La importancia que, en tales circunstancias, adquiere la familia como elemento de contención y ayuda merece ser destacada.
En medio de la experiencia de desconcierto, de estrés y, frecuentemente, de impotencia ante el sufrimiento en el que se debate la persona querida, se convertirá en un valiosísimo instrumento para ayudar a una persona con depresión si sabe mantener el temple, controlar la ansiedad y actuar siguiendo las pautas que, de acuerdo a lo que recomiendan los expertos, son las más indicadas en el trato con alguien que padece una grave depresión. Subrayaré algunas de ellas:
Lo primero que hay que hacer es ponerlo en manos de profesionales
La depresión es una enfermedad grave!
La depresión es una enfermedad grave!
El principio de la sanación pasa por persuadirle de que precisa la intervención de especialistas en psiquiatría o en psicología. Convencerle, no siempre resultará fácil, pero es absolutamente imprescindible.
El tacto y la delicadeza con que realicen esa tarea contribuirán a vencer resistencias y superar recelos.
En cualquier caso, la familia deberá mostrarse persistente a este respecto, dispuesta siempre a acompañar al enfermo a la consulta médica y no oponerse, si así lo aconsejan los profesionales, a su internamiento.
Por lo tanto, hay que ayudarle a aceptar la depresión
Nadie es culpable de padecer una enfermedad.
Por lo tanto, hay que ayudarle a aceptar la depresión
Nadie es culpable de padecer una enfermedad.
Cuando ésta se instala en una casa, tanto quien la sufre como quienes le rodean quedan profundamente afectados.
Es difícil para la persona enferma aceptar su condición de tal. Tampoco es fácil para el resto e la familia.
Sin embargo, el principio de todo proceso terapéutico pasa por asumir esa situación.
Reconocer el hecho, aceptar las limitaciones que supone para el enfermo y para su entorno, reevaluar la relación emocional que se mantiene con él, modificar las expectativas que pudieran tenerse y ayudarle a que, tras el natural periodo de negación, tristeza o rabia, acepte lo que no está en sus manos evitar.
Si eso se consigue y se mantiene el propósito de colaborar con los expertos en salud mental, se habrá entrado en la vía que conducirá a aminorar las consecuencias de la depresión.
Como verán siempre lo más importante, en el fondo, es el amor,
Cariños y sonrisas
Irene
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Cariños y sonrisas