La palabra “intentar”, en la mayoría de los casos cuando utilizamos esa palabra, realmente lo que estamos dando a entender a nuestro interlocutor, es que no se va a desarrollar lo que estamos diciendo, pues estamos poniendo énfasis en el fracaso más que en las posibilidades de desarrollarlo.
La palabra “intentar” es sinónimo de fracaso, y lógicamente nadie quiere fracasar en su tarea.
Retomando la reflexión inicial, y para finalizar. Las palabras “nunca” y “siempre”, suelen ser malas acompañantes en nuestra conversación.
“Yo nunca haré tal cosa…” puede que incluso antes de finalizar la frase ya nos hayamos arrepentido.
“Yo siempre hago tal cosa…”, ese inmovilismo nos cierra la posibilidad de ser nosotros mismos, de salir de nuestra zona de confort y de desarrollarnos más allá de nuestras posibilidades.
Feliz domingo, cariños y sonrisas
Irene
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Cariños y sonrisas