Es un hecho comprobado que los cambios pueden generar periodos de estrés intenso.
Una mudanza, un cambio de trabajo, la muerte de un ser querido o incluso la maternidad, pueden afectar negativamente la salud mental de las personas.
Pero, ¿Qué pasa cuando estos cambios se alejan de la esfera individual y se transforman en un fenómeno colectivo?
Qué duda cabe, en los últimos meses los chilenos, y en general casi todos los sudamericanos, han vivido días alejados de la normalidad.
Una mudanza, un cambio de trabajo, la muerte de un ser querido o incluso la maternidad, pueden afectar negativamente la salud mental de las personas.
Pero, ¿Qué pasa cuando estos cambios se alejan de la esfera individual y se transforman en un fenómeno colectivo?
Qué duda cabe, en los últimos meses los chilenos, y en general casi todos los sudamericanos, han vivido días alejados de la normalidad.
Desde las grandes movilizaciones sociales exigiendo cambios, a la violencia y saqueos de grupos descolgados a la represión; los incendios, del bombardeo mediático a las no-verdades de redes sociales y la incertidumbre. Y sumémosle cosas que no había cuando publiqué este artículo: pandemia y cuarentena
Un alto número de personas están sufriendo trastornos de salud mental por estos días.
Psicólogos explican que muchos perciben un sentimiento de incertidumbre que puede ser detonante de cuadros depresivos, de ansiedad y estrés post traumático, siendo este último el que más se presenta..
“Lo primero que se siente es temor, miedo o desesperanza, pero también aparecen algunos síntomas físicos como sudoración, taquicardia, intranquilidad, dificultad para conciliar el sueño o despertar durante la noche”.
La ansiedad es un sentimiento de recelo, nerviosismo o miedo.
La fuente de este desasosiego no siempre se sabe o se reconoce, lo cual puede aumentar la angustia que uno siente.
El estrés es una parte normal de la vida activa y puede ayudar a ser más productivo.
Sin embargo, demasiado estrés o una respuesta fuerte al estrés es dañina.
Esto puede predisponer a tener una salud general deficiente, al igual que enfermedades físicas y psicológicas específicas como infección, cardiopatía o depresión.
El estrés persistente puede llevar a que se presente ansiedad y comportamientos malsanos como comer demasiado y consumir alcohol o drogas.
Los estados emocionales como aflicción o depresión y problemas de salud como la hiperactividad de la tiroides, bajo nivel de azúcar en la sangre o un ataque cardíaco también pueden causar síntomas similares al estrés.
La ansiedad a menudo se presenta acompañada de síntomas físicos tales como:
Dolor abdominal (puede ser el único síntoma de ansiedad, especialmente en un niño)
Diarrea o necesidad frecuente de orinar
Mareo
Resequedad en la boca o dificultad para deglutir
Dolores de cabeza
Tensión muscular
Respiración rápida
Frecuencia cardíaca rápida o irregular
Sudoración
Temblores
Algunas veces, otros síntomas acompañan a la ansiedad:
Disminución de la concentración
Fatiga
Irritabilidad, incluyendo perder los estribos
Problemas sexuales
Dificultad para dormir y pesadillas
Nombres alternativos: Ansiedad, Estrés, Tensión, Recelo, Sentirse nervioso, Nerviosismo.
Lo primero que hay que hacer es recurrir a un apoyo psicológico, que puede ser un profesional o personas preparadas para ejercer este apoyo
Carinos y sonrisas
Irene
Un alto número de personas están sufriendo trastornos de salud mental por estos días.
Psicólogos explican que muchos perciben un sentimiento de incertidumbre que puede ser detonante de cuadros depresivos, de ansiedad y estrés post traumático, siendo este último el que más se presenta..
“Lo primero que se siente es temor, miedo o desesperanza, pero también aparecen algunos síntomas físicos como sudoración, taquicardia, intranquilidad, dificultad para conciliar el sueño o despertar durante la noche”.
La ansiedad es un sentimiento de recelo, nerviosismo o miedo.
La fuente de este desasosiego no siempre se sabe o se reconoce, lo cual puede aumentar la angustia que uno siente.
El estrés es una parte normal de la vida activa y puede ayudar a ser más productivo.
Sin embargo, demasiado estrés o una respuesta fuerte al estrés es dañina.
Esto puede predisponer a tener una salud general deficiente, al igual que enfermedades físicas y psicológicas específicas como infección, cardiopatía o depresión.
El estrés persistente puede llevar a que se presente ansiedad y comportamientos malsanos como comer demasiado y consumir alcohol o drogas.
Los estados emocionales como aflicción o depresión y problemas de salud como la hiperactividad de la tiroides, bajo nivel de azúcar en la sangre o un ataque cardíaco también pueden causar síntomas similares al estrés.
La ansiedad a menudo se presenta acompañada de síntomas físicos tales como:
Dolor abdominal (puede ser el único síntoma de ansiedad, especialmente en un niño)
Diarrea o necesidad frecuente de orinar
Mareo
Resequedad en la boca o dificultad para deglutir
Dolores de cabeza
Tensión muscular
Respiración rápida
Frecuencia cardíaca rápida o irregular
Sudoración
Temblores
Algunas veces, otros síntomas acompañan a la ansiedad:
Disminución de la concentración
Fatiga
Irritabilidad, incluyendo perder los estribos
Problemas sexuales
Dificultad para dormir y pesadillas
Nombres alternativos: Ansiedad, Estrés, Tensión, Recelo, Sentirse nervioso, Nerviosismo.
Lo primero que hay que hacer es recurrir a un apoyo psicológico, que puede ser un profesional o personas preparadas para ejercer este apoyo
Carinos y sonrisas
Irene
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