Si uno está erguido, con los hombros hacia atrás y sacando pecho le será imposible sentirse inseguro.
Así, es imposible decir "no puedo hacerlo".
En el lado contrario si se camina con los hombros agachados y cabeza baja es fácil que el estado de ánimo tienda hacia los sentimientos negativos.
Cualquier postura conduce a ciertos pensamientos o sentimientos, y viceversa.
Esto es algo que podemos usar para mejorar nuestro estado de ánimo, especialmente si tenemos dudas o nos sentimos abatidos.
Cambiando de gesto, pronto podremos sentirnos mejor y con más ganas de hacer cosas.
Intentémoslo!!
Cariños y sonrisas
Irene
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Cariños y sonrisas