Quererse a uno mismo significa mostrarse tal cual somos en los distintos ámbitos en que nos movemos.
Debemos afrontar la realidad, con sus obstáculos y dificultades.
Siendo conscientes, sin falsas modestias, de nuestro verdadero potencial, podemos conectar mejor con las personas y enfocarnos hacia nuestros objetivos personales.
Aprender a querernos a nosotros mismos nos va a reportar una mayor capacidad para amar a otras personas.
¿Por qué?
Porque cuando cuidamos nuestro bienestar psicológico, estamos labrando una larga lista de buenos hábitos y actitudes que afectan positivamente a cómo nos enfrentamos al mundo.
Desde una buena base de autorrespeto estamos en sintonía con las demás personas y podemos entablar relaciones saludables que nos permiten relacionarnos desde la sinceridad y poder crecer y madurar juntos.
Perdamos los miedos y ataduras
Cuando estamos preparados para asumir quiénes somos conseguimos amarnos a nosotros mismos.
Amarse a uno mismo implica también un mejor conocimiento sobre uno mismo.
Entonces nos liberamos de la presión por fracasar, y es cuando se produce el máximo desarrollo personal de nuestras habilidades y capacidades.
Cariños y sonrisas
Irene
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Cariños y sonrisas