Incluso si hemos pasado la mayor parte de nuestra vida pensando de forma negativa, no tenemos que seguir siendo negativos.
Cuando tengamos un pensamiento negativo, en particular un pensamiento negativo automático, detengámonos y evaluemos si el pensamiento es verdadero o acertado.
Y una forma de desafiar a los pensamientos negativos es ser lo más objetivos posible.
Anotemos el pensamiento negativo y pensemos cómo responderíamos si alguien más nos dijera ese pensamiento.
Es probable que podamos refutar de forma objetiva la negatividad de otra persona, incluso si nos parece difícil hacerlo en su caso.
Es poco probable que aún estemos vivos si siempre nos va mal.
Revisemos nuestros recuerdos y encontremos momentos en que triunfamos, aunque sean pequeños éxitos; estos desafían al pensamiento negativo.
Incluso podemos descubrir que tenemos más momentos buenos de lo que nos acordábamos , lo que confirmará aún más que nuestra negatividad es exagerada.
Pongamos empeño en hacer, conscientemente, voluntariamente y veremos como tenemos una mejor vida!
Cariños y sonrisas
Irene
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Cariños y sonrisas