Nunca, bajo ninguna circunstancia, se debe recriminar al ser amado delante de los demás.
Esta es una de esas normas del decálogo del amor que jamás se deben romper.
Cuando el reclamo se hace en público, adquiere un tono humillante.
¿Para qué exponer los errores del otro a los demás?
Lo que hay ahí es un afán de castigo y venganza. Y lo único que logra es lastimar la autoestima
No es un deseo sincero de expresar un desacuerdo o de reclamar por un fallo.
Nunca en público!
¿Para qué exponer los errores del otro a los demás?
Lo que hay ahí es un afán de castigo y venganza. Y lo único que logra es lastimar la autoestima
No es un deseo sincero de expresar un desacuerdo o de reclamar por un fallo.
Nunca en público!
Carinos y sonrisas
Irene
Irene
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Cariños y sonrisas