Cada momento que vivimos tiene el potencial de enriquecer nuestra vida.
Los momentos que nos definen en determinadas situaciones, es cuando sacamos nuestras mayores fortalezas.
Deberíamos tener un rol más activo ante determinadas circunstancias, a veces el destino trae consigo malos vientos, es cuando más tenemos que aferrarnos a la esperanza y recordar que todo lo malo siempre termina. Nuestra actitud es un don maravilloso que puede rescatarnos de las tinieblas de la tristeza.
Pensemos en un momento que haya tenido un impacto positivo en nosotros, un momento donde hayamos hecho algo, quizás hayamos tenido el valor de invitar a salir a alguien, o de pedir un aumento, o a atrevernos a hablar con alguien que nos interesaba.
Simplemente un momento que haya sido significativo y haya involucrado nuestra acción.
Pensemos en las fortalezas que utilizamos en ese momento, ¿cómo las utilizamos? ¿Fue acaso la valentía? ¿La humildad? ¿La creatividad?
Pensemos en cómo este momento tuvo su influencia en quién somos hoy en día, ¿cómo contribuyó a nuestra identidad? ¿Cómo cambió nuestra perspectiva?
Reflexionemos en nuestra valentía para poder utilizar esas fortalezas en el momento preciso, quizás incluso hayamos utilizado una fortaleza que nunca antes habíamos utilizado.
Dar lo mejor de nosotros en el momento preciso es algo de lo cual nunca nos arrepentiremos y podremos darnos la oportunidad de vivir un momento muy especial en nuestras vidas, un momento de crecimiento, de oportunidades, de cambios, quizás hasta de aventura.
Incluso en nuestros momentos dolorosos podemos encontrar sentido, podemos ver cómo nos perspectiva y cómo contribuyeron a construir quienes transformaron, cómo nos hicieron apreciar más lo que ya poseíamos, cómo lograron cambiar nuestra somos ahora.
Lo importante de este ejercicio es que nos ayuda a recordar eventos positivos de nuestra vida, nos brinda la oportunidad de saborear y atesorar nuestras experiencias, nos hace ser conscientes de cuánto utilizamos nuestras fortalezas y la impronta positiva que nos brindan.
Así que recordemos, somos más fuertes de lo que pensamos, hay mucho potencial en nosotros esperando despertar.
Solamente le tenemos que dar una oportunidad!!
Cariños y sonrisas
Irene
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Cariños y sonrisas