En general, la gente nota que estamos molestos por algo, o por el cotrario, si estamos contentos por elgo, en forma casi"telepática", lo queramos o no, así que no se nos ocurra querer engañar a nadie.
Además, el cuerpo nunca miente. Y si pretendemos que mienta, es muy dañino y doloroso para cuerpo.
A la gente le da miedo decir algunas cosas porque cree que a lo mejor hiere a su interlocutor o se hiere a sí misma. Pero mucho más daño nos hacemos si no logramos desahogar lo que sea:
- En primer lugar, nuestro cuerpo se resentirá si no nos desahogamos;
- en segundo lugar, nuestro interlocutor se sentirá confuso;
- y en tercer lugar, nuestras relaciones se desbaratarán.
- Al final, acabará descubriéndose la verdad y para entonces la desconfianza y la ira pueden haber aumentado tanto que las relaciones se malogren definitivamente
Para reafirmar este principio podemos empezar con este pensamiento: 'NO PASA NADA POR DECIR LA VERDAD Y CUANTO MÁS SINCERO SEA ACERCA DE MIS SENTI-MIENTOS, MEJOR ME SENTIRÉ Y MEJOR SE SENTIRÁN LOS DEMÁS'.
Cariños y sonrisas
Irene
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Cariños y sonrisas