O dicho de otra manera: sentirnos bien por fuera nos hará sentirte bien por dentro.
Los cuidados estéticos o nuestra forma de vestir ayudan mucho
¿No hay un determinado vestido, palabra de honor, jeans, sandalias o botas que cuando nos las ponemos "nos sentimos más lindos"?
¿No nos ha ocurrido lo mismo cuando hemos hecho un cambio de look? Ello nos lleva a sentirnos mejor, más seguros de nosotros mismos, y eso se refleja en nuestro comportamiento y trato: más abierto, más simpático, más cercano, en definitiva, más cautivador. Esa actitud, se transmite y los demás la perciben y responden de la misma manera.
Nuestro mundo exterior no es más que un reflejo de nuestro mundo interior. El grado de distancia (o conexión) con los demás es el grado de distancia (o conexión) que existe con uno mismo. Las cosas no ocurren por azar. Hay que provocar las emociones positivas. Sentirnos bien nos lleva a obrar bien. Si nos gustamos más, más gustaremos a los demás. En lo que nos concentramos, se expande, se agranda. Lo decía Louise Hay: "Sólo hay una cosa que sana todo problema: amarse a uno mismo".
Cariños y sonrisas
Irene
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Cariños y sonrisas