Reemplacemos la conducta que motiva el miedo por la conducta que motiva el amor.
El miedo es un producto de la memoria, que vive en el pasado.
Al recordar lo que nos hizo sufrir antes, dedicamos nuestras energías a asegurarnos de que el antiguo sufrimiento no se repita, pero revivimos el dolor.
Pero tratar de imponer el pasado al presente jamás acabará con la amenaza del sufrimiento.
Eso sólo ocurre cuando encontramos la seguridad de nuestro propio ser, que es amor. Motivado por nuestra verdad interior, podemos enfrentarnos a cualquier amenaza, porque nuestra fuerza interior es invulnerable al miedo.
Cariños y sonrisas
Irene
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario.
Todo me alienta para seguir buscando y compartiendo artículos que nos hagan sentir mejor y con mayor bienestar psicológico.
Cariños y sonrisas