No es bueno que cualquiera nos controle. Hay que conservar los impulsos junto a la prudencia.
Aunque así lo parezca, nadie tiene el poder para ofendernos.
El problema no está en lo que nos acontece.Está en lo que pensamos acerca de lo que nos acontece.
Un grito, un desplante o una ofensa, surgen de la debilidad del agresor.
Miremos su angustia, su soledad, su miedo, su vacío. Miremos su tristeza, su dolor, su frustración y su envidia. Entonces podremos hacernos inmune a sus agravios.
Quien parece presionarnos y agredirnos, solo nos toma como excusa para equilibrar su miedo.
El trueno estalla únicamente para expresarse porque no conoce otro modo.Y aunque muchos se asustan, él no desea aterrorizarles. Solo quiere ser escuchado.
No reaccionemos. Mantengamos el control .No cedamos fácilmente a las provocaciones.
Quien nos presiona no desea dañarnos sino, solamente sentirse mejor.
Aprendamos a comprender las motivaciones de las personas.
Aprendamos a dirigir nuestras emociones. Manejemos nuestras emociones.
No las reprimamos, aprendamos a dirigirlas
El trueno estalla únicamente para expresarse porque no conoce otro modo.Y aunque muchos se asustan, él no desea aterrorizarles. Solo quiere ser escuchado.
No reaccionemos. Mantengamos el control .No cedamos fácilmente a las provocaciones.
Quien nos presiona no desea dañarnos sino, solamente sentirse mejor.
Aprendamos a comprender las motivaciones de las personas.
Aprendamos a dirigir nuestras emociones. Manejemos nuestras emociones.
No las reprimamos, aprendamos a dirigirlas
Cariños y sonrisas
Irene
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Cariños y sonrisas