LAS EMOCIONES POSITIVAS MEJORAN LA FORMA DE PENSAR

Numerosos estudios experimentales vienen demostrando que los pensamientos positivos se relacionan con una forma de pensar más abierta, flexible y compleja y con la habilidad para integrar distintos tipos de conocimientos. 
El resultado de esta forma de pensar hace más creativa la solución de problemas y más acertados y sensatos los juicios y la toma de decisiones
Uno de estos experimentos mostró que los estados afectivos positivos inducidos, bien fuera viendo una comedia o recibiendo un pequeño regalo comestible, facilitan la solución creativa de problemas. Concretamente, parecen incrementar las asociaciones novedosas, no previsibles y las combinaciones inusuales de elementos. 
La presencia de emociones positivas predice pensamiento abierto y flexible y, viceversa, el pensamiento abierto y flexible predecía afectividad positiva en el futuro.

Todos estos resultados sugirieren que en general las emociones positivas facilitan la puesta en marcha de patrones de pensamiento receptivos, flexibles e integradores, que favorecen la emisión de respuestas novedosas. Es muy posible que esta forma de pensar, y no la opuesta, haya precedido a los grandes descubrimientos y a las realizaciones más importantes de la historia de la humanidad y de cuyo valor nadie duda. Es difícil imaginar a Miguel Ángel cabreado mientras pintaba la Capilla Sixtina, a Newton iracundo debajo del manzano, a Edison, a Marie Curie, a Pasteur, etc., etc. deprimidos en sus laboratorios. Por el contrario, es fácil imaginarles pensando posibilidades y alternativas, combinando elementos a priori imposibles, absortos en su tarea, emocionados contemplando sus avances hacia una meta deseada y llena de significado para ellos.

Cariños y sonrisas

Irene