Cuando, ante un problema, nos sentimos tensos, contracturados y doloridos, se aconseja intentar utilizar la mente para tomar el control del cuerpo.
La relajación progresiva muscular, una técnica que supone la contracción y distensión sistemática de los músculos, combina el trabajo del cuerpo y la mente para una relajación completa.
La mejor manera de hacerla es recostarnos boca arriba, cerrar los ojos, concentrarnos en la respiración y comenzar a relajarnos por la parte alta del cuerpo.
De a poco, hay que ir tensando los músculos durante un momento y luego relajarlos lentamente hasta que llegar a los pies.
Háganlo y sentirán la diferencia
Cariños y sonrisas
Irene
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Cariños y sonrisas