domingo, 17 de mayo de 2020

LOS ADOLESCENTES SON LOS MÁS PERJUDICADOS POR LA CUARENTENA: CUIDADO CON LA TENDENCIA AL AISLAMIENTO TOTAL

La adolescencia puede ser una etapa complicada, y la epidemia del coronavirus (COVID-19) la puede hacer todavía más difícil. Los cambios en la rutina y el encierro los obligan a adaptarse a formas diferentes de emplear su tiempo.
En estos momentos, el mundo está unido en una batalla común contra un enemigo invisible. 
Sin embargo, mientras centramos toda nuestra atención en encontrar el modo de evitar o tratar la COVID-19, estamos dejando a un lado las graves consecuencias –las repercusiones ocultas— a las que tendremos que hacer frente mucho después de la presente pandemia. 

En un mundo confinado por una emergencia sanitaria de dimensiones tan colosales que aún no sabemos cómo nos va a afectar a cada uno de nosotros, por la intensidad y la duración de la misma, millones de adolescentes están expuestos al mayor experimento social en muchas décadas, obligados a una reclusión que puede convertirse en el detonante de otro tipo de epidemia.
A la mayoría de nosotros el confinamiento por la Covid-19 está resultando una dura prueba que está llevando nuestra paciencia a límites que desconocíamos. Y soñamos con que se levanten las medidas y podamos volver a salir y encontrarnos cara a cara con amigos y familia aunque la tecnología ha aliviado la situación y nos ha permitido trabajar y comunicarnos desde casa.

Pero, los adolescentes, además de estar contrayendo la COVID-19, son algunas de las víctimas a las que más duramente afectará el virus. 

Si no actuamos de inmediato para abordar las consecuencias que la pandemia tendrá sobre los adolescentes, el eco de la COVID-19 causará daños permanentes en ellos que son nuestro futuro común.
Ya, algunos adolescentes que ya empezaban a aislarse antes de la pandemia encuentren en este aislamiento obligado el detonante de un trastorno que pueda dejar de ser anecdótico para convertirse en cotidiano, como en el caso de los adolescentes con el sindrome de Hikikomori, término acuñado por el psiquiatra Tamaki Saito, en el año 2000 y significa apartarse, estar recluido. 
Se define como una forma voluntaria de aislamiento social o auto-reclusión, debido a factores tanto personales como sociales. Es el ermitaño del siglo XX
Observen a los adolescentes de la casa y ante cualquier conducta de demasiado aislamiento, busquen ayuda profesional. 
Carinos y sonrisas
Irene









¿Qué te produce la crisis de la Cov

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