Si deseamos que nuestro esposo, esposa, hijos, padres y hermanos, amigos, vecinos nos hagan felice y nos quieran, debemos amarlos.
Nosotros amamos a Dios porque el nos amó primero y por lo tanto debemos ser fuente de amor.
El amor abarca la justicia, la persona que ama es justa. Justicia significa a dar cada quién lo que le pertenece. Los seres que practican la equidad y la justicia hacen felices a los demás.
Quienes son injustos con los demás generan una gran fuerza de energía negativa que les destruyen la armonía de su conciencia y su espíritu. Las personas incorrectas no pueden vivir con paz ni tranquilidad, porque su propia conciencia es su implacable juez que los acusa ante su Dios interior.
Quienes aman y son justos tendrán amor y justicia en sus vidas porque lo igual atrae lo igual.
Qué tengan un maravilloso día!!!!
Cariños y sonrisas
Irene
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Cariños y sonrisas