En lugar de tratar de esconderse del mundo, cuando algo de nosotros no nos gusta, hay que adueñarse de aquello que vemos como un defecto, convirtiéndolo en nuestro rasgo característico.
Hay que enfrentar nuestros propios demonios.
Sólo enfrentando a nuestros demonios podemos impedir que tengan poder sobre nosotros
Pongamos la cabeza en alto, sonriamos, y pasemos a lo positivo.
Porque así es como los ganadores se mueven.
Cariños y sonrisas
Irene
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Cariños y sonrisas