viernes, 29 de noviembre de 2013

Paremos de sufrir

Para percibir la realidad no tenemos que mirar en los libros, ni siquiera ir en busca de la ayuda de nadie, sencillamente  debemos ver dentro de nosotros mismos. El pensamiento causa el sufrimiento, y cuando pensamos lo que hacemos en realidad es reaccionar. Reaccionamos por nuestro recuerdo del pasado.
El pensamiento es memoria, y la memoria es el almacenamiento de la experiencia de ayer. La experiencia de ayer es recuerdo. La respuesta de la memoria a  un estímulo se llama pensar. Cuando el pensador piensa, crea, y lo que él crea no es lo real por lo que el pensador tieneque terminar.
Debemos comprobar por nosotros mismos que cuando cesa el pensamiento el sufrimiento desaparece, deja de existir y, sólo entonces encontramos la realidad, que es el presente, el momento actual.
Hasta mañana, cariños y sonrisas
Irene

jueves, 28 de noviembre de 2013

PESIMISMO VERSUS OPTIMISMO

Qué huella dejan las películas infantiles…  Yo tengo asociada la palabra “fantasía” a duendes, hadas, castillos encantados y a príncipes y princesas que vivieron felices. Esas cosas.
Sin embargo, “fantasía” se refiere a algo imaginario, en general. A todo aquello que cruza por  nuestra mente y no tiene porqué cuadrar con la realidad.
Puede ser cualquiera, que fantasea desde el primer momento en que imagina que un optimista es ese descerebrado que cruza por la realidad montado en su nube rosa y luciendo una sonrisa enajenada.
En que están, amigos pesimistas? Que el optimista haga uso de su imaginación, no quita que que el pesimista también ande por los reinos de la fantasía. Quizás sea el más fantasioso de los dos.
Cuando creen en supersticiones y demás estupideces que dicen que nuestra suerte será pésima.
Cuando fantasean con la propias cualidades y suponen que se es un desastre de persona sin tener pruebas reales de que sea así.
Cuando nos ponemos límites que no tienen porqué existir. Es nuestro miedo el que los crea.
Cuando idealizamos a una persona hasta tal punto que creemos que no merecemos su amor.
Cuando imaginamos qué dirán de nosotros si fracasamos, si hacemos algo fuera de la norma o si nos da por salir mal vestidos a la calle. ¿Acaso creemos que la gente no tiene otra cosa que pensar que no sea en nosotros? Y, si nos dedican unos minutos de su tiempo, ¿por qué tienen que pensar lo que nosotros imaginamos?
Cuando pintamos el futuro de negro sólo porque no estamos atravesando nuestra mejor épocaa. ¿Qué certeza tienes de que será  todo tan horrible?
Sí, queridos pesimistas. Tenemoss tanta imaginación o mucha más que un optimista cualquiera. Si somos pesimistas vivimos en nuestro propio mundo de fantasía, aunque tire más hacia un relato de Poe que hacia una historia Disney.
Traten de ser más optimistas y vivir viendo el vaso medio lleno.
Hasta mañana, cariños y sonrisas
Irene
 
 


 


miércoles, 27 de noviembre de 2013

Con quë debemos tener paciencia

Hay que tener paciencia con aquellos acontecimientos que llegan y que parecieran que están en contra nuestra : la enfermedad, la falta de plata, el excesivo calor o frío... los diversos infortunios que se presentan en un día corriente: el teléfono que no funciona o no deja de comunicar, el excesivo trafico que nos hace llegar tarde a una cita importante, el olvido del material del trabajo, una visita que se presenta en el momento más inoportuno.
Son las adversidades, quizá no muy importantes, que nos llevarían a reaccionar quizá con falta de paz. En esos pequeños sucesos se ha de poner la paciencia.

Hasta mañana, cariños y sonrisas.
Irene

 




   

martes, 26 de noviembre de 2013

C on quién tener paciencia

 
Es necesario tener paciencia con todo el mundo, pero, en primer lugar, con uno mismo.
Paciencia también con quienes nos relacionamos más a menudo, sobre todo si, por cualquier motivo, hemos de ayudarles en su formación, en su enfermedad. Hay que contar con los defectos de las personas que tratamos –muchas veces están luchando con empeño por superarlos-, quizá con su mal genio, con faltas de educación, suspicacias... que, sobre todo cuando se repiten con frecuencia, podrían hacernos faltar a la caridad, romper la convivencia o hacer ineficaz nuestro interés en ayudarlos. El discernimiento y la reflexión nos ayudará a ser pacientes, sin dejar de corregir cuando sea el momento más indicado y oportuno.
Esperar un tiempo, sonreír, dar una buena contestación ante una impertinencia puede hacer que nuestras palabras lleguen al corazón de esas personas.
Hasta mañana, caroños y sonrisas
Irene

lunes, 25 de noviembre de 2013

Para que nos sirve la paciencia


La paciencia es un rasgo de personalidad madura. Esto hace que las personas que tienen paciencia sepan esperar con calma a que las cosas sucedan ya que piensan que a las cosas que no dependen estrictamente de uno hay que darles tiempo.

La persona paciente tiende a desarrollar una sensibilidad que le va a permitir identificar los problemas, contrariedades, alegrías, triunfos y fracasos del día a día y, por medio de ella, afrontar la vida de una manera optimista, tranquila y siempre en busca de armonía.
Es necesario tener paciencia con todo el mundo, pero, en primer lugar, con uno mismo.
Paciencia también con quienes nos relacionamos más a menudo, sobre todo si, por cualquier motivo, hemos de ayudarles en su formación, en su enfermedad. Hay que contar con los defectos de las personas que tratamos –muchas veces están luchando con empeño por superarlos-, quizá con su mal genio, con faltas de educación, suspicacias... que, sobre todo cuando se repiten con frecuencia, podrían hacernos faltar a la caridad, romper la convivencia o hacer ineficaz nuestro interés en ayudarlos. El discernimiento y la reflexión nos ayudará a ser pacientes, sin dejar de corregir cuando sea el momento más indicado y oportuno. Esperar un tiempo, sonreír, dar una buena contestación ante una impertinencia puede hacer que nuestras palabras lleguen al corazón de esas personas
Seamos pacientes, que les aseguro, les ayudara a vivir.
Cariños y sonrisas
Irene.

viernes, 22 de noviembre de 2013

Sepamos que es la paciencia

La paciencia no es pasividad ante el sufrimiento, el no reaccionar o un simple aguantarse: es fortaleza para aceptar con serenidad el dolor y las pruebas que la vida pone a nuestra disposición para nuestro continuo crecimiento.
A veces las urgencias nos impiden disfrutar del presente. Disfrutar de cada instante sólo es posible con unas dosis de paciencia, virtud que podemos desarrollar y que nos permitirá vivir sin apuros. La paciencia nos permite ver con claridad el origen de los problemas y la mejor manera de solucionarlos.
La paciencia es la virtud por la que soportamos con ánimo sereno los males y los avatares de la vida, no sea que por perder la serenidad del alma perdamos otros bienes espirituales que nos han de llevar a conseguir otros mayores.
La paciencia es una virtud bien distinta de la mera pasividad ante el sufrimiento; no es un no reaccionar, ni un simple aguantarse: es parte de la virtud de la fortaleza, y lleva a aceptar con serenidad el dolor y las pruebas de la vida, grandes o pequeñas.
cariños y sonrisas
Irene

miércoles, 20 de noviembre de 2013

Pensamiento y sufrimiento

Desde que nacemos hasta que morimos pasamos por toda clase de problemas y dificultades. Tenemos problemas económicos, sociales y religiosos, problemas de relación personal, de realización individual, deseando echar raíces en un sitio u otro.
Llevamos dentro de nosotros innumerables heridas psicológicas, miedos, placeres, sensaciones. Existe muchísimo miedo en todos los seres humanos, muchísima ansiedad, incertidumbre, y existe también la persecución del placer.
Todos los   seres humanos que viven en esta bella Tierra sufren mucha pena y soledad.
Pero debemos comprender que es el pensamiento causa el que causa todo el
sufrimiento, y cuando pensamos lo que hacemos en realidad es reaccionar.
Reaccionamos por nuestro recuerdo del pasado. El pensamiento es memoria
y  la experiencia de ayer es recuerdo. La respuesta de la memoria a un estímulo se llama pensar. Cuando el pensador piensa, crea, y lo que él crea no es siempre lo real.

El sufrimiento tiene su origen en la propia reacción ante los hechos y no
en la realidad de lo que está ocurriendo. No lo produce la realidad, sino la
mente en la que se arraiga el deseo, la exigencia, los prejuicios, los miedos,
etc.

Seamos conscientes de lo que pensamos, seamos hiper vigilantes de lo que pensamos y pongamos pensamientos positivos y veremos como cambia nuestra vida
Cariños y sonrisas
Irene

lunes, 18 de noviembre de 2013

Carga tóxica

El rencor no es un sentimiento agradable. Cada vez que pensamos en la persona o en la circunstancia que lo provoca, volvemos a experimentar todas esas sensaciones desagradables que originalmente vivimos: ira, impotencia, frustración, dolor, ansiedad... Esa carga tóxica inunda nuestra mente y recorre nuestro organismo, y no hay que decir que esto no conduce a la felicidad, sino todo lo contrario: nos llena de amargura. ¿Te imaginas los estragos que esto causa en tu salud? Presión arterial elevada, dolor de cabeza, indigestión, calambres causados por la tensión muscular... Esto es solo parte del precio que pagas al no perdonar. Pero nada se compara con el daño que te causas en el plano emocional, porque el odio y el rencor apagan el espíritu; te quitan la energía vital positiva. Irónicamente, por ellos sigues siendo una víctima —esta vez voluntaria— de aquello que tanto te hirió en el pasado. Como explica Caroline Myss, la famosa intuitiva médica, autora del best seller Anatomía del espíritu: mantener vivo el rencor es como si te hubieran hecho una herida física, que ya hubiese sanado, y a cada momento volvieras a abrirla, para sentir lo terrible y dolorosa que fue. Por algo dice un viejo proverbio chino: ‘La persona que quiere venganza, debe cavar dos fosas’. Catiños y sonrisas Irene

viernes, 15 de noviembre de 2013

Seguimos con la reflexiones para vvir

5. Reflexiones para la vida de disfrutar. Estar preparado es importante, saber esperar lo es aún más, pero aprovechar el momento adecuado es la clave de la vida. Arthur Schnitzler
4. Reflexiones para la vida y su significado. Aprendí que no se puede dar marcha atrás, que la esencia de la vida es ir hacia adelante. La vida, en realidad, es una calle de sentido único- Agatha Christie
3. Reflexiones para la vida y sus etapas. En tres tiempos se divide la vida: en presente, pasado y futuro. De éstos, el presente es brevísimo; el futuro, dudoso; el pasado, cierto. Lucio Anneo Séneca
2. Reflexiones para la vida de superación. ¿Por qué contentarnos con vivir a rastras cuando sentimos el anhelo de volar?- Helen Adams Keller
1. Reflexiones para la vida de momentos. La vida es dulce o amarga; es corta o larga. ¿Qué importa? El que la goza la halla corta, y el que la sufre la halla larga- Ramón de Campoamor
Cariños y sonrisas
Irene

jueves, 14 de noviembre de 2013

REFLEXIONES PARA LA VIDA

1. La vida es quizás lo único que nos pertenece por ello, debemos vivir cada día como si fuera el último y quizás aprender a vivir sea lo más difícil pero como estas reflexiones para la vida será más sencillo. 2. Reflexiones para la vida de aprender. Tanta prisa tenemos por hacer, escribir y dejar oír nuestra voz en el silencio de la eternidad, que olvidamos lo único realmente importante: vivir- Robert Louis Stevenson. 3. Reflexiones para la vida de esfuerzo. Esforcémonos en vivir con decencia y dejemos a los murmuradores que digan lo que les plazca- Molière 4. Reflexiones para la vida de felicidad. Quien crea que su propia vida y la de sus semejantes está privada de significado no es sólo infeliz, sino que apenas es capaz de vivir- Albert Einstein 5. Reflexiones para la vida de experiencia. El hombre que más ha vivido no es aquel que más años ha cumplido, sino aquel que más ha experimentado la vida- Jean Jacques Rousseau 6. Reflexiones para la vida de ayuda. Quien no vive de algún modo para los demás, tampoco vive para sí mismo- Michel Eyquem de Montaigne cariños y sonrisas Irene

martes, 12 de noviembre de 2013

PERDON

Cada vez que nos enojamos con alguien, cada vez que nos sentimos víctimas de una ofensa o agresión, “sabemos” que fuimos tratados de una manera injusta o desconsiderada, que no hemos recibido el trato que nos merecemos. Ese maltrato nos provoca una “razonable” sensación de enojo o disgusto, y en ese punto frecuentemente reclamamos (o al menos nos sentimos con derecho a recibir) algún tipo de reparación de parte del agresor, o aunque más no sea una disculpa, es decir, el reconocimiento de que efectivamente fuimos maltratados. Muchas veces comentamos estos incidentes con nuestros amigos. Se los contamos, lógicamente, tal como los hemos percibido, es decir, mostrándoles con claridad lo injustos que han sido con nosotros. Ellos, naturalmente, suelen darnos la razón porque todos compartimos la misma manera de interpretar estas situaciones. Y lo único que logramos es volver a revolver el cuchillo en nuestra propia herida y encima buscamos apoyo para seguir haciéndolo. Basta!!! Cariños y sonrisas

sábado, 9 de noviembre de 2013

Fomentar la felicidad


La tristeza en muchas ocasiones está muy relacionada con el egoísmo, con la propia contemplación. Hay que procurar fomentar una manera de ser optimista, positiva, alegre, no una alegría subjetiva, falsa, pasajera, sino fruto de la entrega y el esfuerzo por darse a nuestros seres queridos. Las personas que aman piensan más en el otro que en el propio yo. Darse al otro es una buena manera de estar alegre ya que muchos de los motivos de tristeza tienen que ver con la imaginación, los sentimientos de victimismo o con andar comparándose con personal que tienen un mejor nivel socioeconómico. Grandes problemas de la convivencia existen solo en la cabeza y cuando no se es capaz de dominar la imaginación ésta se adueña de la situación. Son malas compañeras de la alegría la dejadez, la desgana, el buscar compensaciones propias, el sentimiento de victima o de incomprendido. Cuanta gente hay que busca la felicidad final en cosas materiales, las fuerzan a darnos algo que no nos pueden dar ya que no son un fin sino un medio para vivir una vida mas digna. Por otro lado, las hay también a las que les interesa mas hacer creer a los demás que son felices que tratar de serlo realmente. Cuando a uno le preguntan sobre que es ser feliz, se equivoca al conjugar el verbo, porque menciona casi por “default” siempre el verbo “tener”, tener dinero, tener salud, tener comodidades y la verdadera felicidad, aquella que no es pasajera, sino que se queda instalada y para siempre, está mas en dar que en tener, la felicidad la da la tranquilidad de conciencia. De allí la importancia de formarla como se debe y de hacer las cosas bien, las cosas que uno debe hacer, no las que le den “ganas” de hacer. Cariños y sonrisas Irene

viernes, 8 de noviembre de 2013

Cuánto más dinero tienes, más feliz eres?

Cuanto más dinero tienes, más feliz eres, ¿no? Pues no.
Según Manel Baucells en un documento publicado recientemente en el Boletín del IESE, (la escuela de negocios No 1 del mundo según ranking 2006 de The Economist) El documento de investigación “Does More Money Buy You More Happiness?” (“¿Con más dinero se puede comprar más felicidad?”) muestra que aun cuando los habitantes de los países ricos son algo más felices que los de los países pobres, en realidad no llegarán a alcanzar tanta felicidad como piensan.
Aunque ganen la lotería o reciban un cuantioso aumento de sueldo, se compararán con sus vecinos más ricos y se adaptarán enseguida a los coches caros y las vacaciones en destinos exóticos, lo que reducirá rápidamente su sensación de bienestar.
¿Existe un remedio? Los autores Manel Baucells y Rakesh K. Sarin animan al lector a centrarse más en bienes de primera necesidad, como la comida, dormir o la amistad, y no tanto en caros sustitutos materiales.  
La alegría y/o la felicidad no dependen de lo que tienes sino de lo que eres.
cariños y sonrisas
Irene

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Valores para ser felices

 Muchas veces hemos hablado de lo importante que es para nuestra búsqueda de la felicidad, por lo tanto será bueno conocer los valores que cimientan y dan sentido general a nuestra vida. Los valores son las formas de pensar, sentir y actuar, por las que nuestra vida se rige, como por ejemplo la sinceridad, la honestidad, la creatividad, el respeto, la integridad, la seguridad, etc. Todos tenemos valores. Quien niegue tenerlos es simplemente porque no se conoce lo suficiente.
Los valores, más allá de tu energía, están relacionados con ver quienes somos, con nuestra esencia.
Conocer nuestros valores es esencial, para saber cómo vamos a superar las crisis, son los motores que impulsan la toma de decisiones correctas en los momentos difíciles. Los valores nos sirven para comprobar si tenemos una vida acorde con nuestros principios esenciales. Por ejemplo, si para mí la honestidad es un valor crucial, y voy a comenzar un trabajo muy interesante, cuándo sé que en la empresa abusan y se aprovechan de las persona, ¿crees que a la larga estaré cómodo en ese trabajo? Identificar nuestros valores aporta una buena motivación para actuar de forma coherente hacia el logro de nuestro éxito.
Y para descubrir nuestros valores, lo mejor es preguntarse qué es lo que realmente nos importa en la vida, Recordemos ahora algún momento en el que nos encontrabas muy bien, de forma extraordinaria. Visualicemos ese instante de tu vida y respondamos ordenadamente a las siguientes cuestiones:
¿Qué recordamos de esa situación?
¿Qué percibíamos cómo importante en ese momento?
¿Qué sentíamos cuando estábamos haciendo eso?
¿A qué prestábamos atención?
¿Qué beneficios te aportaba?
¿A qué no renunciaríamos en esa situación?
¿Qué valores creemos que nos guiaban?
Realicemos estas preguntas, con el mayor número de situaciones que podamos. Todos tenemos unos valores esenciales que permanecen estables a lo largo de la vida y que aplicamos a los más diversos contextos. Cuando un valor es esencial y se elige libremente nos impulsa a la acción de forma automática. Por ejemplo, cuando el valor de dar un servicio a la comunidad es elegido libremente habrá entonces una clara motivación y energía para llevarlo a cabo. En cambio, si el valor proviene del exterior y nos viene impuesto, el realizar servicios a la comunidad parece una obligación y no conduce a la acción.
Es importante que, en los próximos días, meditemos sobre cuáles son nuestros valores, tomemos conciencia de ellos y veamos en nuestras actuaciones cotidianas si nos comportamos de acuerdo a ellos o no.
Además de identificar nuestros valores, hay que respetarlos, ser coherente y actuar de acuerdo con los mismos,
cariños y sonrisas
Irene

martes, 5 de noviembre de 2013

Decálogo para ser feliz

Aquí le dejamos otras 10 recomendaciones que, dicen los que saben, le ayudarán a ser más feliz. 1. La felicidad no es un estado, es una actitud ante la vida. 2. Hay que proponerse ser felices. 3. Creer en nosotros mismos. 4. Aceptar las cosas tal y como nos vienen. Somos humanos y, por lo tanto, cometemos errores. 5. Ver los problemas desde la distancia. Anteponer los pensamientos a los sentimientos. 6. Desear lo que tenemos y disfrutar de ello. 7. Hacer lo que nos gusta. Buscar actividades que nos diviertan y nos permitan disfrutar del tiempo libre. 8. Adoptar una actitud optimista ante la vida. 9. Cultivar el sentido del humor. Es fundamental saber reírse de uno mismo. 10.Apoyarse en la familia. Hacer cosas por los que están a nuestro lado. Cariños y sonrisas Irene