lunes, 28 de diciembre de 2020

ESTRATEGIAS INTELIGENTES PARA SACUDIRNOS LA TRISTEZA


Para quitarnos de encima toda esa tristeza que nos desmotiva en estos momentos, que hace que cada día en vez de levantarnos con una sonrisa lo hagamos con una mueca de desilusión y que provoca que parezca que nuestra vida no tenga sentido es necesario poner en práctica algunas estrategias.
Las principales son aceptar la tristeza y no rehuir sus manifestaciones más propias, como puede ser el llanto o la introspección.
De nada sirve negarla y encapsularla o mandarla al destierro.
Es necesario que aceptemos que estamos tristes y, sobre todo, darnos el permiso para expresarla.
No importa si lloriqueamos, si lagrimeamos mucho, si queremos estallar en llanto.
Son necesarios esos momentos en la que la imagen que podamos proyectar pase a ser secundaria: la catarsis emocional pierde toda su función cuando se encuentra con muros fuertes y rígidos que no la permiten.
El llanto nos devuelve la paz, al punto de salida para recordarnos la importancia de cuidarnos.
Hacer deporte, comer sano, establecer unos horarios para comer y dormir, hablar con nuestros amigos…
En definitiva, aunque no tengamos ningunas ganas hacer esto, pues deseamos abandonarnos por completo, no está todo perdido.
Poco a poco, podemos ir introduciendo pequeños cambios que nos activen y que empiecen a motivarnos.
Por último, no está de más buscar en parte de nuestras actividades una motivación intrínseca, un gusto por realizarlas más allá del resultado que puedan ofrecer. Así, tampoco podremos hablar de un tiempo perdido.
También, podemos apoyarnos en el Mindfulness, una actividad muy placentera y que nos ayudará a sobrepasar a lo que parece superarnos.
Pero, sin duda, la clave de todo esto está en acudir a un profesional cuando la situación supera nuestra capacidad para soportar el dolor o cuando nos sentimos tan aplastados por una carga que no encontramos palanca con la que levantarla.
Porque aunque ahora no creamos que nuestra situación pueda cambiar, toda tormenta ha terminado claudicando al sol.
“La lluvia cae porque la nube ya no puede soportar el peso. Las lágrimas caen porque el corazón ya no puede soportar el dolor”-Anónimo-
Cariños y sonrisas

 

jueves, 24 de diciembre de 2020

ESTA NAVIDAD NECESITAMOS RENACER

El tiempo en que nos preparamos para vivir la Navidad este año, la crisis mundial, agudizada por un enemigo invisible, la ha hecho larga y difícil, y en medio de ella estamos todos.
Muchos han sufrido hasta la pérdida de seres queridos o se han sentido morir o, han pasado por la enfermedad, superándola; pero todos estamos removidos desde nuestros cimientos.
Han cambiado drásticamente y de forma prolongada, costumbres de vida, teniendo que incorporar nuevos hábitos y dejar que otros se establezcan; se han afectado los servicios que teníamos a la mano como: parques, peluquerías, restaurantes, playas, piscinas, centros nocturnos, festivales, teatros, fiestas y hasta Iglesias. 
Lo que se nombra “esencial”, no nos deja siempre probar la verdadera esencia.
El encierro en casa -y en muchos lugares fuera de ésta- trae retos fuertes en las relaciones, donde están explotando diferencias, que antes podían pasarse por alto. 
Las inseguridades y los temores de todo tipo nos sacan de nuestro centro, y cuando esto sucede, tienden a salir más los propios defectos y podemos tolerar menos los defectos de los demás.
Pero ¿vamos a dejar que esta revoltura nos gane e impida que nos realicemos? Las parejas que se aman, ¿dejarán de hacerlo? Los padres que crían hijos ¿dejarán que se dañen? o, los niños por nacer, ¿encontrarán la mejor acogida? Las personas que luchan por ser mejores, ¿podrán superarse y alcanzar una calidad superior de vivir?
¡Mira! el dicho popular de “no hay mal que por bien no venga” es una realidad, pero esto no sucede como por magia, sino que hay que saber actuar bien para que así suceda; porque hay una realidad: nuestras características psicológicas nos pueden jugar una mala pasada y, en momentos de tensiones, podemos no tener el saber, la luz, la cordura o la sabiduría para orientarnos en decisiones y acciones que hagan que, efectivamente, yo sepa sacar lo bueno que puede traerme una situación que logre mi estabilidad, pero sobre todo, mi confianza y mi Paz interior. 
En momentos así, sí es importante informarse, prepararse, cuidarse y hacer caso a lo que nos dicen los expertos; pero lo esencial, que no puede faltar -y esto es un aprendizaje constante, debe ser el autoconocimiento.
En la medida en que es seria la desestabilización a la que estamos sometidos, mayor se hace la necesidad de asumir los recursos psicológicos y espirituales propios. 
Y, no lo dudemos, esta situación sí es grave, pues no se trata sólo de la amenaza de un virus mortal, sino que están puestos a prueba las resistencias psicológicas de cada uno.
De entrada, hay que pensar que no se trata de un hecho personal que yo pueda aislar, sino de una realidad que nos ha involucrado a todos: mi pareja, mis hijos, mis padres, mis vecinos, mis compañeros de trabajo, mi barrio, mi ciudad, mi país, mi planeta.
Por lo tanto, debemos realmente esta Navidad, debemos RENACER en la paciencia, la tolerancia y por sobre todo EL AMOR.
Cariños, sonrisas y feliz navidad para todos
Irene
 






lunes, 21 de diciembre de 2020

CONSEJOS PARA NO TENER RENCORES NI MALOS PENSAMIENTOS

1. No perdamos nuestro tiempo odiando a la persona que nos hizo daño, dediquemos ese tiempo a nosotros mismos.
2. No nos tomemos personal todo lo que las personas dicen, acostumbrémonos a la sinceridad de ellas.
3. No volvamos los malos sentimientos un círculo vicioso de odio, dejemos de pensar en lo sucedido y en lo que pudimos hacer en ese momento, olvidemos lo sucedido ya.
4. Si aún conversando con la persona que nos hizo daño, no nos sentimos cómodos y a gusto, alejémonos de ella, no es necesario que nos hagamos daño.
5. Dejemos de preguntarnos ¿Por qué me hizo eso a mí o por me que lo dijo a mí?
6. Escribamos o hablemos con una persona de confianza sobre lo sucedido, liberémonos.
7. Pongámosle punto y final al asunto, olvidemos lo sucedido, evitemos estar con personas que siempre nos lo recuerde, pues sólo están alimentando el rencor.
8. Aceptemos las imperfecciones de las personas, nadie piensa y actúa igual que nosotros.
9. Soltemos todos esos malos sentimientos que tengas en nosotros, no acumulemos nada, conversemos con la persona que nos hizo daño, pues con el tiempo acumular estos sentimientos traen consecuencias en nuestro cuerpo.
10. Sintámonos libres de conversar con alguien sobre el problema, dejemos el pasado atrás, olvidemos lo sucedido, no dejemos que nadie nos siga recordando lo sucedido, superemos las cosas malas y sigamos adelante!!!

Cariños y sonrisas
Irene

viernes, 18 de diciembre de 2020

CUÁNTO NOS CONOCEMOS Y NOS ACEPTAMOS?

En estos tiempos que estamos viviendo, en el que estamos más "encerraditos" y que tenemos más tiempo para "mirar hacia adentro" podemos saber quienes somos. 
Es  importante conocernos, saber cuáles son nuestras capacidades, nuestras potencialidades, fortalezas, y también nuestros déficits y debilidades. 
Dedicar tiempo a uno mismo, a la reflexión y a la aceptación de lo que somos desde el cariño y la comprensión es muy enriquecedor.
Aceptar el pasado y trabajar en el presente para un mejor futuro.
Conocernos, no a través de la opinión o juicio de los demás, sino a través de la introspección y del autoanálisis, desde dentro. Escúchate, entiéndete y acéptate amablemente.
Cuestiona las "etiquetas" que te hayas o hayan puesto ¿de dónde vienen? ¿son reales a día de hoy? ..quítate las etiquetas.
Si comienzas a entender lo que eres sin intentar cambiarlo, lo que eres se somete a una transformación.-Jiddu Krishnamurti.
Cariños y sonrisas
Irene


martes, 15 de diciembre de 2020

VIVAMOS EL PRESENTE PORQUE LA VIDA SE VA "EXTREMADAMENTE RÁPIDO"


Antes de que nos enteremos, nuestra vida puede haberse ido. 
Crecen nuestros niños y se va la juventud. 
No dejemos que nuestra vida se nos escape- gocemos de ella mientras que estamos aquí. 
En vez de vivir en el pasado o en el futuro, practiquemos el estar aquí y ahora.
Vivir en el presente no solo significa dejar de pensar en el pasado o el futuro, sino también aprender a disfrutar del aquí y ahora, ser plenamente conscientes. 
Un antiguo proverbio zen afirma: “Cuando camines, camina. Cuando comas, come”. 
A primera vista puede parecer una verdad de Perogrullo, pero lo cierto es que este consejo saca a relucir el principal problema que aqueja a muchas personas en la sociedad actual: la incapacidad para vivir en el presente.
Hay que “detenerse y tomarle el olor a las rosas”. 
En pocas palabras, esto significa que deberíamos apreciar bien cada momento de nuestras vidas, por muy cotidiano o simple que pueda parecer.
Cariños y sonrisas
Irene


sábado, 12 de diciembre de 2020

EL HÁBITO DE AGRADECER

Crear el hábito de agradecer cada mañana por un nuevo despertar no es más que tener una actitud de reconocimiento y valor a nuestra vida.
El agradecer es un gesto universal que debe ser manifestado en cualquier espacio, condición, país sin importar la cultura o la religión.
Y el ser agradecido no debe ser sinónimo de deuda.
Cuando agradeces a los demás de forma leal y sincera no debe quedar esa sensación de deuda.
Simplemente debemos reconocer que otra persona se ha tomado el tiempo de hacer algo por nosotros y eso se debe valorar.
Cariños y sonrisas
Irene


martes, 8 de diciembre de 2020

CUANDO ES ESTRÉS NORMAL Y CUANDO ESTRÉS PATOLÓGICO

El termino estrés ya es parte de vocabulario habitual de nuestros tiempos, casi todo el mundo conoce sus alcances y efectos, es como la enfermedad que caracteriza a la modernidad, sobre todo la vida en las grandes ciudades.
Tal vez el Dr. Hans Selye, quien describió por primera vez los signos de este síndrome, nunca imaginó en el año 1.956, los alcances que tendría en el futuro.
No obstante es bueno comentar que existe un estrés normal y saludable y un estrés patológico, que conduce a un sinnúmero de enfermedades, algunas graves y catastróficas, en la esfera de lo físico y lo psíquico. 
El Dr. Karl Simmollthong, USA, (1.999), demuestra las altas correlaciones qué existen entre factores estresantes mantenidos en el tiempo y ciertos tipos de cáncer, diabetes, trastornos inmunológicos, dermatitis, enfermedades digestivas y cardiopatías. 
Pero no siempre esta forma de adaptarnos al ambiente, que es lo que llamamos estrés, enferma.
El estrés, manejado en forma correcta, como un mecanismo natural de adaptación, tiene efectos positivos, pues permite reparar más eficientemente los tejidos cerebrales. 
Los investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México, (2004) señalaron que el estrés positivo evita la destrucción prematura de neuronas, que quizás habrían sido eliminadas por la respuesta natural del sistema inmunológico del organismo.
Las conclusiones de esta investigación afirman que, al contrario de lo que se cree generalmente, el estrés no es una enfermedad: es un esfuerzo de adaptación a las exigencias del medio, que realiza el organismo, a fin de retornar a un punto de equilibrio, tanto en lo psicológico y en lo fisiológico. 
Este esfuerzo es constante, porque toda la vida de las personas implica un enfrentamiento con el medio, con las demandas del entorno. 
En la existencia diaria, estamos expuestos a lo que se llama “agentes estresantes”. 
Entre ellos, figuran las bacterias, hongos, sustancias tóxicas, el ruido, el aire contaminado, temperaturas extremas o múltiples situaciones de tipo emocional, tales como la enfermedad, la muerte de un familiar, divorcio, conflictos laborales, los viajes e incluso los cambios de domicilio.
Si no logras adaptarte, estarán gravemente amenazadas tu salud y tu bienestar.
Cariños y sonrisas 
Irene
































































































viernes, 4 de diciembre de 2020

CÓMO DARSE CUENTA DE QUE NOS ESTAMOS COMPARANDO CON LOS DEMÁS Y NI SIQUIERA NOS DAMOS CUENTA

A todos nos da vergüenza reconocerlo, pero solemos compararnos, de una forma u otra, con la gente que nos rodea. 
A veces para bien y otras para mal. 
Hasta cierto punto, compararnos es normal e incluso puede ayudarnos a mejorar. 
Sin embargo, hacerlo en exceso puede provocar en nosotros ciertos comportamientos obsesivos que no harán otra cosa más que causarnos dolos o malestar. 
Compañeros de trabajo, familiares, amigos... 
Pocos se libran de esas comparaciones que pueden acabar siendo odiosas. 
1. Vivir en el pasado. Acordarse repetidamente de aquella antigua relación, de esos tiempos de juventud y pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor son claros síntomas de que nos preocupamos demasiado de lo que ha ocurrido en nuestra vida. 
Este pensamiento no es beneficioso, primero porque nos impide disfrutar de la actualidad, segundo porque es difícil saber si antes éramos más felices e imposible saber si aquella vieja pareja es ahora más o menos feliz que antes y tercero porque la memoria es selectiva, por lo que es normal que recordemos con mayor fuerza aquellos momentos placenteros que los sinsabores.
2. Juzgar a los demás Es cierto que nuestra sociedad potencia el individualismo y que este factor provoca un comportamiento más egoísta en nosotros. 
Es habitual que juzguemos a las personas que nos rodean, y que no respetemos lo suficiente sus ideas y opiniones. 
Este tipo de comportamiento no es positivo y es un signo de comparación con el resto, porque demuestra que se está más pendiente de lo que hacen los demás que de lo que hace uno mismo. 
Conviene recordar que no se va a ser mejor por juzgar las actitudes de otras personas. 
3. Hacer pagar nuestros enojos al resto Todos conocemos a alguien que no para de compararse con el resto y esto le provoca enojos y una constante insatisfacción consigo mismo. 
Casualmente este tipo de actitud suele ir de la mano de un mal comportamiento hacia el entorno más inmediato que sufre las consecuencias de una insatisfacción con la que poco o nada tiene que ver. 
Esta envidia solo es la consecuencia de ser incapaz de medir los éxitos sin tener que compararse con otro. 
Cariños y sonrisas
Irene

lunes, 30 de noviembre de 2020

CÓMO MEJORAR MI AUTOCONFIANZA?

La confianza en nuestras capacidades y en nosotros mismos es un pilar fundamental para la automotivación, para avanzar y sacar la mejor versión de nosotros mismos y desarrollar nuestras potencialidades.
Pero todos sabemos que hay muchos factores que pueden afectar nuestra autoconfianza: malas experiencias, fracasos, críticas negativas o "etiquetas" que nos acompañan desde hace tiempo..
Hay algunos factores a tener en cuenta para mejorar nuestra autoconfianza: Compararnos solamente con nosotros mismos:
De nada sirve comparar nuestras cualidades o rendimiento con otras personas,  muchas veces incluso idealizamos a los demás.. imaginamos que tienen vidas perfectas, extremadamente felices, o no vemos todo el esfuerzo que hay detrás de los éxitos (las redes sociales y la publicidad tienen mucha culpa de esta idealización del éxito, la belleza y la felicidad..) no podemos comparar nuestro camino con el de otra persona.
Sí podemos buscar inspiración, consejos.. pero sin compararnos: nosotros somos nosotros, y tenemos que centrar nuestra atención en nuestro camino, la atención ha de estar en nosotros mismos.
Te pongo un ejemplo: si estoy preparándome para una competición deportiva, no puedo estar comparando mis marcas con la de atletas mucho mejores que yo o que están en otro nivel.. no es productivo. 
Para avanzar he de comparar mis marcas de hoy con mis marcas del pasado: mejorar mis propias marcas y ver hasta donde llego. 
Sí puedo inspirarme por atletas que admiro, ver qué planes de entrenamiento han seguido, etc. 
Pero el centro de mi atención ha de estar en mi propio camino, en mis entrenamientos y en mejorar mis propias marcas.
Inspírate en los demás para aprender, pero compárate sólo contigo mismo.
Querer ser otra persona es un desperdicio de la persona que eres.-Marilyn Monroe.
Cariños y sonrisas
Irene

viernes, 27 de noviembre de 2020

COMO MANEJAR LOS MIEDOS QUE TENEMOS A LA HORA DE VOLVER A LA "NORMALIDAD"

Después de un periodo inimaginablemente largo de confinamiento por la pandemia de Covid-19, nos empezamos a enfrentar ahora al periodo de desconfinamiento.
Aparentemente, este deseado momento debería estar pleno de alegría desbordada, entusiasmo y otras emociones parecidas.
Sin embargo, se detecta con cierta facilidad, que no siempre es la alegría la emoción que monopoliza el momento. 
Nuestro viejo conocido, el miedo, vuelve a hacer su aparición y por partida doble, al menos.
Ante la situación de salir del confinamiento nos invade el miedo al contagio. 
Hemos permanecido durante mucho días en un entorno en el que podíamos controlar bastante los riesgos. 
Salíamos a comprar con guantes, mascarilla reutilizada y nos manteníamos a distancia de la gente en el supermercado. Veíamos a los vecinos desde el balcón o la ventana, etc. Y al regresar de la fugaz salida realizábamos el ritual del lavado de manos, los zapatos, … la rutina que nos daba seguridad y, por lo tanto, nos quitaba el miedo.
Pero ahora saldremos a la calle de forma paulatina, no para comprar o para ir al trabajo y volver, sino para reiniciar nuestra vida. 
Es casi inevitable que sintamos miedo o reparo a pararnos a hablar con alguien, a compartir un ascensor para ir al octavo piso o a subir a un autobús.
Este miedo a contagiarnos estará muy presente. 
Pero no es el único miedo que nos acompañará en el desconfinamiento: saldremos con miedo a lo que vendrá, a cómo será ahora nuestro trabajo y a si nuestra empresa, negocio, etc. saldrá adelante.
Son como dos fuerzas contrapuestas que tiran de nosotros, una busca evitar al máximo el contagio que puede llegar al salir y relacionarnos, y por otro lado, la otra fuerza que nos obliga a salir ya, cuanto antes, y retomar nuestra actividad para salvar nuestra economía.
No resulta fácil conciliar esas dos fuerzas, ambas manifestaciones de la misma emoción: el miedo, que nos llevan a cumplir con tareas pero no a ser creativos, a segregar cortisol y activar el circuito del estrés.   
Esta situación hace que nos sea mucho más difícil utilizar nuestros recursos ligados a la emoción alegría, que nos proporcionaría la creatividad.
¿Cómo podemos activar estos recursos?
Nos encontramos en la parte final de un largo túnel, la travesía está siendo mucho más dura de lo que pensábamos o podíamos imaginar, y hemos perdido mucho más de lo esperado, desgraciadamente, vidas de seres queridos y otras pérdidas que, comparadas con esas, no tienen ni lugar en este artículo.
Pero aquí estamos, superando la crisis y en la mayoría de los casos, siendo más resilientes.
Ése es el punto de partida para conseguir nuestra dosis de alegría. 
Si hacemos balance de nuestros logros y le añadimos el esfuerzo y el sacrificio de todos, tendremos elementos positivos suficientes para sentir esa alegría.
Para ello podemos utilizar las siguientes pautas:
1. Para evitar el rechazo al contacto con otras personas:
• Tomar precauciones para protegernos y proteger a los demás
• Alegrarnos de poder hablar en directo con otras personas, aunque sea manteniendo la distancia de seguridad de dos metros que indican las autoridades sanitarias
• Disfrutar de volver a movernos al aire libre, con el impacto de endorfinas que eso conlleva
• Por último, el citado rechazo está en nuestra mente, podemos ver a la persona que nos encontramos como un “compañero de viaje” al que procuramos proteger y entender
2. Para vencer al miedo a lo que nos depare el futuro y la viabilidad de nuestro trabajo:
• Hagamos un balance de lo más positivo y lo más negativo de la situación laboral de nuestro negocio. Detectemos los peores augurios y busquemos posibles respuestas. 
Con eso pasamos de vivir la situación con miedo, como si se tratara de una amenaza, a vivirla con actitud de afrontar un reto, lo que automáticamente activa los sistemas positivos y de creatividad antes citado
• Analicemos qué cosas tenemos que cambiar como resultado de la pandemia y pongámonos en marcha
Con estas acciones podemos plantearnos el desconfinamiento con mejores herramientas para salir adelante.
En conclusión,
Debemos recuperar la confianza, en nosotros mismos y en los demás. Todos somos vulnerables y eso nos aúna.
Tenemos que dedicar tiempo y esfuerzo para ver el lado positivo de la nueva situación y alegrarnos de haber llegado hasta aquí.
Esta actitud positiva pondrá en marcha nuestro cerebro en mejores condiciones y con más recursos para afrontar con éxito este nuevo reto del desconfinamiento.
Cariños y sonrisas
Irene

martes, 24 de noviembre de 2020

TRES PASOS PARA ELIMINAR EL MIEDO DE NUESTRA VIDA

La fórmula consta de tres simples pasos.
1. Reconocer nuestros miedos
Para ello, basta con hacerse constantemente las preguntas siguientes: ¿Hago lo que hago por causa del miedo? O, por el contrario: ¿Dejo de hacer lo que realmente quiero hacer a causa del temor?
Hagámonos estas preguntas a lo largo del día a día cada vez que te encuentres ante una situación que nos incomode, nos bloquee o nos paralice. 
Preguntémonos cuando no nos atrevemos a entablar una conversación con un desconocido que nos resulta atractivo, cuando no tenemos valor de dejar ese trabajo que detestamos, cuando no somos capaces de decirle a la chica que la amamos o cuando no tenemos valor de responder a los hijos cuando nos gritan como si fueran nuestros padres.
No paremos de hacernos estas dos preguntas para poder identificar qué situaciones nos producen miedo. 
Lógicamente, debemos ser honesto con nosotros mismos cuando las contestemos y, por tanto, dejar a un lado el autoengaño de la mente.
2. Reflexionemos sobre ellos
Una vez hayamos identificado una situación que nos produce miedo, tomémonos el  tiempo y reflexionemos sobre ella: 
¿Qué me da miedo exactamente y por qué motivo? 
Identificar qué es exactamente lo que nos genera miedo y por qué motivo nos lo genera.
Cuando seamos capaces de responder a estas dos cuestiones descubriremos dos cosas: la fuente que activa nuestros miedos y la carencia personal que lo permite. 
Sea lo que sea, cada persona es distinta, así que tomémonos tiempo y exploremos cada uno de nuestros miedos. 
Cuando identifiquemos uno y hayamos reflexionado sobre él, al vez entonces nos demos cuenta que, probablemente, ese miedo es inútil e injustificado. 
Es decir, que no nos sirve para nada y, encima, limita nuestra vida y nuestra felicidad.
A veces basta con seguir los dos primeros pasos para eliminar el miedo. El hecho de ser conscientes de nuestros miedos nos permite identificarlos. Y el hecho de realizar un trabajo reflexivo al respecto puede crear de forma automática ciertas actitudes que nos ayudan a afrontarlos de forma más eficaz cuando vuelven a aparecen en nuestra vida.
En otros casos, sin embargo, los miedos están demasiado enquistados u ocultos y nuestras actitudes están demasiado interiorizadas para que cambien con un simple trabajo introspectivo. 
En ese caso, tal vez necesitemos la ayuda de un profesional cualificado 
3. Pasemos a la acción y afrontémoslos
Para eliminar el miedo les propongo un ejercicio muy simple: 
Hagamos una lista de los miedos que hemos trabajado en los primeros dos pasos que les he explicado. 
Elijamos uno de ellos, algo que no sea muy complicado, ya tendremos tiempo para trabajar con los más difíciles.
Ahora, inventemos una tarea que nos permita contrarrestarlo y que sea factible de realizar, lo cual no debería sernos difícil. 
Repite este ejercicio con regularidad para trabajar uno de tus miedos, y luego otro, y otro…hasta que logres eliminar de tu vida los que te resulten más molestos. 
Cuando haya pasado cierto tiempo, echemos la vista hacia atrás y observemos qué ha ocurrido: ¿Qué cambios positivos ha habido en nuestra vida? ¿Qué objetivos o logros hemos conseguido? ¿Cómo nos sentimos contigo mismo?…Probablemente nos llevemos una agradable sorpresa.
Deshagámonos de los miedos que nos limitan!!!!
Cariños y sonrisas
Irene

jueves, 19 de noviembre de 2020

QUITÉMONOS LOS MIEDOS

Qué es el miedo?"El miedo o temor es una emoción caracterizada por una intensa sensación desagradable provocada por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente, futuro o incluso pasado. ... " Ante esta definición, creo que nadie quiere solucionar las cosas por miedo a las consecuencias que puedan traer las soluciones que pensamos.
Cuando andamos depres por algo que ya pasó, debemos también quitarnos el miedo de lo que pasó, o el miedo de que vuelva a pasar.
Cuando nos enfrentamos a nosotros mismos y descubrimos porque le tenemos miedo a las cosas que nos deprimen, encontramos respuesta segura.
Ahora, que ya sabemos a que le tememos… debemos enfrentarlo por completo y hacer algo al respecto.
Cariños y sonrisas
Irene


lunes, 16 de noviembre de 2020

NOS FALTAMOS EL RESPETO A NOSOTROS MISMOS?


Normalmente la falta de respeto por nosotros mismos viene dada por una baja autoestima. 
Si no nos amamos, queremos, estimamos a nosotros mismos, no somos capaces de reconocer nuestras capacidades y habilidades, y nos descalificamos continuamente, hablando negativamente de nosotros mismos. 
Es en estos casos cuando permitimos que los demás abusen de nosotros y nos maltraten, y nosotros, como estamos seguros de no valer nada, aceptamos ese comportamiento como el único posible que podemos recibir.
Si no nos respetamos a nosotros mismos acabamos ignorando lo que deseamos y necesitamos y tomamos decisiones solo basándonos en los estímulos o peticiones que nos llegan del exterior: 
estudiamos determinada carrera porque nuestros padres así lo quieren 
o nos casamos y tenemos hijos solo porque a nuestra pareja lo quiere.
Para respetarnos a nosotros mismos debemos reconocer nuestras necesidades y anhelos y satisfacerlos. 
Normalmente esto se equipara con egoísmo, pero no es así. No se trata de ir pisando a los demás mientras satisfacemos nuestras necesidades, solo debemos darles la misma importancia que a las de los demás.
También debemos reconocer nuestros propios sentimientos, saber cuándo estamos enojados o defraudados y expresarlos, siempre respetando a los demás.
Una vez que hayamos hecho esto, deberemos intentar invertir más tiempo y energía en lo que realmente queremos, quitándoselo a lo que en realidad no nos importa. 
De ese modo nos daremos la oportunidad de ser felices y sentirnos satisfechos y respetados, por nosotros mismos y por los demás.
Cariños y sonrisas
Irene

viernes, 13 de noviembre de 2020

ESTÁS SANO MENTALMENTE?


Hoy les traigo una serie de definiciones que son importantes, sobre todo en estos momentos de aislamiento ya sea parcial o total:
¿Qué es la salud mental?
La salud mental abarca nuestro bienestar emocional, psicológico y social. 
Afecta la forma en que pensamos, sentimos y actuamos cuando enfrentamos la vida. 
También nos ayuda a determinar cómo manejamos el estrés, nos relacionamos con los demás y tomamos decisiones. 
La salud mental es importante en todas las etapas de la vida, desde la niñez y la adolescencia hasta la adultez y la vejez.
¿Qué son las enfermedades mentales?
Las enfermedades mentales son afecciones graves que pueden afectar la manera de pensar, su humor y su comportamiento. Pueden ser ocasionales o de larga duración. 
Pueden afectar su capacidad de relacionarse con los demás y funcionar cada día. 
Los problemas mentales son comunes, más de la mitad del mundo será diagnosticado con un trastorno mental en algún momento de su vida que van desde la angustia, la depresión hasta  problemas de personalidad,
Sin embargo, hay tratamientos disponibles. 
Las personas con trastornos de salud mental pueden mejorar y muchas de ellas se recuperan por completo.
¿Por qué es importante la salud mental?
La salud mental es importante porque puede ayudarte a:
- Enfrentar el estrés de la vida
- Estar físicamente saludable
- Tener relaciones sanas
- Contribuir en forma significativa a su comunidad
- Trabajar productivamente
- Alcanzar su completo potencial
Tu salud mental también es importante porque puede afectar su salud física. 
Por ejemplo, los trastornos mentales pueden aumentar su riesgo de problemas de salud física, como accidente cerebrovascular, diabetes tipo 2 y enfermedades cardíacas.
¿Qué puede afectar mi salud mental?
Hay muchos factores diferentes que pueden afectar tu salud mental, incluyendo:
= Factores biológicos, como los genes o la química del cerebro
= Experiencias de vida, como trauma o abuso
= Antecedentes familiares de problemas de salud mental
= Su estilo de vida, como la dieta, actividad física y consumo de sustancias
También puedes modificar tu salud mental tomando medidas para mejorarla, como hacer meditación, usar técnicas de relajación y ser agradecido.
Con el tiempo, tu salud mental puede cambiar. 
Por ejemplo, puedes estar enfrentando una situación difícil, como tratar de controlar una enfermedad crónica, cuidar a un pariente enfermo o tener problemas de dinero. 
La situación puede agotarte y abrumar tu capacidad de lidiar con ella. 
Esto puede empeorar su salud mental. Por otro lado, recibir terapia puede mejorarla.
¿Cuáles son las señales de tener un problema de salud mental?
Cuando se trata de sus emociones, puede ser difícil saber qué es normal y qué no. 
Pero los problema de salud mental tienen signos de advertencia, como:
1. Cambios en los hábitos alimenticios o de sueño
2. Aislarse de las personas y actividades que disfruta
3. Tener nada o poca energía
4. Sentirte vacío o como si nada importara
5. Tener dolores y molestias inexplicables
6. Sentirte impotente o sin esperanza
7. Fumar, beber o usar drogas más de lo habitual
8. Sentirte inusualmente confundido, olvidadizo, enojado, molesto, preocupado o asustado
9.Tener cambios de humor severos que causen problemas en tus relaciones
10. Tener pensamientos y recuerdos que no puedes sacar de tu cabeza
11. Escuchar voces o creer cosas que no son ciertas
12. Pensar en lastimarte a sí mismo o a otros
13. No poder realizar tareas diarias como cuidar a tus hijos o ir al trabajo o la escuela
¿Qué debo hacer si creo que tengo un problema de salud mental?
Si crees que puedes tener un problema de salud mental, busca ayuda. 
La terapia de conversación y / o los medicamentos pueden tratar los trastornos mentales. 
Si no sabes por dónde comenzar, habla con tu médico.
Cariños y sonrisas
Irene




lunes, 9 de noviembre de 2020

UN TIP PARA TENER UNA VIDA EMOCIONAL SALUDABLE EN ESTAS ÉPOCAS

¿Hace mucho que no haces algo por primera vez? 
Sorprenderse haciendo algo nuevo o simplemente dejando que la vida o las personas te presenten cosas nuevas. 
Mirar el mundo desde una perspectiva diferente puede hacer mucho por tu salud mental. 
Escuchar a los demás, dejarse sorprender por las novedades.
Hacer algo por primera es un estimulante natural que protege tu salud mental del estancamiento. 
Esa sensación de inquietud (a veces miedo) por no saber cómo va a salir la cosa. Es que es la primera vez y estamos nerviosos, pero no son los nervios que paralizan, sino los que nos motivan a descubrir nuestros límites y a superarnos.
Carinos y sonrisas
Irene

jueves, 5 de noviembre de 2020

LA COMUNICACIÓN ES LA BASE DEL EQUILIBRIO EMOCIONAL


Resulta imprescindible saber comunicarnos, entendernos y comprendernos los unos a los otros. 

Una buena o mala comunicación puede marcar la diferencia entre tener una vida feliz o tenerla llena de problemas. 
Para que la comunicación sea efectiva y emocionalmente sana, partiremos de las siguientes premisas: 
  1. Tendremos la actitud adecuada para dialogar, 
  2. nos centraremos en un tema en concreto, 
  3. escucharemos con atención, 
  4. nos expresaremos de forma clara y directa,
  5.  diremos lo que pensamos y sentimos, 
  6. aceptaremos la opinión del otro, 
  7. no daremos nada por supuesto, preguntaremos, 
  8. seremos coherentes con lo que decimos y lo que expresamos de una manera no verbal.
  9. Cariños y sonrisas
  10. Irene

martes, 3 de noviembre de 2020

REACCIONES FRECUENTES DE LOS ADULTOS MAYORES FRENTE AL VIRUS


Hay en ellos una gran preocupación acerca de cómo protegerse del virus porque corren mayor riesgo de enfermarse gravemente

También hay preocupación por la posible interrupción de los servicios comunitarios y de atención médica a causa del cierre de establecimientos o la reducción de servicios y como usar el transporte público.
Se Sienten socialmente aislados, especialmente si viven solos o en una casa de reposo que no admite visitas a causa del brote.
Se culpan porque sus seres queridos los tienen que ayudar con sus actividades de la vida cotidiana.
Y todavía hay mayores niveles de angustia si:
1.- Tienen problemas de salud mental anteriores al brote, como depresión.
2.- Viven en hogares de bajos recursos o tienen barreras idiomáticas
3.- Sufren estigma a causa de su edad, raza o grupo étnico, discapacidad, o porque se los percibe como posibles agentes de propagación del COVID-19.
Brinde apoyo a sus seres queridos, comuníquese con sus seres queridos con frecuencia. 
Los sistemas de comunicación virtual pueden ayudarle y ayudar a sus seres queridos a sentirse menos solos y aislados. 
Conéctese con sus seres queridos por:
Teléfono, Correo electrónico, Whatapps, Videoconferencia, mensajes de texto, Redes sociales, hasta Cartas o tarjetas que envía por correo, 
Ayude a sus seres queridos a mantenerse protegidos.
Sepa qué medicamentos toma su ser querido. 
Intente ayudarlo a contar con un suministro para 4 semanas de sus medicamentos recetados y de venta libre, y vea si puede ayudarlo a tener un extra a mano.
Monitoree otros suministros médicos (oxígeno, artículos para la incontinencia, diálisis, suministros para curar heridas) necesarios para crear un plan de respaldo.
Mantenga una reserva de alimentos no perecederos (comidas enlatadas, legumbres secas, pasta) para tener a mano en casa y no tener que salir de compras tan seguido.
Si cuida a un ser querido en un establecimiento geriátrico, monitoree la situación y hable con los administradores del establecimiento o su personal por teléfono. 
Consulte con frecuencia acerca de la salud de los demás residentes y conozca el protocolo en caso de un brote.
Y además cuide su propia salud emocional. 
Cuidar a un ser querido tiene consecuencias emocionales, especialmente durante un brote como el del COVID-19. 
Existen formas de encontrar apoyo para usted.
Cariños y sonrisas
Irene

miércoles, 28 de octubre de 2020

EFECTOS DE LA PREOCUPACIÓN SOBRE EL CEREBRO

¿Cómo afecta la preocupación al cerebro?
Estrés, ansiedad, cansancio permanente, falta de energía, pesimismo...
El modo en que afecta la preocupación al cerebro es tóxica, llevamos al límite todos nuestros recursos emocionales hasta experimentar una sensación de amenaza constante.
El modo en que afecta la preocupación al cerebro puede resumirse en una palabra: tóxica.
Así, y aunque esta realidad psicológica no sea más que una emoción natural cuando percibimos una amenaza, en realidad, muchas de nuestras preocupaciones son infundadas y hasta obsesivas, llevándonos a estados de gran agotamiento en los que perdemos la energía, el ánimo y todo atisbo de motivación.
Algo que sabemos bien desde un punto de vista psicológico es que los efectos de preocuparse demasiado pueden ser incluso más peligrosos que aquello que realmente nos preocupa.
Parece un juego de palabras, pero en realidad va más allá. Cuando derivamos en esos estados en los que el estrés intensifica y distorsiona hasta el más mínimo detalle, todo acaba fuera de control, tomamos las peores decisiones y el malestar emocional se intensifica.
Un ejemplo, cuanto más nos obsesionemos por nuestra mala calidad del sueño, más insomnio padeceremos.
Cuanto más nos preocupemos por mostrarnos eficaces y perfectos en nuestro puesto laboral, más fallos llegaremos a cometer.
Así, cuanta más presión le provoquemos a nuestra mente, peor responderá nuestro cerebro. Agotaremos todos sus recursos, más fallos de memoria tendremos y más agotados nos sentiremos. 

No nos pre-ocupemos
Carinos y sonrisas
Irene







domingo, 25 de octubre de 2020

CAMBIEMOS EL “NO VOY A PODER” POR UN ” LO VOY A INTENTAR!

No nos aproximemos cada situación nueva con miedo. Escuchemos esa voz en el interior que constantemente nos dice “no vamos a ser bueno con eso, ni lo intentemos” o tal vez escuchemos la voz diciendo “va a ser muy difícil, no vas a poder”.
El pensamiento *no voy a poder" es un pensamiento negativo sobre nosotros mismos y el valor que nos estamos dando.
Por que no vamos a poder? no lo hemos intentado?
Esa voz interna no es adivina y solo habla desde la casa del miedo.
Entonces, ignoremos esa voz, y digamos “lo puedo intentar” “lo puedo hacer” y “puedo darle mi mejor intento”.
Intentémoslo, tratemos, por que tal vez nos llevemos una sorpresa y descubramos algo nuevo de nosotros.
Tal vez que si lo podemos hacer, tal vez que tuvimos una experiencia nueva y aprendimos algo.
Si lo intentamos y no lo logramos que pasara? nada, igual se nos subirá el autoestima por que tratamos algo nuevo, por que no nos dejamos llevar por el miedo y por que tuvimos el coraje de darnos la oportunidad de crecer como persona.
Cariños y sonrisas
Irene














Ha

viernes, 23 de octubre de 2020

RECOMENDACIONES PARA LA SITUACIÓN ACTUAL

-Preguntarse si el problema tiene solución. ...
-Aceptar la incertidumbre. ...
-Desafiar los pensamientos de ansiedad. ...
-Ser consciente de cómo otros nos afectan. ...
-Practica la atención plena.
La respuesta está en aprender a preocuparnos mejor. 
De lo contrario, tal y como nos explican en un estudio llevado en la Universidad de Cambridge corremos el riesgo de derivar en un trastorno de ansiedad generalizada.
Para lograrlo, para aprender a preocuparnos mejor es adecuado recordar los consejos del destacado psicólogo Albert Ellis. 
Analiza tus pensamientos irracionales. Aunque no lo creas, cerca del 80 % de tus preocupaciones son desmesuradas y no tienen una base lógica.
Habla sobre tus emociones, ponles nombre, desahógalas, sácalas a la luz. 
Es posible que te estés preocupando en exceso por tu trabajo porque, en realidad, te sientes insatisfecho, porque no eres feliz, porque no te satisface. Profundiza en esas ideas.
No tomes decisiones basándote solo en tu estado de ánimo. Antes de decidir y actuar, aplica la calma y pasa cada pensamiento por el filtro de la razón. 
Las emociones son importantes, pero si estas se unen con el razonamiento pausado y centrado, de ese modo actuarás siempre con mayor acierto.
Para concluir, sabiendo cómo afecta la preocupación al cerebro, aprendamos a ser más proactivos. Evitemos caer en esos ciclos de sufrimiento y hagamos uso de enfoques más saludables y razonables.
Cariños y sonrisas
Irene

martes, 20 de octubre de 2020

ESTRÉS Y SITUACIÓN SOCIAL ACTUAL


Voy a volver a publicar un artículo que hoy está más vigente que nunca.
Es un hecho comprobado que los cambios pueden generar periodos de estrés intenso.
Una mudanza, un cambio de trabajo, la muerte de un ser querido o incluso la maternidad, pueden afectar negativamente la salud mental de las personas.
Pero, ¿Qué pasa cuando estos cambios se alejan de la esfera individual y se transforman en un fenómeno colectivo?
Qué duda cabe, en los últimos meses los chilenos, y en general casi todos los sudamericanos, han vivido días alejados de la normalidad. 
Desde las grandes movilizaciones sociales exigiendo cambios, a la violencia y saqueos de grupos descolgados a la represión; los incendios, del bombardeo mediático a las no-verdades de redes sociales y la incertidumbre. Y sumémosle cosas que no había cuando publiqué este artículo: pandemia y cuarentena  
Un alto número de personas están sufriendo trastornos de salud mental por estos días.
Psicólogos explican que muchos perciben un sentimiento de incertidumbre que puede ser detonante de cuadros depresivos, de ansiedad y estrés post traumático, siendo este último el que más se presenta..
“Lo primero que se siente es temor, miedo o desesperanza, pero también aparecen algunos síntomas físicos como sudoración, taquicardia, intranquilidad, dificultad para conciliar el sueño o despertar durante la noche”.
La ansiedad es un sentimiento de recelo, nerviosismo o miedo. 
La fuente de este desasosiego no siempre se sabe o se reconoce, lo cual puede aumentar la angustia que uno siente.
El estrés es una parte normal de la vida activa y puede ayudar a ser más productivo. 
Sin embargo, demasiado estrés o una respuesta fuerte al estrés es dañina.
Esto puede predisponer a tener una salud general deficiente, al igual que enfermedades físicas y psicológicas específicas como infección, cardiopatía o depresión.
El estrés persistente puede llevar a que se presente ansiedad y comportamientos malsanos como comer demasiado y consumir alcohol o drogas.
Los estados emocionales como aflicción o depresión y problemas de salud como la hiperactividad de la tiroides, bajo nivel de azúcar en la sangre o un ataque cardíaco también pueden causar síntomas similares al estrés.
La ansiedad a menudo se presenta acompañada de síntomas físicos tales como:
Dolor abdominal (puede ser el único síntoma de ansiedad, especialmente en un niño)
Diarrea o necesidad frecuente de orinar
Mareo
Resequedad en la boca o dificultad para deglutir
Dolores de cabeza
Tensión muscular
Respiración rápida
Frecuencia cardíaca rápida o irregular
Sudoración
Temblores
Algunas veces, otros síntomas acompañan a la ansiedad:
 Disminución de la concentración
Fatiga
Irritabilidad, incluyendo perder los estribos
Problemas sexuales
Dificultad para dormir y pesadillas
Nombres alternativos: Ansiedad, Estrés, Tensión, Recelo, Sentirse nervioso, Nerviosismo.
Lo primero que hay que hacer es recurrir a un apoyo psicológico, que puede ser un profesional o personas preparadas para ejercer este apoyo
Carinos y sonrisas
Irene

miércoles, 14 de octubre de 2020

LA COMUNICACIÓN CON LOS AMIGOS, LA PAREJA, CON LA FAMILIA EN PANDEMIA

La comunicación es el eje fundamental para que toda situación quede bien resuelta y sea positiva para todos los personas que intervenimos en ella. Ya sea con un a
migo, con un compañero de trabajo, con nuestro jefe, nuestra pareja… Es lo que llamamos comunicación efectiva. 
Ahí entran muchos factores (el entorno, tipo de relación, estado emocional desde el que hablo, el momento en que me emito el mensaje, el lugar… y por supuesto lo mismo para el que recibe el mensaje).
Dada la situación actual mundial que estamos viviendo por el covid-19 y el aislamiento, nuestros pensamientos definen mucho cómo afrontaremos el día de hoy y como saldremos de ello cuando ésto pase. 
Los pensamientos son la suma de las palabras. 
Tenemos un diálogo interno continuo (lo que nos decimos a nosotros mismos) que va a ser detonante de la comunicación con el resto (palabras, tono, gestos….). 
Pregúntate de qué palabras alimentas generalmente tus pensamientos, si son más optimistas o pesimistas (no se, no puedo, no soy capaz, que pensarán de mí, difícil, imposible…)
Llevándolo a la sobreinformación que estamos teniendo ahora mismo. ¿Cómo se queda tu ánimo (sentimientos) después de escuchar el noticiero o leer prensa? 
Te quedas más con palabras como muerte, infectados, contagiados, riesgo, …O te quedas más con palabras como solidaridad, ayuda, voluntarios, buena gestión…
¿Cómo lo 
maneja tu cerebro, cuál es tu emoción predominante y tu comportamiento?
Hay muchos estudios sobre optimismo que demuestran sus beneficios positivos. Para uno mismo y para su entorno.
El optimismo (o la falta de él) se refleja en todos nuestros mensajes (conscientes e inconscientes) y ahora más que nunca además en los mensajes. 
Algunas de las palabras negativas y pesimistas que vemos que se usan con frecuencia en los correos electrónicos o WhatsApp incluyen: malo, desafíos, queja, preocupación, conflicto, difícil, error, falla e imposible.
Pregúntate si usas regularmente 
alguna de esas palabras. Y luego, revisa algunos de tus propios mensajes recientes para encontrar algunas palabras negativas o pesimistas que usas habitualmente y no facilitan la comunicación efectiva.
Vuelve a escribirlos y esta vez, exprésate con un lenguaje más optimista (no lo vamos a reenviar pero sí notarás el cambio en tí mismo y te servirá para tomar conciencia y hábito).
Tener más optimismo no solo mejorará tu satisfacción personal sino que l
as investigaciones científicas han demostrado que el optimismo puede ayudar a reducir el estrés de una persona.
A su vez, a menudo conduce a niveles más bajos de preocupación y ansiedad. 
Y esos son beneficios que cada uno de nosotros debería esforzarse por obtener y compartir con el resto.
Cariños y sonrisas
Irene

martes, 13 de octubre de 2020

QUE ENTENDEMOS POR PERDÒN


Estas son las definiciones dadas por la real academia:
1. m. Acción de perdonar.
2. m. Remisión de la pena merecida, de la ofensa recibida o de alguna deuda u obligación pendiente,
3. m. indulgencia (? remisión de los pecados).
4. m. U. para pedir disculpas.
5. m. U. para interrumpir el discurso de otra persona y tomar la palabra.
6. m. U. en forma interrogativa para expresar que no se ha entendido algo.
Vamos a centrarnos en la definición 2 y 3, lo que nos lleva al significado de la palabra remisión, esta a su vez a remitir y dentro de sus significados vamos a mencionar el que nos interesa:  2. tr. Perdonar, alzar la pena, eximir o liberar de una obligación.
Perdonar tiene un objetivo de “liberar”, no solo al perdonado sobre la falta en cuestión, sino a  nosotros, las víctima o los ofendidos, porque cuando perdonamos y perdonamos a todos los niveles, racional y emocional, nos liberamos de ese resentimiento.
Podemos así transformar y dirigir toda esa energía autodestructiva que consume tanto, hacía otra relación distinta o hacía otra área de su vida que nos proporcione satisfacción.
Cariños y sonrisas
Irene



lunes, 12 de octubre de 2020

PORQUE ES TAN IMPORTANTE PERDONAR?

¿Para qué perdonar?
 Para desechar todo aquello que interfiere en nuestro bienestar, en definitiva para vivir como un ser autónomo, libre y mas feliz

Esto significa que aquellas faltas cometidas por personas de tu entorno deben ser tenidas en cuenta, sacar esa rabia para que no sea destructiva para nosotros y para otros y evitarlas en el futuro.
Sin embargo, es 
imprescindible que una vez que se han tomado las medidas y se ha trabajado sobre ellas, para poder establecer nuevas metas o nuevos apegos, es  perdonar esas faltas.
La situación donde el perdón se hace más importante e imprescindible y en ocasiones más difícil, es en el duelo terapéutico.
Cuando decide despedirse de una relación, especialmente si es de pareja, amistad o familiar y esa persona ha sido muy importante en su vida, y surgieron desacuerdos que hacían imposible ya la relación, el perdonar “de corazón”, el renunciar al resentimiento o a la fantasía de la venganza, supone una de las partes más duras.
Es cierto que cuando se recibe una agresión ya sea intencional y peor aún premeditada, es injusto, nos han herido y las heridas duelen, especialmente sino se cicatrizan bien.
Sin embargo seguir manteniendo ese dolor por nuestro “derecho de justicia” nos convierte en ratones de nuestro propio laberinto, porque nunca seremos capaces de salir de él.
Es un circulo vicioso, intentemos convertirlo en un  circulo virtuoso
Cariños y sonrisas
Irene

lunes, 5 de octubre de 2020

GUÍA PARA SEGUIR ''SOPORTANDO'' EL ENCIERRO VOLUNTARIO U OBLIGATORIO SEGÚN LA ZONA

Te traemos una guía para pasar este tiempo sin ansiedad dentro de tu casa debido al coronavirus. 
Son 12 ideas que te ayudarán a sobrellevar esta reclusión en forma saludable tanto psicológica como físicamente.
Recuerda que debes hacer la cuarentena por tu propio bien, por nuestros mayores y por nuestras familias. ⠀
1. Planifica tu horario
Lo primero que debes hacer, por si todavía no lo estás haciendo, es establecer unas rutinas diarias con un horario establecido. Coge lápiz y papel y haz un horario dónde debes introducir las actividades que vas a realizar a lo largo del día durante toda la semana.
2. Habla con los demás
Es muy importante hablar con otras personas, compartir tus pensamientos y expresar tus sentimientos. 
Hablar con amigos, familiares y vecinos por teléfono, videoconferencia, ventana, etc..
Evitar hablar del coronavirus y de sus posibles consecuencias. Existen todo tipo de temas para conversar, así que antes de establecer contacto piensa de qué te apetece hablar.
Si ves la televisión procura seleccionar programas de entretenimiento, películas, documentales, series… 
4. Diviértete
Busca espacios para el ocio en tu día a día. 
Seguramente tienes muchos gustos y aficiones como la lectura, el cine, la música, la cocina, la pintura, el bricolaje, las manualidades, etc.
Escoge las que más te gusten a ti y lo que más fácil te sea hacer dentro de casa y con las herramientas, útiles e ingredientes que tengas. 
Si no tienes que teletrabajar tienes muchas horas durante la jornada para practicar aficiones que tenías abandonadas por falta de tiempo.
5. Juega
Dedica todos los días un rato a jugar. 
No importa a qué juegues: una partida de videojuego, a las cartas, a las adivinanzas.  
Ya verás como tras ese ratito de juego tu mente lo agradece y te diviertes más de lo que pensabas.
6. Aprende
El día tiene muchas horas y vas a tener mucho tiempo para aprender cosas nuevas. 
Ya sea en libros, manuales o en la red, seguramente puedas ampliar tus conocimientos sobre los temas que más te interesan.
(meditación, cocina, idiomas, nuevas tecnologías, arte, etc.)
7. Aliméntate bien
Es muy importante que mantengas una alimentación lo más saludable posible para fortalecer tu sistema inmunitario y mantener un estado de ánimo positivo: 
Proteinas de calidad, verduras y frutas para así nutrirte de vitaminas y minerales. 
No deben faltar en tus comidas carnes, pescado, verduras, aceite de oliva y fruta fresca. 
Y aprovechar esta cuarentena para probar nuevas recetas de cocina que nunca tenías tiempo de hacer.
8. No picotees
Huye del picoteo de salado o dulce, aunque tengas la cocina a pocos metros. 
La comida procesada y el picoteo a cualquier hora genera más ansiedad, más tristeza, peor salud y más kilos.
9. Muévete
Todos los días debes practicar ejercicio físico.
No te pongas excusas y muévete. 
Da igual si andas por el pasillo, haces una tabla de gimnasia o te pones a bailar. 
Lo importante es moverte cada día. 
Y si eres de las que quiere paz y tranquilidad, lo mejor es hacer una clase de yoga o pilates.
10. Medita
Meditar cada día unos 10 minutos te ayuda a relajar tu cuerpo y tu mente y te aporta más claridad de pensamiento. 
Intenta meditar aunque no sepas hacerlo.
Existen meditaciones guiadas en internet que te pueden ayudar a empezar con la meditación. Y no, no es necesario poner la mente en blanco, sino ser consciente del aquí y del ahora.
11. Respira 
Si todavía no sabes practicar la respiración para calmar la ansiedad ahora es el mejor momento para aprender.
Con ejercicios de respiración puedes serenar tus pensamientos negativos, reducir tus pulsaciones y recuperar un estado de ánimo tranquilo.
12. Descansa
Si quieres mejorar tu ansiedad en la cuarentena debes descansar.  
Si puedes aumentar esas horas de sueño, mucho mejor, ya que aumentarás la capacidad del cuerpo a recuperarse de la fatiga mental.
Eso sí, no te pases el día durmiendo!
Cariños y sonrisas
Irene