Es cierto que casi todos hemos sido lastimados por acciones o por palabras de alguna otra persona.
Tal vez algún familiar, o algún colega del trabajo o nuestra misma pareja ha hecho algo que sin lugar a dudas nos ha hecho daño.
Éstas heridas nos pueden dejar con sentimientos de enojo, amargura o hasta venganza, y sobre todo que sin darnos cuenta las guardamos por mucho tiempo.
A veces hasta dejamos de ver a esas personas que tanto queríamos y que habían sido una parte importante de nuestra vida, únicamente por que continuamos teniendo estos sentimientos de rencor y resentimiento.
Pero, el Perdón no es algo que hagamos por otras personas. Es algo que hacemos para nosotros mismos, para mejorar y obtener bienestar, para liberarnos de éstos sentimientos dañinos acumulados que no nos permiten tener paz, esperanza, gratitud o felicidad.
Es decir, en el momento que perdonamos nos abrimos a un mundo totalmente diferente, donde puedes descubrir un bienestar físico, emocional y espiritual.
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Cariños y sonrisas