, y jamás debemos renunciar a nuestros proyectos e ilusiones.
Pero debemos poder hacerlo sin apegarnos, sin aferrarnos, sin obsesionarnos, sin volvernos adicto y, por supuesto, sin sufrir.
Porque, cuando logramos desapegarnos, dejamos, automáticamente de sufrir.
Y entonces nos damos cuenta de que nuestro cuerpo recupera toda su energía, que nuestra mente elimina de un plumazo sus miedos y limitaciones, y que nuestra alma vuelve a estar en armonía con su Esencia.
En ese momento, dejamos de sentir miedo, estrés, preocupación, ansiedad, frustración, tristeza…
Y todo ello deja paso a sensaciones de alegría, tranquilidad, armonía y plenitud.¿Cómo es eso posible?
Para entender y aplicar el desapego en nuestra vida tenes que llegar a un punto en el que nos importa muy poco lo que tiene relación con lo material y con el ego.
Sonará muy radical, pero así es, porque el desapego es un concepto espiritual, muy espiritual. 

EL EGO O CARÁCTER NO somoS nosotros. NI TAMPOCO nuestro CUERPO.

Cariños y sonrisas
Irene


martes, 23 de octubre de 2018

EL DESAPEGO Y LA ZONA DE CONFORT

Un día, el desapego llama a nuestra puerta. De hecho, siempre está llamando, pero no siempre escuchamos.
Pero entonces nuestro ego se resiste. Se resiste con todas sus fuerzas, porque no quiere cambiar, no quiere que cambiemos.
Y es que cambiar lo mataría, y el ego, como cualquier ser vivo, tiene su propio instinto de supervivencia.
El ego hace que nos apeguemos a todo aquello que nos mantiene dentro de nuestra zona de confort.
Y, para lograrlo, utiliza a todos sus secuaces: el miedo, la dependencia, la pereza, la inseguridad…
Pero, como bien sabemos, la zona de confort es un lugar donde no hay progreso, crecimiento personal o evolución de cualquier tipo (más bien involución).
Es un lugar que ‒como la misma palabra indica‒ es cómodo.
Y ese lugar nos va bien para descansar, para tomar una pausa o para digerir experiencias pasadas.
Pero no para pasar la vida entera ahí metido.
Por ello, cuando llevamos demasiado tiempo en esa zona de confort, empezamos a sufrir, a degradarnos y a sentir el daño y los efectos colaterales de los que hemos hablado al principio.
Por tanto, la pregunta es, ¿Cuánto vamos a esperar a salir de zona de confort? ¿En cuánto tiempo vamos a desapegarnos de lo que nos ata a ella?
¿Cuánto vamos a tardar en renunciar a esa persona que no nos hace caso para empezar a buscar a alguien que realmente nos ame? ¿Cuanta incertidumbre y frustración vamos a aguantar?
¿Cuánto tiempo vamos a tardar en dejar ese trabajo en el que nos explotan y que apenas nos da para vivir? ¿Cuántos sueños e ilusiones somos capaces de enterrar?
¿Cuánto tiempo pretendemos vivir con una pareja que no nos ama y que hace que nuestra vida sea un suplicio? ¿Cuántos días felices en los que podríamos estar con el amor verdadero vamos a malgastar?
¿Cuánto tiempo vamos a insistir en defender nuestro punto de vista sólo para tener razón (aun sabiendo que no la tenemos)? ¿Cuántas buenas ideas dejaremos escapar por culpa de nuestro orgullo?
¿Cuántas decisiones somos capaces de tomar para contentar a nuestra familia en lugar de a nosotros mismos? ¿Cuántas veces somos capaces de traicionar a nuestra persona?
Espero que no muchas…
Cariños y sonrisas
Irene

lunes, 22 de octubre de 2018

A QUÉ NOS APEGAMOS EN LA VIDA?

A lo largo de nuestras vidas nos apegamos a muchísimas cosas, tantas que resulta fácil encontrar ejemplos con los que, casi con toda seguridad, nos sentiremos identificados
Nos apegamos a ciertas amistades cuando somos niños. 
Tanto, que el miedo a separarnos de ellos puede condicionar nuestras decisiones, desde nuestros estudios a nuestro futuro lugar de residencia. 
Nos apegamos a un amor platónico. 
Tanto, que pasamos horas pensando en ella (o él), en cómo la conquistaremos y en cómo será una futura vida conjunta. 
Finalmente, si no somos correspondidos, acabamos por sentirnos tristes, frustrados y decepcionados. 
Nos apegamos a un trabajo estable que nos permite sobrevivir haciendo algo que no nos gusta. Tanto, que somos capaces de pasar una vida entera realizándolo mientras dejamos escapar nuestra felicidad, nuestros sueños y nuestras aspiraciones. 
Nos apegamos a una pareja. Tanto, que a veces, incluso cuando sentimos que la relación es tóxica para nosotros, seguimos con ella por miedo a la soledad y por temor a no encontrar nunca a alguien que nos quiera. 
Nos apegamos a una idea o punto de vista. Tanto, que cuando alguien nos lleva la contraria, acabamos montando en cólera. Y nos apegamos a nuestros planes. 
Tanto, que cuando las cosas no salen como esperábamos, maldecimos al mundo entero y a cualquiera que se cruce en nuestro camino. 
Nos apegamos a nuestro smartphone o a nuestro computador. 
Tanto, que acabamos construyendo una vida alrededor de estos objetos. Y un día, cuando no los tenemos, actuamos como drogadictos sin su dosis. 
O peor, hemos olvidado lo que es salir a dar paseo o relacionarnos con personas de carne y hueso. 
Nos apegamos a nuestra familia. 
Tanto, que para no separarnos de ellos somos capaces de dejar pasar una oportunidad laboral en el extranjero. 
O de ejercer un trabajo que les gusta más a ellos que a nosotros mismos. 
O incluso de elegir a una pareja buscando su beneplácito. 
¿Nos suena de algo alguno de estos ejemplos?
¿HASTA CUANDO VAMOS A APEGARNOS?
Cariños y sonrisas
Irene

domingo, 21 de octubre de 2018

QUÉ ES EL APEGO?

El apego ‒del verbo apegarse‒ es sinónimo de aferrarse, de atarse e incluso de establecer dependencia u obsesión hacia algo o alguien.
Cuando nos apegamos a un objeto, idea, actividad o persona, acabas generando con ellos fuertes vínculos. 
Tan fuertes que podemos volvernos adictos a ellos.
Y, cuando somos adicto a algo, nuestra vida acaba por girar entorno a esa adicción. 
Estamos dispuestos a todo para no dejar ir ese objeto, actividad o persona. 
Hacemos todo lo que esté en nuestra mano para seguir a su lado y alimentar los vínculos que os unen.
No tiene nada de malo tejer y alimentar vínculos con personas, ideas, actividades e incluso objetos. 
El problema de las adicciones es que suelen acabar por limitar nuestra vida, e incluso por dominarla. 
Y toda limitación acaba por causarnos ciertos daños o, si lo preferimos, efectos colaterales.
Uno de estos efectos colaterales es la ansiedad, amiga íntima del estrés. 
Otro efecto colateral es el miedo, que suele ser primo-hermano de la ira y la violencia. 
También podríamos añadir la frustración, la decepción o la depresión. 
Y, finalmente, nos encontramos con la enfermedad, consecuencia última de todas las formas de sufrimiento.
Lógicamente, todo ello nos aparta de nuestro camino y hace que nos sintamos infelices y perdidos en la vida, ¿no es así?
Cariños y sonrisas
Irene

viernes, 19 de octubre de 2018

QUÉ ELEGIMOS VIVIR?

Hay dos tipos de personas: las que aprovechan la vida al máximo marcándose constantemente nuevos objetivos, retos y desafíos, y las que tienden a quedarse siempre tal cómo están para vivir una vida de perfil plano.
Es decir, una vida ausente de estímulos, ilusiones y nuevos proyectos.
¿Acaso no es esto último el peor destino que puede tener una vida humana? Para mí sí.
Para mí, lo peor no es ni la muerte ni una larga enfermedad.
Para mí, lo peor sería pasarme la vida víctima del miedo sin hacer nada, sin perseguir mis sueños y sin aprovechar las oportunidades que van apareciendo por el camino.
¿Y cuál suele ser la diferencia entre vivir un tipo de vida u otra? Muchas veces sólo una: el miedo.
cariños y sonrisas
Irene

jueves, 18 de octubre de 2018

EL MIEDO NOS PROTEGE O NOS INMOVILIZA?

Dicen que el miedo está ahí para protegernos, cuando somos demasiado arriesgados.
Yo opino, sin embargo, que lo que hace es sabotear la mayoría de nuestros intentos por labrarnos un futuro mejor.
El miedo impide que llevemos a cabo proyectos ilusionantes o viajes repletos de aventuras.
El miedo nos frena a la hora de adquirir nuevos aprendizajes, realizar nuevas inversiones o establecer nuevas relaciones.
En definitiva, el miedo frena en seco nuestra evolución personal.
Pero la pregunta es: ¿de qué tenemos miedo?, ¿qué es lo peor que podría pasarnos?
Para algunos, lo peor que puede ocurrir es la muerte. Pero la muerte, según nuestro punto de vista y creencias personales, puede que sea, simplemente, la antesala de un nuevo inicio.
Para otros lo peor sería una larga enfermedad o una gran limitación física de por vida, dos situaciones extremas difíciles de gestionar.
A lo largo de la vida, uno ve personas que han sufrido cualquiera de estas circunstancias y algunos se hunden irremediablemente fruto de la rabia y la frustración. Otros, sin embargo, se adaptan a su nueva realidad, dan lo mejor de sí mismos y acaban siendo felices mientras inspiran y sirven de ejemplo a los demás.
Ellos demuestran una cosa: que toda situación extrema, también puede aportarnos aprendizajes extremos y, por tanto, una evolución personal extrema.
Así pues, no vivamos presos del miedo!!
Hagamos lo que realmente queramos hacer, con prudencia, eso sí, pero jamás con temor.
Y si pasa algo, enfrentémonos a ello de la mejor forma posible.
¿De qué nos sirve, pues, el miedo?
Sólo para una cosa: para limitarnos.
Cariños y sonrisas
Irene


martes, 16 de octubre de 2018

COMO ELIMINAR EL MIEDO DE NUESTRA VIDA

Hoy vamos a hablar de cómo eliminar el miedo en nuestra vida, una emoción con la que todos hemos tenido y tenemos que lidiar constantemente en nuestro día a día.
¿Por qué queremos hablar precisamente del miedo? Porque esta emoción es una de las peores interferencias que tiene el ser humano a la hora de lograr sus objetivos y realizar sus sueños.
Por tanto, vale la pena realizar algunas reflexiones al respecto para comprenderlo y saber manejarlo de la mejor forma posible, pero como son varias las iremos dando de a una.
La razón más importante por la que deberíamos eliminar el miedo de nuestra vida es porque…
1. El miedo nos limita
Actuar sin miedo es sinónimo de actuar forma libre y fluida.
Y es el primer paso a la hora de escucharnos a nosotros mismos, marcarnos nuestros objetivos y luchar por lo que queremos.
Por tanto, sólo sin miedo podemos saber quiénes somos, desarrollar todo nuestro potencial y ejercer plenamente nuestro libre albedrío.
La mayoría de conductas erráticas, como la inseguridad, la timidez excesiva, la mentira, el aislamiento, la sumisión, la agresividad o la violencia parten del miedo. Así pues, uno de los primeros pasos para ser feliz es eliminar el miedo, pero, -¿miedo de qué?, ¿acaso hay algo que temer?.
Cariños y sonrisas
Irene


lunes, 15 de octubre de 2018

MINIMICEMOS LAS PREOCUPACIONES Y DISFRUTEMOS DE LA VIDA

1. Enfoquémonos en los pensamientos positivos. 
Cada vez que nos sintamos preocupado por algo, concentrémonos en cambiar ese pensamiento por uno positivo.
2. Disfrutemos lo que sí tenemos y agradezcamos. 

Todos tenemos razones para sentirnos bien; solo es una decisión que debemos tomar: enfocarnos en aquello que sí tenemos y no en lo que nos falta. 
Los motivos para ser agradecido son muy personales, pero podemos disfrutar y agradecer, por ejemplo, el hecho de tener un hogar, una familia…
3. Tengamos la seguridad de que cualquier problema que se presente, podremos resolverlo o superarlo. 

La preocupación muchas veces viene del miedo. 
El miedo nos hace ver cada problema más grande de lo que realmente es. 
Una clave: vernos y sentirnos nosotros mismos más grandes que el problema en cuestión. Para ello es necesario tener confianza en uno mismo y saber que no hay adversidad que no seamos capaces de superar.
Y busquemos ayuda!

Si en verdad nos sentimos tan agobiado por las preocupaciones y los problemas que no podemos ser feliz por eso, a pesar de haberlo intentado, quizás sea el momento de buscar ayuda profesional.
Cariños y sonrisas
Irene

domingo, 14 de octubre de 2018

NADIE SE CRUZA EN NUESTRAS VIDAS POR AZAR

Las personas que se cruzan en nuestro camino, representan oportunidades de crecer, las relaciones que establecemos durante nuestra existencia, nos enseñan a crecer, a progresar y a ser mejores personas, desarrollan nuestra paciencia, nuestra esperanza, nos causan dolor y sufrimiento, pero su paso por nuestra vida no es en vano, si las volvemos a conseguir en nuestro camino, es menester revisar nuestras emociones y sentimientos, retomar las situaciones que enfrentamos y aquellos que dejamos, pues de alguna manera quedan deudas que saldar.
No podemos vivir reprochando constantemente las consecuencias de nuestras propias decisiones, por el contrario, tener la entereza, voluntad y fortaleza de enfrentar lo que se cruza en nuestro camino, nos hace grandes, nos hace fuertes y nos hace madurar y dar paso a la sabiduría en nuestra vida
Todo ocurre en el momento y en el lugar preciso, todo obedece a la manera en la cual fluyen o se estancan las cosas en nuestra vida, y no existe nada que realmente no podamos superar, solo debemos tener la certeza de que podemos y tenemos la capacidad de seguir adelante.
La sabiduría radica en el poder identificar lo que está ocurriendo en nuestra propia vida y en la situación que se nos está repitiendo, bien sea un hecho o una persona.
Los sentimientos nos ayudarán a descifrar aquello que no hemos entendido, hay que ser honestos con nosotros mismos, pues dependerá de la apertura que tengamos frente a lo que vivimos, para que podemos develar lo que ocurre tras esa experiencia.
Cariños y sonrisas
Irene

viernes, 12 de octubre de 2018

OLVIDEMOS LOS RENCORES, APRENDAMOS A SOLTAR

Siempre existirán personas que nos harán daño o emitirán algún juicio hacia nosotros que no es cierto, produciendo estas acciones que guardamos como malos sentimientos hacia esa persona o que no la queramos ver ni en pintura.
Nadie nos prohíbe expresar esa rabia pero, en muchas ocasiones lo hacemos para evitar más inconvenientes o para no decir cosas que puedan herir otras persona.
A pesar de esto, debemos aprender a soltar todos esos malos sentimientos; debemos dejar el rencor y dejar el pasado en el olvido, vivamos el presente, olvidemos esos malos sentimientos y deseos de desaparecer a la otra persona.
Enojarse cuando una persona nos hace daño o nos traiciona no son sentimientos buenos ni malos, son emociones, que debemos aprender a controlar, pues acumular estos sentimientos es dañino, acarrea daños a la salud mental, baja el autoestima, nerviosismo constante y problemas de salud física, y siempre una sensación de molestia con dolores de cabezas y presión arterial elevada, entre otros síntomas.
Expresemos lo que sintamos, de esta manera evitamos enfermarnos, y además la persona que nos hizo daño podrá saber que nos incomodó, podrán conversar y en ocasiones solucionarlo, aunque nadie está obligado a estar con alguien que lo incomoda.
Dejemos los malos sentimientos en el pasado, olvidémoslos, no guardemos rencor y, cuando logremos esto, habremos aprendido a soltar las cosas que nos dañan y empezaremos a sentir un peso menos, una sensación de libertad y tranquilidad.

Cariños y sonrisas

martes, 9 de octubre de 2018

SI NOS SENTIMOS REPITIENDO LA HISTORIA ES QUE DEJAMOS ALGO PENDIENTE EN EL PASADO

Muchas veces nos preguntamos ¿qué hago aquí nuevamente? ¿por qué estoy repitiendo la historia? ¿por qué vuelve a pasarme lo mismo?..
Algunas veces repetimos constantemente el mismo error, no cerramos ciclos o simplemente volvemos a vivir una y otra vez historias que creemos ya terminadas ¿qué ocurre?
La vida puede colocarnos una y otra vez en la misma circunstancia, frente a las mismas personas y en el mismo escenario, entonces toca comenzar a preguntarnos ¿qué es lo que no hemos aprendido? ¿qué es aquello que la vida nos presenta que necesitamos aprender y no hemos logrado percibir?..
O también puede ser de otra manera, ¿qué es aquello que debemos enseñar y no hemos podido trasmitir, lo cual no nos ha dejado pasar esa página y cerrar esa etapa de nuestra vida?
La vida nos lleva por muchos caminos y nos coloca en muchos escenarios, de esta manera vamos aprendiendo, a través de las experiencias, de las vivencias, de los criterios en base a los cuales tomamos decisiones,
Sin embargo, existen puntos de nuestra vida que nos resultan bastante difícil superar y dejar atrás y aún queriendo, no logramos desapegarnos por diversos motivos.
Esto nos ocasiona sufrimiento, pues no podemos encontrar la serenidad enfrentando situaciones que no deseamos.
El caso es que debemos detenernos a observar qué no hemos percibido de esa situación que enfrentamos, qué no hemos aprendido, qué no hemos enseñado y debemos tener en cuenta, pues nada de lo que se nos presenta en la vida, pasa por casualidad, todo ocurre por causalidad y debemos tomarnos el tiempo pertinente para apreciar lo que la vida nos muestra y la oportunidad que nos brinda de transmitir alguna enseñanza, pues no en vano debemos recorrer los caminos en los que la vida nos coloca, especialmente si son situaciones ya vividas y caminos ya recorridos.
Cariños y sonrisas
Irene

lunes, 8 de octubre de 2018

¿CULPABILIDAD? NO NOS CASTIGUEMOS MÁS!

¿Nos sentimos culpable? 
No nos juzguemos más! 
No nos castiguemos más! 
Démonos un respiro y dejemos de culpabilizarnos, porque antes de poder cambiar nos hemos de aceptar.
No nos acusemos más! 
Nuestro peor enemigo somos nosotros mismos, en pelea continua entre lo que somos y lo que pensamos que deberíamos ser. 
Si el juez interior aparece, aceptemos en lugar de luchar.
No hacen falta palabras para definir la culpa. Cualquiera de nosotros conoce el malestar interno que sentimos cuando ese sentimiento nos invade.
La culpa es un “estado de pelea” entre la persona que somos y la idea que tenemos de cómo deberíamos ser y actuar
Y aunque a veces puede parecer útil para evitar o rectificar actitudes con las que hemos herido a alguien, si nos encallamos en ella se convierte en una desagradable sensación de lucha contra uno mismo.
Dejemos de pelear, aceptémonos
Cariños y sonrisas
Irene

domingo, 7 de octubre de 2018

GRATITUD A UNO MISMO

Muchas veces nos la pasamos agradeciendo a las personas por sus acciones, pensamientos y actitudes frente a nosotros.
Sin embargo, nunca nos agradecemos a nosotros mismos.
Por el contrario tenemos una actitud negativa cuando algo no salió como esperábamos y peleamos contra nuestras acciones y nos exigimos más.
Sea cual sea la situación o el resultado, cuando tomamos una actitud positiva y de agradecimiento estamos activando nuestro pensamiento hacia la aceptación. Debemos tener en cuenta que la vida esta llena de retos y que no todos los vamos a superar con excelencia.
El autoagradecimiento debe ser una contemplación a nuestro ser, a nuestra vida, a nuestra fuerza y al poder de enfrentarnos a diferentes situaciones sin importar el resultado.
Debemos autoreconocer nuestras acciones y valorar nuestra vida.
Activar nuestra mente al agradecimiento es decir cada mañana al despertar lo agradecido y bendecido que nos sentimos por un nuevo día.
Tomemos nuestras acciones que nos crean una actitud de gratitud hacia nosotros mismos, sin importar lo pequeñas que estas sean.
Cariños y sonrisas
Irene

jueves, 4 de octubre de 2018

TRAMPA DE LAS PREGUNTAS CUANDO UNO DEBE SOLTAR

Habitualmente dejar marchar no se convierte en tarea fácil.
La mayoría cuando percibe que algo que le importa se escapa entre sus manos, no aceptan y buscan respuestas: ¿por qué ya no quieres que hablemos como antes?; ¿por qué has dejado de quererme?, ¿por qué estás tan esquiv@ conmigo?, etc…
Necesitamos explicaciones, argumentos, solemos presionar para obtener lo que deseamos y todo ello se produce por la falta de aceptación.
Normalmente las personas que nos valoran y quieren seguirán a nuestro lado sin tener que hacer esfuerzo, porque pondrán de su parte en mantenernos.
Por lo tanto, la creencia de que para tener algo hay que sacrificarse es errónea, porque el sacrificio sin correspondencia trae frustración y estancamiento.
Notaremos que algo vale la pena cuando de forma natural todo fluya y sea un dar y recibir recíproco.
Cariños y sonrisas
Irene


miércoles, 3 de octubre de 2018

LA IMPORTANCIA DE DEJAR MARCHAR EN LAS RELACIONES

Porque la vida es tan cambiante y ofrece tantas cosas nuevas, que aferrarse a algo que no funciona, es conformarse con una calidad de vida que podría mejorar si supiéramos dejar que la vida fluyera de forma natural.
¿Cuántos hemos visto situaciones cotidianas donde las personas se enganchan a algo que no les hace felices?
Esa amiga que nos cuenta que el chico de turno no contestó a sus mensajes, y aun así sigue insistiendo con frustración, siguiendo sus pasos, tratando de convencer, de gustar, etc…
Hacer ese tipo de cosas es caer en el estancamiento, porque mientras se sigue en el apego de luchar por algo que no da sus frutos, se pierde la oportunidad de que entren cosas nuevas mejores que sí aporten felicidad.
Dejar marchar significa aceptar cada situación como es.
Significa no forzar las cosas y dejar que todo fluya naturalmente.
Si por ejemplo escribimos a alguien que nos importa y no recibimos respuesta, es mejor aceptarlo y pasar página, abrirse a nuevas experiencias y conocer gente nueva.
No digo que no haya que luchar por las cosas, pero el mundo de las relaciones funciona como un juego de mesa en el que ambos deben tirar los dados y jugar.
Si tiramos una vez los dados y el otro no tira, no tiene sentido seguir jugando solo, porque no hay interés por la otra parte, lo racional es dejar el juego y buscar a otra persona que quiera jugar.
En la vida real pasa igual, jugar es mostrar interés, si escribimos a alguien y no contesta es que algo pasa, mejor aceptarlo y cambiar de persona. Si analizamos el comportamiento de nuestro entorno, podría ser que encontráramos a varias que están jugando solas y estancadas en relaciones que no les aportan bienestar.
Cariños y sonrisas
Irene


martes, 2 de octubre de 2018

ACEPTAR Y DEJAR IR

Para vivir en bienestar y constante crecimiento, deberíamos aprender a dejar marchar situaciones o personas que no nos aportan calidad de vida. Nos cuesta no aferrarnos a cosas, ya que el ser humano se siente más seguro ante lo conocido y ante la pérdida de algo a lo que estábamos acostumbrados, aparece el temor e incertidumbre.
Pero, debemos vivir en el presente, no hay mejor estrategia que ésta.
Dejemos el pasado atrás, lo que pasó pasó, y no hay forma de cambiarlo. Soltémoslo y dejémoslo ir.
''Lo que no dejas ir, lo cargas
Lo que cargas, te pesa.
Y lo que te pesa, te hunde
Practica el arte de soltar,
perdonar y dejar ir.''
Enfoquémonos en el presente, vivamos el presente, este es el único momento que tenemos para vivir nuestro vida, para hacer un cambio y mejorar.
No permitamos que llegue un día y nos arrepintamos por no haber hecho lo que queríamos.
Cariños y sonrisas
Irene

lunes, 1 de octubre de 2018

ENFOQUÉMONOS EN LO POSITIVO

Volvamos todos los pensamientos e ideas que tengamos de lo negativo a lo positivo.
Desde ya damos por hecho que nadie (al menos conscientemente) desea atraer sucesos negativos a su vida. Entonces, ¿por qué desperdiciar tiempo y energía en cosas que no nos suman nada bueno y, encima, atraen más de lo mismo?
Dejemos de quejarnos y agradezcamos lo que tenemos.
Decir que las situaciones negativas no se presentarán una vez que te enfoques en lo positivo es faltar a la verdad, sin embargo, recuerda siempre que el problema no es el problema, sino cómo reaccionamos a él; y que todo problema representa un potencial aprendizaje.
Y sobre todo, acordémonos que atraemos lo que más pensamos, o lo que más mantenemos en nuestra mente, lo positivo atrae lo positivo, lo negativo atrae lo negativo. ¿nosotros que queremos en nuestra vida?
Cariños y sonrisas
Irene