- Reencontrarse con uno mismo, es decir, volver a tu esencia, al origen y aprender a quererse
- Comunicarse sinceramente y con amor con los seres queridos.
- Aprender a vivir la nueva situación del mejor modo, dándole la vuelta. En su caso, lo aprovechó para estudiar y formarse.
- Priorizar lo importante, como la salud y el amor, y relativizar lo demás.
- Aprender de la ilusión y las ganas de vivir de los niños.
- Fijarnos en los animales, que con muy poco son felices.
Queramos o no tenemos que pasar por una situación nueva.
Quizás haya personas a quienes este "parate" les vaya bien para descansar, pero habrá otras a quienes les produzca ansiedad quedarse mucho tiempo en casa, quienes no estén bien con su pareja, no sepan gestionar 24 horas con sus hijos o familia, etc.
Hay que aprender de esta situación. Sea como sea, hace tiempo que vemos la fuerza de la naturaleza y, ahora, el impacto de un virus altamente contagioso a nivel global, que puede provocar un cambio en el sistema.
Esto nos sitúa como realmente humanos en una situación de vulnerabilidad y nos pide que bajemos nuestra soberbia.
De hecho, esta situación la vivimos todos, desde dirigentes y gente adinerada hasta la población más pobre.
El planeta seguirá existiendo, de la forma que sea, de hecho tiene muchos millones de años de existencia y nosotros, no tanto.
Tenemos que replantearnos muchas cosas, pero sobre todo, tenemos la oportunidad de actuar con responsabilidad social, respeto por los demás, amor y ganas de vivir felices con poco.
A nuestros abuelos se les pidió ir a la guerra, a nosotros solos se nos pide que nos quedemos en casa...
Carinos y sonrisas
Irene
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Cariños y sonrisas