La traición o el miedo a confiar
Surge cuando el niño se ha sentido traicionado por alguno de sus padres principalmente, no cumpliendo sus promesas. Cómo el padre o madre que promete ir al acto del colegio, pasarlos a buscar, ir al partido de fútbol y no cumple.
Esto genera una desconfianza que se puede transformar en envidia y otros sentimientos negativos, por no sentirse merecedor de lo prometido y de lo que otros tienen.
Esto genera una desconfianza que se puede transformar en envidia y otros sentimientos negativos, por no sentirse merecedor de lo prometido y de lo que otros tienen.
Haber padecido una traición en la infancia construye personas controladoras y que quieren tenerlo todo atado y reatado.
Si hemos padecido estos problemas en la infancia, es probable que sintamos la necesidad de ejercer cierto control sobre los demás, lo que frecuentemente se justifica con un carácter fuerte, pero solo es necesidad de control por las carencias de niños
Si hemos padecido estos problemas en la infancia, es probable que sintamos la necesidad de ejercer cierto control sobre los demás, lo que frecuentemente se justifica con un carácter fuerte, pero solo es necesidad de control por las carencias de niños
Sanar las heridas emocionales de la traición requiere trabajar la paciencia, la tolerancia y el saber vivir, así como aprender a estar solo y a delegar responsabilidades.
Cariños y sonrisas
Irene
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