Hemos visto que el estrés se puede originar en el medio externo, y que los conflictos o emociones internas pueden perpetuarlo.
Cuando identificamos claramente la fuente del estrés que sentimos, quedamos mucho más libres para elegir como combatirlo y aumenta nuestra capacidad de elegir la forma de sobreponernos.
Conocernos a nosotros mismos nos ayuda a elegir.
Podemos dirigir nuestros esfuerzos primordialmente hacia el mundo externo, o podemos trabajar nuestro mundo interno. Los dos aspectos del afrontamiento, el interno y el externo, son igualmente importantes.
Las personas extrovertidas o que tienen personalidad directiva se inclinan primero hacia la solución de los problemas externos.
Las personas introvertidas o de naturaleza contemplativa tienden a observar primero en su interior y tratar de solucionar los problemas del mundo su pensamiento, su imaginación y su espíritu, antes de intentar siquiera actuar sobre el entorno.
Y ninguno es mejor o peor, depende nuestra personalidad.
Sin embargo, es importante anotar que debemos utilizar ambos tipos de mecanismos, los de afrontamiento interno y externo ya que ambos son necesarios para hacer frente al estrés.
Cariños y sonrisas
Irene
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Cariños y sonrisas