Buenas Tardes, después de mucho correr, he logrado sentarme un ratito en el computador y continuar el artículo que publiqué ayer...
Debo decir que hoy me costo menos levantarme, como les dije.. los comienzos de semana pueden ser difíciles, pero en la medida en la que pongamos de nuestra parte se nos irán haciendo más fáciles.
1. Llega a tu lugar de trabajo con una actitud positiva. Saluda a los compañeros y deséales un buen día. Ponte al día de los últimos acontecimientos del fin de semana o del día anterior. (Teniendo en cuenta que ponerte al día, no implica "sacar la vuelta", date un ratito para pensar en ti y en tus compañeros, pero evita que ese tiempo pase a ser todo el día) Aprende a reirte de ti.
2. Dedica tiempo a arrgelarte tranquilamente. Intenta dedicar unos minutos a tu aspecto físico. Si te arreglas a tu estilo, estarás más seguro y más confiado. Dedica unos minutos la noche anterior a preparar la ropa que te pondrás. Elige cosas que te sienten bien y ocúpate de que tu vestuario se pueda combinar de tal manera que la mayoría de las cosas te gusten.
3. Fórmulas para levantar el ánimo. Si crees que tienes tendencia a la negatividad y los días se te hacen cuesta arriba, tendrás que utilizar alguna estrategia que te ayude a sentirte mejor. Cuando te levantas puedes utilizar dos fórmulas muy distintas. Puedes repetir la siguiente frase: “A ver qué tal se me da hoy el día”. Esta frase incluye algo de negatividad y duda ya que pones en entredicho que se te pueda dar bien. Desde el principio del día apuestas porque algo saldrá mal, lo estás esperando e inconscientemente ocurrirá algo que tú interpretarás como negativo. Sin embargo, si utilizas la frase “Hoy es un buen día” resultará más tajante y mucho más segura. Das por hecho que será un buen día y no lo dudas ni un momento. Todo lo que te ocurra ayudará a ratificar esta idea. Si utilizas la primera frase también intentarás ratificarla y como es negativa, siempre encontrarás algo que la justifique. Repite todos los días al levantarte “Hoy es un buen día”.
4. Soluciona los problemas. Cuando existen problemas de algún tipo, ya sea laboral, familiar, social, etc., el hecho de comenzar un nuevo día nos hace sentirnos mal. Lo principal es que soluciones el problema lo antes posible. Lo mejor que puedes hacer al levantarte es decirte “Hoy voy a hacer tal cosa para solucionar mi problema”. Es una forma de estimularte en positivo, ya que tienes la posibilidad de conseguirlo. Hazte cada día el propósito nuevo de hacer algo para resolver el problema, así no tendrás la sensación de pasividad y tendrás más posibilidades de que dicho problema se solucione. Evita frases del día “Otra vez a discutir con el jefe”, “Otra vez tengo que verle la cara a...”, etc. Sólo ven la parte negativa y no solucionan el problema, además te ayudarán a estar más desanimado.
5. Repite todos los días al levantarte cuales son tus puntos fuertes como persona. Es importante que los tengas presentes y que los refuerces cada día. Ten en cuenta que ante un problema o un mal día es muy fácil que lo veas todo negativo y que no valores tus capacidades para resolverlo. Si te repites a menudo tus cualidades estarás más seguro de ti mismo y los problemas se te harán más llevaderos.
6. Despídete de las personas que comparten casa contigo y deséales una buena jornada. El vínculo familiar es muy importante y la falta de comunicación a menudo empeora el estado de ánimo entre sus miembros. Mantente cordial con todos y despídete de manera cariñosa. Es una forma de mantener latente el apoyo que tienes en ellos cada día y te ayudará su recuerdo en momentos difíciles.
Espero que los haya ayudado tanto como me ayudo a mi...
Que tengan una muy muy linda tarde.
Scarlet
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Todo me alienta para seguir buscando y compartiendo artículos que nos hagan sentir mejor y con mayor bienestar psicológico.
Cariños y sonrisas