Después del ejemplo de ayer, les contaré que otro tipo de creencia irracional muy extendida es la siguiente: “necesito a alguien que me quiera mucho”.
Nadie necesita una pareja para ser feliz, está muy bien si la tienen, pero si no la tienen también puede estar muy bien.
Y si estamos solos, se produce muchas veces “la depresión por abandono” y en esos casos, nosotros nos decimos en nuestro diálogo interno lo siguiente: “estoy solo, he perdido lo más importante, no voy a poder ser feliz”.
Si nos decimos esto con mucha fuerza nos lo vamos a creer.
Lo que tenemos que entender es que quedarse sin pareja es un triste, es malo, pero no es terrible. Porque si nos decimos que es el fin del mundo y nos buscamos muchos argumentos al final nos lo vamos a creer.
Sin pareja y sin hijos podemos tener una vida maravillosa. Hay que creerlo en profundidad
Otro tipo de creencia irracional muy extendida es la siguiente “necesito un trabajo seguro para ser feliz" y esto no es cierto.
No tener trabajo es un poco malo pero no es el fin del mundo, tener un trabajo no es necesario para ser feliz.
Lo que nos decimos a nosotros mismos en nuestro diálogo interno tiene que ver con nuestro sistema de valores.Cuando deseamos mucho algo lo acabamos transformando en una necesidad y nos decimos “quiero mucho algo y si no lo consigo mi vida será un asco”. Si tenemos nuestras necesidades básicas cubiertas a partir de aquí lo que tenemos son deseos u objetivos, pero no son necesidades. El problema es que confundimos deseos con necesidades. Transformamos deseos en necesidades inventadas.
No tener trabajo es un poco malo pero no es el fin del mundo, tener un trabajo no es necesario para ser feliz.
Lo que nos decimos a nosotros mismos en nuestro diálogo interno tiene que ver con nuestro sistema de valores.Cuando deseamos mucho algo lo acabamos transformando en una necesidad y nos decimos “quiero mucho algo y si no lo consigo mi vida será un asco”. Si tenemos nuestras necesidades básicas cubiertas a partir de aquí lo que tenemos son deseos u objetivos, pero no son necesidades. El problema es que confundimos deseos con necesidades. Transformamos deseos en necesidades inventadas.
Muy interesante. Valiosa aportación.
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