miércoles, 19 de enero de 2011

La Esperanza como significado

Ayer me sentí incomunicada! No se que pasó con el blog que no me dejaba publicar. Realmente sentí que algo faltaba a mi día, al no poder comunicarme con ustedes. Y realmente quería hacerlo porque el tema elegido me parecía importante: la esperanza.
Cuantas veces, en el transcurso de nuestras vidas,  la vida golpea. Y, a veces, golpea fuerte, muy fuerte... "Y nos sentirnos desamparados, desorientados. Perdemos el control -y a veces- el sentido de las cosas.
Pero, ahí mismo, es cuando debemos mantener la calma y esperar que la tormenta amaine, antes de tomar cualquier decisión.
Hay personas que ante la adversidad se achican. Pero otras se agrandan. Las primeras culpan a las circunstancias, a las contingencias. Les encanta quejarse y buscar excusas.
Las segundas también sienten el temor, el dolor o el desencanto, pero los enfrentan. Se posicionan ante los problemas y buscan soluciones. Se centran en sus fortalezas y no en sus debilidades. De nosotros dependerá de cual clase queremos ser.
La vida no es fácil. Nunca nadie dijo que lo sea. Nadie nos prometió un jardín de rosas ha dicho ciertamente el poeta. Pero yo agregaría, tampoco nadie nos prohibió tenerlo. Nada ni nadie nos prohibe ser felices, salvo si nosotros lo permitimos.
Muchas veces nos vamos a equivocar. Pero no debemos permitir que esos errores se conviertan en cargas. Equivocarse significa también haberlo intentado y significa que ese no era el camino.
O el momento. Todos caemos alguna vez, pero la clave está en levantarse.
El pecado-la virtud, la mentira-la verdad, el exceso-la prudencia son algunos de los tantos binomios en los que nos movemos. La Historia (con mayúscula) y la otra historia (la minúscula, la anónima) así lo demuestran. A lo largo de éstas hombres y mujeres han amado, han sufrido, se han equivocado y lo han vuelto a intentar. Y en esta increíble, pero fascinante dialéctica transcurre el camino. Por eso, ha de ser nuestro puerto la esperanza, último significado y propósito de nuestra existencia"
Y nunca hay que olvidar que, como dice Rubén Blades en una canción:
"Siempre aparece el sol, tras los aguaceros.

Siempre, tras la tormenta llega la calma.
Después de los tiempos malos, llegan los buenos
y premian a los que no rindieron sus almas".
Buenas noches, dulces sueños y hasta mañana
Cariños y sonrisas
Irene

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Cariños y sonrisas