Ayer hablábamos de como eliminar la infelicidad ¿Y Cuál es la solución? Simplemente eliminar esta pequeñas quejas diarias.
"Hagamos una prueba, en las siguientes 24 horas prometamos no quejarnos de absolutamente nada. Por muchas ganas que tengamos, no nos quejemos, ni juzguemos, ni condenemos. Somos Capaces de Hacerlo, es mas ni siquiera pensemos en nada que nos haga fruncir el ceño.
Para facilitar la tarea, en cada una de las ocasiones en las que tengamos ganas de quejarnos, hagamos exactamente lo contrario algo, digamos un elogio de esa persona o busquemos un aspecto positivo de esa situación.
Hagámoslo así durante 24 horas, y si podemos mantenerlo, apliquemoslo durante siete días. Invirtamos esos siete días de su vida, en realizar un Experimento Científico y veremos como cambia la vida en esa semana.
¿Y que nos encontraremos al final de esa semana? La Felicidad, como nunca jamás ha alcanzado. ¿Por qué? Porque hemos estado trabajando para eliminar las causas principales de infelicidad y sustituirlas por las causas principales de felicidad. Para ello hemos corregido nuestras posturas, mejorado nuestra fisiología, mejorado nuestra forma de hablar, y nuestra forma de reaccionar ante los hechos.
Ahora bien, por hacer una comparación, lo que hemos estado haciendo, es echar en nuestra bañera, cubos de felicidad. Imagínese usted que toma la bañera de su baño, cierra el tapón, y abre el grifo de tal forma que sólo caiga una gotita cada poco. Muchas personas tienden a despreciar esa gotita, pero si son atentos, verán que en sólo uno o dos días, esa gota es capaz de llenar nuestra bañera. Tal es el poder de la constancia. En unos pocos días, una pequeña gota, es capaz de llenar una enorme bañera.
Una antigua fábula japonesa, afirma que el espíritu del agua y de la roca, hicieron una apuesta. Apostaron a ver cual de los dos era más fuerte. La Roca afirmaba, que con su increíble dureza, era el ser más fuerte que existía. Y sin embargo, el agua afirmaba que ella era mucho más poderosa, gracias a su constancia. Así que la roca se colocó debajo de una cascada de la que caía una sola gota de agua, pero de una forma continuada, pasaron dos minutos, y dijo la roca -¿ves?, yo soy más poderosa. Sin embargo, el espíritu del agua dijo -Espera a que pasen los años. Cien años después, de la roca solamente quedaba gravilla, una fina arenilla, porque la paciencia de la gota cayendo continuamente "cloc, cloc, cloc, cloc" había conseguido erosionar toda la roca, y transformarla en la más fina arena.
Esto mismo ocurre con las pequeñas cosas (quejas, enojos, malas palabras y "demases") que pronunciamos diariamente, son como gotitas de porquería, que empañan el agua cristalina y pura de nuestra Felicidad.
Que tengan una preciosa semana y nos vemos mañana
cariños y sonrisas
Irene
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario.
Todo me alienta para seguir buscando y compartiendo artículos que nos hagan sentir mejor y con mayor bienestar psicológico.
Cariños y sonrisas