La culpa es como un guardián que permanece escondido, sin reflexión, actúa y ataca sin preguntar.
La culpa es una de las armas más poderosas para dominar y controlar la conducta del otro.
La culpa es como un tsunami que arrasa sin avisar, una de las armas con las que contamos es sacar todos esos pensamientos y reflexionar sobre ellos, desde nuestro adulto ¿soy culpable? ¿He hecho lo que he podido? ¿Es justo y razonable lo que me piden? sin embargo la parte mas difícil sigue siendo la emocional, como estos pensamientos van unidos a nuestras emociones. En ocasiones A. lo decía “si lo se, que mi madre es una egoísta, que no piensa en mí, que sabe que no puedo trabajar y que también estoy esperando un bebe, pero me sigo sintiendo mal”
Otro de los elementos fundamentales para acabar con esa culpa, es la relación que tenemos con nosotros mismo, en definitiva nuestra autoestima.
Para anejar la culpa debemos establecer redecisiones respecto a nosotros mismos y nuevas decisiones de cómo queremos vivir nuestra vida.
La culpa y el perdón están muy relacionados, para acabar con el sentimiento de culpa, debemos empezar a perdonarnos a nosotros mismo por nuestros errores.
Cariños y sonrisas
Irene
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Cariños y sonrisas