Diariamente todos experimentamos conflictos menores que consumen buena parte de nuestra energía y nuestra fortaleza psíquica. 1.- Conflictos internos: Conflictos sencillos relacionados con como decidir entre ir a pasear o quedarnos mirando televisión, o ir al mercado o quedarnos en casa lavando la ropa, se cuentan entre los estresores de menor intensidad que, no obstante, tienen la capacidad de molestarnos.O también conflictos muchos más serios, como por ejemplo, los relativos a la crianza de los hijos. ¿Cuán estrictos o permisivos debemos ser? ¿Cómo expresarles afecto a nuestros hijos? ¿Cómo reaccionar cuando otra persona está en desacuerdo o tiene necesidades distintas de las nuestras? Todas las decisiones crean conflictos internos hasta que se resuelven. Además de los conflictos internos, hay emociones indeseadas que constituyen otra fuente interna de estrés: ansiedad o ira por algún acontecimiento del medio externo, pero cuando no les permitimos a esas emociones expresarse, y siguen mortificándonos, se convierten en fuente interna de estrés. Cuando no podemos serenar nuestra mente o liberarnos de ciertas emociones, quedamos atrapados en un patrón de estrés interno. Tratemos de pacificar nuestras emociones y nuestros pensamientos y tendremos menos estrés. Cariños y sonrisas Irene |
PSICÓLOGA CLÍNICA DE ADOLESCENTES Y ADULTOS Y TALLERES DE FELICIDAD Y DESARROLLO PERSONAL. +569 81368719 RENACA. VINA DEL MAR
miércoles, 25 de marzo de 2015
ORIGEN DEL ESTRÉS
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Cariños y sonrisas