Por lo tanto, una persona que no se siente amenazada por alguna circunstancia, no tendrá
emociones negativas frente a esa circunstancia.
Ahora bien, nos sentimos amenazados por una situación que de alguna manera percibimos que aquello a lo que nos estamos enfrentando es dañino o desagradable y nosotros no podemos hacer nada para impedir que nos ataque o afecte.
En otras palabras, para activar las emociones negativas nuestra mente tiene que evaluar dos cosas:
1.- la fuerza de la amenaza y
2.- nuestra propia fuerza o capacidad para dominar a la situación.
Si al hacer esta evaluación podemos concluir que nuestra capacidad es mayor que la de la situación que enfrentamos, no nos sentiremos amenazados por lo que no se activa el Modo de Emergencia.
Pero si al hacer la evaluación, nuestra mente duda de que podamos dominar la situación con facilidad, se nos disparan las reacciones de emergencia, es decir las emociones negativas.
En resumen, las emociones negativas se disparan cuando nos sentimos capaces o incapaces para dominar una situación que nos es desagradable o dañina.
Por eso siempre debemos manejar las emociones y sentirnos capaces de afrontar lo que sea.
Cariños y sonrisas
Irene
genial
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