Estamos casi convencidos de que el optimismo es el origen de la felicidad.
O, al menos, es uno de los ingredientes principales. También estamos casi seguros de que si pensamos que la vida es bella, terminamos por estar convencidos de ello.
Ver el vaso medio lleno y no medio vacío nos ayuda, a menudo, a afrontar nuestro día a día con una sonrisa. En resumidas cuentas, tenemos la firme idea de que ser optimistas es esencial para sentirse bien por dentro y por fuera.
No nos cabe duda de que no todos somos iguales y de que hay personas más optimistas que otras.
En cualquier caso, no siempre resulta sencillo presumir de un optimismo ejemplar ya que, para nuestra información, el optimismo es algo que hay que trabajar.
Sin embargo, no es una tarea dificil así que... ¡vengan!
Hagamos un pequeño esfuerzo y saquemos todo el optimismo que llevas dentro.
De este modo, nos daremos cuenta de que si miramos a nuestro alrededor con buenos ojos, nos daremos cuenta de que estamos rodeados de una multitud de trocitos de felicidad, de esperanza y, en definitiva, ... ¡de optimismo! ¡Estoy convencida!
Hasta mañana, cariños y sonrisas Irene
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Cariños y sonrisas