Ella está en la base de todo, en el horizonte de todo, y quizás no nos gusten algunos de sus comportamientos, pero sentimos que no es lícito criticarla.
Las cosas cambian durante la adolescencia. Por lo general, esa etapa es mucho más conflictiva.
La adolescencia es una transición en la que se confrontan el niño que fuimos y el adulto que queremos ser.
Es entonces cuando resulta fundamental, muy importante, cuestionar lo que hemos recibido en casa, para forjar una identidad propia.
En la adolescencia es donde comienzan los interrogantes y cuestionamientos sobre nuestros padres.
Es el momento de las grandes rupturas con los padres.
Si antes no nos permitíamos criticar a nuestra madre, ahora se vuelve objeto de gran parte de nuestras insatisfacciones. La adolescencia es una transición en la que se confrontan el niño que fuimos y el adulto que queremos ser.
Es entonces cuando resulta fundamental, muy importante, cuestionar lo que hemos recibido en casa, para forjar una identidad propia.
En la adolescencia es donde comienzan los interrogantes y cuestionamientos sobre nuestros padres.
Es el momento de las grandes rupturas con los padres.
Ella quiere que sigamos siendo el niño que conocen, mientras que nosotros necesitamos volar.
Cariños y sonrisas
Irene
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Cariños y sonrisas