Ayer hablábamos de la posición y hoy hablaremos de la Respiración
Se trata de tomar conciencia de la respiración y aprovechar al máximo sus beneficios. Primero inhala profundamente y exhala lentamente, repite este proceso, percibiendo lo que pasa en tu cuerpo y en tu mente y centrándose solo en la respiración.
Cuando tenemos pensamientos de inquietud, la respiración se agita, cuando los pensamientos son tranquilos la respiración se calma, pero podemos invertir el proceso y por medio de la respiración, influir en la mente.
Tomemos una inhalación profunda sosteniendo el aire y veremos como los pensamientos se calman, ahora exhalemos totalmente y quedémonos sin aire, comprobaremos que nuestra mente se aquieta al instante. Estos experimentos nos sirven para comprobar el poder de la respiración para controlar la mente.
Después de adoptar la postura de meditación, la que indicamos ayer, realicemos algunas respiraciones profundas, observando y sintiendo lo que sucede en nuestra mente y en nuestro cuerpo; poco a poco, deja que las respiraciones sean más tranquilas y serenas, continúa observando este proceso de inhalar y exhalar, solamente observa, escucha y siente tu respiración.
Al inhalar nos llenamos de vitalidad, recibiendo en nuestra sangre el oxígeno y la energía del aire, al exhalar nos purificamos, eliminando el bióxido de carbono y substancias perjudiciales a nuestra salud.
Mañana seguimos. Cariños y sonrisas
Irene
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Cariños y sonrisas