Cada vez que llueve en algún momento para.
Cada vez que nos hacen daño siempre sanamos.
Después de la oscuridad siempre existirá una luz.
Hay que recordar esto todas las mañanas al despertar, porque por más que se piensa que la noche es eterna, nada dura para siempre y a su vez amanecerá.
Ahora si las cosas se encuentran bien disfrutemos de ellas, seguramente ese equilibrio no va a durar para siempre en nuestra vida, de igual manera si las cosas están mal, en este momento, esa situación no va a durar eternidades.
El hecho de que la vida no sea fácil en algunas circunstancias no quiere decir que nos olvidemos de sonreír, cada momento nos da un nuevo comienzo y nuevo final.
De seguro siempre tendremos una segunda oportunidad, solo hay que tomar lo mejor de cada día y dar gracias por ello.
Cariños y sonrisas
Irene
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Cariños y sonrisas