Una técnica que puede parecer ridícula pero funciona
Es que a veces estamos tan atorados que ni sonreír podemos.
Por eso ayuda empezar fingiendo, aunque al principio se sientan tontos.
Háganlo ahora: aflojen sus labios, suelten la mandíbula, y poco a poco lleven los extremos de la boca hacia las orejas, enseñen los dientes… quédense ahí 5 segundos… y ríanse de si mismos, ríanse por el simple gusto de hacerlo.
Hagan esto por repetidas veces durante todo el día y se sentirán mucho mejor
Cariños y sonrisas
Irene
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario.
Todo me alienta para seguir buscando y compartiendo artículos que nos hagan sentir mejor y con mayor bienestar psicológico.
Cariños y sonrisas