Hacer algo y hacerlo mal es por lo menos diez veces más productivo que hacer nada.
Cada éxito tiene una estela de fracasos detrás de él, y cada fracaso está conduciendo hacia el éxito.
Seguramente nos habremos cansado de escuchar aquella frase que dice que la manera de alcanzar el éxito es a través de cometer muchos errores.
Y es verdad que, con los fracasos vamos aprendiendo y mejorando.
Aún así, el miedo que nos da el fracaso, muchas veces impide que si quiera lo intentemos.
Cada éxito tiene una estela de fracasos detrás de él, y cada fracaso está conduciendo hacia el éxito.
Seguramente nos habremos cansado de escuchar aquella frase que dice que la manera de alcanzar el éxito es a través de cometer muchos errores.
Y es verdad que, con los fracasos vamos aprendiendo y mejorando.
Aún así, el miedo que nos da el fracaso, muchas veces impide que si quiera lo intentemos.
La sociedad ejerce sobre nosotros una enorme presión para que no los cometamos.
Las personas de éxito que nos muestra la publicidad no parecen haber cometido ningún error ni haber fracasado nunca.
Y es precisamente ése el modelo que nos muestran de individuo feliz y realizado, con lo que nosotros tendemos a idealizarlo e intentar parecernos lo más posible a él.
Y superar el miedo a cometer errores implica, como la superación de cualquier miedo, enfrentarse a él.
En psicoterapia (terapia conductual) existen dos formas de afrontar los miedos.
1) La más extrema se conoce como inundación.
Como podremos deducir por el nombre, supone exponerse al estímulo temido de forma completa todo el tiempo posible.
Un ejemplo sería, en el caso de una fobia social en la que se eviten situaciones en las que haya mucha gente, sumergirnos de lleno en un centro comercial en plenas compras navideñas..
2) Hay otra forma mucho menos radical (afortunadamente), que se conoce como desensibilización sistemática, y que consiste en enfrentar los estímulos temidos poco a poco y de forma gradual.
Éste último sería nuestro caso. Aplicándolo al miedo a cometer errores, deberíamos exponernos a pequeños errores voluntarios e ir incrementando el grado hasta comprobar que las consecuencias que siguen al error no son lo terribles que esperábamos y perder de esta forma el miedo.
Y cuando somos viejos, terminamos lamentando las cosas que no hicimos mucho más que las cosas que hicimos!
Cariños y sonrisas
Irene
Las personas de éxito que nos muestra la publicidad no parecen haber cometido ningún error ni haber fracasado nunca.
Y es precisamente ése el modelo que nos muestran de individuo feliz y realizado, con lo que nosotros tendemos a idealizarlo e intentar parecernos lo más posible a él.
Y superar el miedo a cometer errores implica, como la superación de cualquier miedo, enfrentarse a él.
En psicoterapia (terapia conductual) existen dos formas de afrontar los miedos.
1) La más extrema se conoce como inundación.
Como podremos deducir por el nombre, supone exponerse al estímulo temido de forma completa todo el tiempo posible.
Un ejemplo sería, en el caso de una fobia social en la que se eviten situaciones en las que haya mucha gente, sumergirnos de lleno en un centro comercial en plenas compras navideñas..
2) Hay otra forma mucho menos radical (afortunadamente), que se conoce como desensibilización sistemática, y que consiste en enfrentar los estímulos temidos poco a poco y de forma gradual.
Éste último sería nuestro caso. Aplicándolo al miedo a cometer errores, deberíamos exponernos a pequeños errores voluntarios e ir incrementando el grado hasta comprobar que las consecuencias que siguen al error no son lo terribles que esperábamos y perder de esta forma el miedo.
Y cuando somos viejos, terminamos lamentando las cosas que no hicimos mucho más que las cosas que hicimos!
Cariños y sonrisas
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Cariños y sonrisas