Dicen que el miedo está ahí para protegernos, cuando somos demasiado arriesgados.
Yo opino, sin embargo, que lo que hace es sabotear la mayoría de nuestros intentos por labrarnos un futuro mejor.
El miedo impide que llevemos a cabo proyectos ilusionantes o viajes repletos de aventuras.
El miedo nos frena a la hora de adquirir nuevos aprendizajes, realizar nuevas inversiones o establecer nuevas relaciones.
En definitiva, el miedo frena en seco nuestra evolución personal.
Pero la pregunta es: ¿de qué tenemos miedo?, ¿qué es lo peor que podría pasarnos?
Para algunos, lo peor que puede ocurrir es la muerte. Pero la muerte, según nuestro punto de vista y creencias personales, puede que sea, simplemente, la antesala de un nuevo inicio.
Para otros lo peor sería una larga enfermedad o una gran limitación física de por vida, dos situaciones extremas difíciles de gestionar.
A lo largo de la vida, uno ve personas que han sufrido cualquiera de estas circunstancias y algunos se hunden irremediablemente fruto de la rabia y la frustración. Otros, sin embargo, se adaptan a su nueva realidad, dan lo mejor de sí mismos y acaban siendo felices mientras inspiran y sirven de ejemplo a los demás.
Ellos demuestran una cosa: que toda situación extrema, también puede aportarnos aprendizajes extremos y, por tanto, una evolución personal extrema.
Así pues, no vivamos presos del miedo!!
Hagamos lo que realmente queramos hacer, con prudencia, eso sí, pero jamás con temor.
Y si pasa algo, enfrentémonos a ello de la mejor forma posible.
¿De qué nos sirve, pues, el miedo?
Sólo para una cosa: para limitarnos.
Cariños y sonrisas
Irene
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario.
Todo me alienta para seguir buscando y compartiendo artículos que nos hagan sentir mejor y con mayor bienestar psicológico.
Cariños y sonrisas