Para llegar a conectarse con el Verdadero Amor, tenemos que amarnos a nosotros mismos. Esta es una de las más hermosas paradojas de la vida, y que consiste en que para llegar a Amar profundamente toda la existencia y sus criaturas, primero que todo se hace necesario soltar la atención de ello para centrarte en nosotros mismos.
Amarnos, amarnos, amarnos, amarnos sin condiciones, sin juicios, sin culpas y sin miedo, porque eso abrirá las puertas para que percibamos el mundo sin condiciónes, sin juicios, sin culpas y sin miedos!
Sin miedos incluso a ser amado por otro ser humano como nosotros mismos.
¡Todo parte por casa, como dicen por ahí…! Entonces contactémonos con ese Amor que somos capaces de sentir por nosotros mismos, por nuestro cuerpo, por nuestras manos, por nuestros ojos, por nuestros pies que tocan la tierra…, y acariciémonos, besémonos y acé´témonos. Amemos toda esa forma que nos rodea, amemos al sol y a la luna, amemos las nubes que nublan nuestro día, amemos la lluvia que moja nuestra calle, los perros, al gato que no nos deja dormir, amemos nuestra mente y todos nuestros pensamientos…, ¿y cómo se hace esto? Estando en paz y en Amor con nostros mismos, en contacto con nosotros mismos; ese estado nos conectará con lo sagrado en nosotros mismos, en lugar de intentar volar fuera de nosotros para alcanzar la paz.
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Cariños y sonrisas