Cuando verdaderamente escuchamos lo que la otra persona dice, descubramos que a menudo es razonable, cierto, o que tiene al menos parte de razón.
Por ejemplo,tras escucharla tal vez tengamos que reconocer que no podemos comprar eso tan caro porque tendríamos dificultades para llegar a fin de mes.
Si es así, reconozcamos
la verdad y reconozcamos que nos hemos equivocado.
Además, aceptemos la opinión
de la otra persona, aunque no la compartamos. Cuando la madre de una joven le dijo que si salía hasta tarde la noche del sábado, luego iba a estar cansada todo el domingo, ésta estuvo tentada de reaccionar defensivamente y decirle que eso no era asunto suyo, pero, en lugar de eso, le dijo: "es probable que así sea, pero creo que merece la pena".
Aunque no cambiemos nuestro comportamiento porque no estemos de acuerdo con la crítica, al menos la reconocemos y la consideramos válida en vez de verla como un ataque.
Hagamos cambios!
Si tras escuchar una crítica consideramos que la otra persona tiene razón, digámoselo y luego digámosle lo que vamos a cambiar.
Por ejemplo: "Tienes razón, llego tarde demasiadas veces, voy a usar dos despertadores para asegurarme de que no vuelvo a dormirme".
No actuemos a la defensiva, escuchemos!
Cariños y sonrisas
Irene
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Cariños y sonrisas