No tomemos la alternativa más fácil siempre, hagamos cosas extraordinarias.
Cuando creamos que esta vez no hay salida, sólo seamos pacientes.
Tropecemos!. Caigámonos! Respiremos! Miremos hacia arriba! Volvámonos a levantar!
Y continuemos caminando!
Porque quedarse en el suelo y lamentarse por lo que ha sucedido es fácil. No lo hagamos. No elijamos ser fácil.
Elijamos el camino difícil, aunque está claro, fácil no es.
Elijamos el camino difícil porque nos hará crecer.
Nos hará madurar. Nos hará pensar. Nos hará llorar y replantearnos toda nuestra vida.
Nos hará desvelarnos y a veces ni nos dejará comer.
Pero lo que también hará, y aquí viene lo mejor, es hacernos disfrutar cada éxito como si no existiera nada más.
Como si fuéramos los reyes del mundo!
Porque aunque ahora creamos que no, y que no está hecho para nosotros, el camino difícil es el que nos hará felices.
El que nos volverá una persona capaz, de eso y más.
Nos hará un valientes, y olvidémonos del miedo, toda persona que se considera valiente también lo tuvo; es más, fue precisamente eso, el miedo, quien le regaló tal valentía.
Así que quedémonos. Permanezcamos.
No vayamos a ningún lado, y menos al camino fácil.
Elijamos el difícil.
Gritemos. Enojémonos. Digamos que todo es una porquería, pero cuando se nos pase la
bronca recordemos que nosotros no elegimos lo fácil.
Que eso lo puede hacer cualquiera. Y nosotros no lo somos!
Cariños y sonrisas
Irene
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Cariños y sonrisas