Controlando la angustia para ser más feliz

Hemos estado hablando del optimismo y de la obligación de sonreir. Hoy vamos a hablar de la otra cara de la moneda: la angustia.

Todos hemos sentido y sentimos  angustia en algún momento de nuestra vida, en mayor o menor medida, con más o menos frecuencia, pero identificarla y controlarla nos hará entir mejor y no permitira que perdamos la posibilidad de alcanzar nuestra realización personal y lograr ser feliz.

"La angustia es un estado que se caracteriza por sentir temor, pena y ansiedad, todo junto y funciona como respuesta hacia un peligro desconocido y puede presentarse acompañada tanto de un malestar emocional como de algunos cambios físicos, por ejemplo taquicardias, sudoración, a veces temblores, o la sensación de falta de aire.

El sentimiento de angustia es diferente al del miedo ya que éste último está referido a un objeto en particular, mientras que en la angustia se teme a algo desconocido.

Cuando la presencia de la angustia es demasiado intensa o frecuente puede ser recomendable acudir con algún especialista, en muchos casos la psicoterapia puede ser de gran ayuda en el tratamiento de este trastorno.

Cuando yo siento angustia lo que a mi me funciona es:

1. Sentarme o recostarme en la cama, lo más cómoda posible y respirar durante algunos minutos profunda y lentamente, concentrándome en mi respiración y solo en eso, sin permitir otro tipo de pensamientos que puedan perturbarme. No ponerse nerviosos si los pensamientos de lo que nos angustia aparecen. Sólo obsérvenolos y dejenlos pasar, sin fijar su atención en ellos.
2. También me funciona consentirme y comer algo que me guste mucho y me traiga recuerdos agradables o chocolate, que produce endorfinas, aunque esto termina a veces por hacerme romper la dieta peremne en la que vivo (pero solo un poquitito).
3. Otra alternativa que tengo es realizar algo que nos ocupe las manos, a mi me gusta tejer y tratar de hacer puntos difíciles, siguiendo las instrucciones de una revista,  eso me ayuda a relajarme.
4. Practicar una actividad física me resulta muy tranquilizador, por ejemplo caminar, salir a dar un paseo, andar en bici o practicar alguna rutina de ejercicio o gimnasia, que por general acompaño con algo de música suave. La meditación o un poco de Yoga es otra de mis alternativas favoritas.
5. Ah! y conversar con mis amigos, pues como decía Sir Francis Bacon* "La amistad duplica las alegrías y divide las angustias por la mitad". Vayanse a la calle, tomen un cafe con un amigo, inviten a sus amigos a su casa. En fin, como ustedes quieran, pero juntense con amigos.

Estas son solo sugerencias. Ustedes pueden encontrar otras formas, como darse un largo baño, con sales y velitas. Lo que ustedes consideren útil, pero, ponganlo en práctica. No vale de nada que sepan que hacer, si no lo ponen en práctica!
Hasta mañana, cariños y sonrisas
Irene