sábado, 19 de agosto de 2017

CUANDO REALMENTE NOS ENOJAMOS, NO VEMOS LA PROYECCIÓN

Ayer hablábamos de que todo lo que nos molesta de otras personas, es sólo una proyección de lo que no hemos resuelto en nosotros mismos.
Pero aún sabiendo de antemano cómo funciona el mecanismo de la proyección, cuando realmente nos enojamos, cuando nos sentimos profundamente afectados por una persona o por una situación, nos resulta muy difícil aceptar esta explicación y tendemos a “olvidarla”.
Inclusive si en esos momentos alguien nos la recuerda, tal vez nos sintamos inclinados a creer que no se aplica a nuestra situación, que estamos frente a algo así como una excepción.

No vemos el mundo como es, sino como somos.

La interpretación de cuál es la verdadera causa del dolor que experimentamos durante un conflicto, es una tarea exclusivamente personal.
A veces otras personas (un terapeuta, por ejemplo) pueden ayudarnos con una interpretación acertada, pero esa ayuda nos será de utilidad sólo si queremos entender, desde adentro, acerca de la verdadera causa de nuestro malestar.
Cariños y sonrisas
Irene
 
 

 

 

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Cariños y sonrisas