Descubramos cómo utilizarla y cambiemos el ambiente que nos rodea.
¿nos miramos hoy al espejo? ¿Acaso al contemplar nuestro rostro sonreimos?
Desde muy pequeños descubrimos la sonrisa, ese diamante corporal que tenemos, que no cuesta nada y que armoniza el ambiente en un instante, que queda en la memoria de quien lo observa; pero que con el paso del tiempo se borra de nuestro rostro y se hace cada vez menos frecuente.
No sólo es una expresión facial mecánica, el sonreír genera una sensación de felicidad y armonía, que es aportada por las endorfinas producidas por nuestro cerebro, que nos acarrean una sensación de bienestar que se manifiesta en el momento en que se despliega esa sonrisa.
Estos pequeños transmisores de felicidad pueden estimularse mediante distintos ejercicios, tanto físicos, como a nivel emocional. Sin embargo, la manera más sencilla de producirlos es mediante la sonrisa, ya que está conectada directamente con el sistema nervioso central.
Así que para ser más felices y más sanos, sonriamos más.
Cariños y sonrisas
Irene
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Cariños y sonrisas