En la Encuesta Socioeconómica de Alemania, realizada anualmente desde 1984. los investigadores analizaron de qué depende que la felicidad varíe. Y descubrieron que otorgar mucha importancia al éxito profesional y al poder adquisitivo no favorece la felicidad a largo plazo, “priorizar los objetivos de éxito y los objetivos materiales es perjudicial para la satisfacción vital”.
En cambio, priorizar la relación con la pareja, la relación con los hijos, los comportamientos altruistas y la participación en actividades sociales sí favorece la felicidad.
Y si se quiere que los niños sean felices de mayores, es mejor enseñarles a ser altruistas que a ser competitivos. Pero no es un descubrimiento sorprendente, reconoce el investigador. Mientras los medios de comunicación hacen apología de la fama y la victoria, “en muchas escuelas e iglesias se enseña a los niños a actuar de manera generosa y altruista”, afirma.
Una segunda lección importante es respecto a las relaciones de pareja. En conjunto, las personas casadas o con pareja estable expresan un mayor nivel de satisfacción que las personas sin pareja. Pero tener pareja y que esta sea psicológicamente inestable, o bien una pareja que desatiende la relación familiar, provoca una pérdida significativa de felicidad a largo plazo.
Respecto al trabajo, el máximo bienestar psicológico se registra cuando hay un equilibrio entre trabajo y ocio y la falta de trabajo resulta mucho más mala que la sobrecarga de trabajo tanto para hombres como para mujeres.
Y si se quiere que los niños sean felices de mayores, es mejor enseñarles a ser altruistas que a ser competitivos. Pero no es un descubrimiento sorprendente, reconoce el investigador. Mientras los medios de comunicación hacen apología de la fama y la victoria, “en muchas escuelas e iglesias se enseña a los niños a actuar de manera generosa y altruista”, afirma.
Una segunda lección importante es respecto a las relaciones de pareja. En conjunto, las personas casadas o con pareja estable expresan un mayor nivel de satisfacción que las personas sin pareja. Pero tener pareja y que esta sea psicológicamente inestable, o bien una pareja que desatiende la relación familiar, provoca una pérdida significativa de felicidad a largo plazo.
Respecto al trabajo, el máximo bienestar psicológico se registra cuando hay un equilibrio entre trabajo y ocio y la falta de trabajo resulta mucho más mala que la sobrecarga de trabajo tanto para hombres como para mujeres.
Pero, siempre, siempre, acuérdense que la felicidad es una decisión de vida, un acto de voluntad.
Cariños y sonrisas
Irene
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Cariños y sonrisas