viernes, 27 de febrero de 2015

HAGAMOS TODO EL ESFUERZO, SEAMOS VALIENTES Y NO DESMAYEMOS



Muchas veces a lo largo de nuestras vidas, somos victimas del desanimo o peor aún de la depresión.
A propósito, la únicas personas que se desaniman son aquellas que luchan por algo grande. El desanimo rara vez toca al corazón de la gente sin visión y sin metas.
Hasta en la Biblia nos dicen: “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes...” Josué 1:7
Nuestra obligación, entonces, es mantenernos en pie de lucha frente a las adversidades.
Pero, qué es esforzarse:
Significa continuar hacia delante, es un paso más, el kilómetro extra que debemos caminar antes de la victoria final. La diferencia entre lo ordinario y lo extraordinario es el esfuerzo extra.
Y ser valiente no significa ausencia de temor, todos los hombres hemos sentido miedo en algún momento.
El valor es la capacidad para continuar a pesar de los temores. La mejor manera de ser valientes es enfrentar lo que tememos. Es mejor hacer las cosas con miedo que no hacerlas porque tememos.
Y no desmayar:
Desmayar significa perder las fuerzas y no ser capaz de llegar a la meta.
Esforcémonos, seamos valientes y no desmayemos.
No le permitamos al desanimo cortar en dos los grandes planes que tenemos en nuestra vida.
Los grandes propósitos conllevan a grandes batallas, las grandes batallas terminan en grandes victorias, y las grandes victorias cimentan nuestra fe en la la vida y en nosotros mismos en mayor profundidad.
Cuando el desanimo toca a nuestra puerta simplemente no respondamos, no le abramos, y no le demos entrada. Dejémoslo afuera de nuestro corazón.
Cariños y sonrisas para hoy
Irene

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Cariños y sonrisas